Soy Cintia, tengo 21 años y
hace poco termine con mi novio, así que estaba muy bien soltera, el no me
cuidaba lo suficiente, por más que siempre se pasaba alabando mis dotes frente
a todos, no me quería como persona que me parecía mucho más importante, siempre
le gustaba que me mostrara y a todos les hacía referencia sobre mi increíble
delantera; a mi cintura sobre todo y a mi cola que es bien parada y redonda, y
lo mejor de todo es que sin ni siquiera hacer ejercicio, solo lo que la
naturaleza me dio, aunque mi estatura era muy reducida, solo 1.60 pero no me
disgustaba ya que tenía buenas medidas para no necesitar tanta altura, en total
y sin exagerar tenía 93-65-100. Estudio medicina y me va muy bien, vivo con mi
familia en un barrio común y corriente de la ciudad, al lado de mi casa vivía
mi mejor amiga, con la cual he compartido casi toda mi vida, ella vive con su
madre, una señora mayor pero rara, y su hermano que es gordo baboso pero
respetuoso. Yo siempre estaba estudiando, ya que mi carrera es muy dedicada,
iba todas las tardes a la facultad y tenía que caminar algunas cuadras para
llegar a la estación de colectivos, como siempre me puse unos jeans ajustados,
una blusa bastante ligera, en la calle como siempre me percate de las miradas
de los viejos que iban dirigida descaradamente a Mi cola o a mis pechos. Yo
odiaba a los tipos babosos, y siempre había algún auto que tocaba bocina o
gritaba alguna grosería, como ese día que me gritaron -¡Mira que culazo de la pendeja y que buenas tetas!! Yo no les
daba importancia y seguía caminando como si nada. Por ahí en la facultad me
tocaba cursar de mañana y a veces de tarde, las veces que podía pasaba a buscar
a mi amiga de al lado y pasábamos todo el tiempo hablando o haciendo algo, la
verdad era mi mejor amiga, siempre nos reíamos de cosas, sobre todo algunas
cosas que hacia el hermano y él pensaba que ella no se daba cuenta, ella me
contaba que siempre lo enganchaba cuando estaba viendo alguna película porno, y
muchas veces sabia que él le sacaba plata a su mama para ir a las putas a
saciar sus deseos, no era un maniático pero creo que se debía entender, ya que
era un sujeto muy gordo, con lentes bien con aumento y medio lento de
pensamiento sin ser deficiente, es obvio que sus ganas los tenía que saciar
pagando, no creo que debían haber mujeres para aguantar a tal sujeto y encima
con 35 años. Un día que iba a salir, era viernes, yo llevaba una camisita
ajustada junto con unos jean ajustados también y unos tacos altos, estaba en la
puerta de mi casa esperando a mis amigas que estaban retrasadas, en eso llego
Alejandro, que es como se llama el hermano de mi amiga, estaciono rápido y se
bajo, luego se aproximo a mí y se puso a hablarme, lo había hecho algunas
veces, pero esta vez estaba más animado parecía, me pregunto a donde iba tan
linda y cosas así, al llevarme varia altura, yo le llego más o menos arriba de
su gran panza, el me hablaba mirando para abajo y dejando su mirada clavada en
mis pechos, que llevaba algunos botones desprendidos y dejaba ver una buena
parte de ellos. Estuvo hablándome de cosas sin sentido sin casi ni parpadear,
yo no le daba importancia ya que me daba vergüenza decirle algo, paso un tiempo
y se despidió agachándose un poco para darme un beso, el cual me dio en la
mejilla casi chupándome, fue un asco, pero era medio así el. Luego llegaron mis
amigas y nos fuimos a bailar. Al otro día después de levantarme tarde, me paso
a buscar mi vecina para charlar un rato, entre esto y aquello me contó que
había escuchado a su hermano masturbándose, ambas echamos a reír, ya que yo
también tengo hermanos y los he escuchado, pero de un tipo de 35 años parecía
absurdo. Los días iban pasando, un día vino mi vecina a invitarme a la montaña,
pero debido a mis exámenes, le dije que gracias pero que no podía, me sentí muy
mal por no poder ir, pero tenía que aprobar si o si. Casi no dormía estudiando,
y debido a que en mi casa somos muchos, tenía una pieza de estudio en el patio
de mi casa, ahí pasaba la mayoría del tiempo, recuerdo muy bien que ese
miércoles, no se me podía quedar nada en la cabeza, no sé que me pasaba, era
plena tarde, todos dormían, cuando en silencio escucho un golpe en la casa de
mi vecina, yo sabía que no había nadie, entonces me preocupe, salí de la pieza
de estudio y me subí a un banquito para asomarme por la pequeña pared que
divide nuestros patios, que no es ni de 1.80. No había nadie, cuando me estaba
por bajar oí alguna voces dentro de la casa y pensé que serian ladrones, por
las dudas y por curiosidad me quede un poco más para escuchar y ver. Cuando de
repente sale Alejandro medio desnudo con una mujer, que por su pinta debía ser
una prostituta, él la llevaba del brazo y luego de quedar cerca de su pileta le
dijo -¡¡Vamos zorra, quiero que me chupes la verga acá!! Yo seguía media
escondida tras las ramas de un árbol, mirando la obscena escena, cuando
Alejandro se bajó su traje de baño, entonces apareció su miembro, era enorme,
demasiado gordo parecía mi brazo y estaba como hinchado, la chica, que no debía
ser muy mayor que yo, rápidamente se arrodillo y comenzó una mamada metía y
sacaba ese miembro de gran tamaño de su boca, yo miraba sorprendida de cómo no
le cabía en la boca aquel enorme miembro, Alejandro solo cerraba los ojos, su
rostro demostraba su placer mientras aquella loca le devoraba su miembro el
solo exclamaba -¡¡Ahgg Ahhh! Ahhh! Ahhh! Siii Cometela Todaa Putita Siii
Putitaaaa Asiii Todaaa Ahhh! Ahhh! Ahhh!!! -¡¡Ahhh! Ahhh! Asiii! Asiii!
Chupamela toda Pija Cintia Siiii como te Gustaaa Miii Porongaaa Trolita Daleee
Tragate toda mi pija Putita¡¡Ahhhh!! Ahhhh!! Ahhhh!!, Yo me quede helada al
escuchar su nombre, que era igual al mío, una sensación rara atravesó mi cuerpo
y no podía dejar de mirar estaba boquiabierta sorprendida y ya habían pasados
unos 10 minutos en los que yo estaría ahí viendo. De pronto pude ver que Alejandro
se excitaba más aun, seguramente estaba por acabar, cuando grito -¡¡Ya Acabo
putita abrí la boca Tragate toda mi leche putita lechera!! Saco su enorme
miembro de la boca de ella y la empezó a masturbar, ella permanecía con la boca
abierta esperando la descarga, de pronto empezaron a salir los Abundantes disparos
de semen de su miembro y se los hecho en la boca y en toda la cara, después de
haber descargado todo agarro su miembro y empezó a pasárselo por la cara de
ella y a darle golpes en las mejillas y en los labios con su verga, todo eso
que estaba yo viendo me parecía asqueroso y obsceno. Alejandro tenía cara de
triunfador, de haber gozado de ella como él quería, entonces le dijo -¡¡Ya
putita quedaste bien bañadita de mi leche ahora límpiamela!! Ella como una
orden empezó a limpiar con su lengua aquel enorme miembro y Alejandro cuando
hizo su rostro hacia arriba de placer miro hacia donde estaba yo, yo no sabía
si me estaba mirando pero parecía que si, así que me fui ocultado rápidamente. Yo
sentía una sensación extraña, mi cuerpo emanaba adrenalina por lo que acababa
de presenciar hace unos instantes y en mi mente solo recodaba aquella imagen,
me preocupaba por que quizás Alejandro me habría visto espiándolo, si así fuera
qué pensaría de mi y que le diría para explicarle que hacia viendo. Esa noche
casi no dormí pensando en eso, y la escena asquerosa de esa prostituta
dejándose humillar por algunos billetes. Al otro día no vi que estuviera
Alejandro por ahí, sabía que la familia estaría una semana en la montaña, así
que mejor para mí, para poder evitarlo. Habían pasado varios días, hasta que
llego el viernes, ese día estuve apuradísima, preparando todo, ya que después
de un largo día de cursado, llego a mi casa y salgo a bailar, entre tanto todo
rápido que hice, salí sin llave, no me preocupe mucho ya que siempre había
alguien en mi casa. El problema fue que ese día todos fueron a ayudar a mi papa
con su trabajo, cuando volví a mi casa, en ese día que llovía a más no poder,
me encontré con que no había nadie, y encima sin llave, toda mojada con el
guardapolvos de la facultad, rápidamente decidí sacarme el guardapolvos mojado
para no enfermar y lo metí con las carpetas por una ventana que siempre estaba
media entre abierta, y decidí quedarme bajo techo esperando que llegaran, no
debían tardar tanto supuse. Las horas pasaban y cada vez sentía más frío, ya
que estaba vestida para salir, con una remerita blanca muy escotada cortita que
no tapaba mi ombligo, unos pantalones de jean ajustados y unas sandalias un
poco altas. No sabía qué hacer esperando el regreso de ellos, de pronto pensé
en decirle a mis vecinos que me dejaran entrar por su patio, pero si estaba
Alejandro me diría algo por lo del otro día, así que no me anime y me quede
tomando frío ahí sola. El tiempo pasaba y nadie llegaba a mi casa, entonces tome valor y
decidí ir a pedirle ayuda a los vecinos, corrí hasta al lado y la lluvia me
mojo totalmente por mas que era poco el trecho, toque timbre y nadie salía,
mientras que me seguía mojando, estaba a punto de volver debajo del techo donde
estaba, cuando de repente se abrió la puerta y apareció Alejandro, rápidamente
me miró y me dijo que pasara, yo lo hice sin dudar solo pensando en la lluvia y
el frío. Rápidamente fuimos hacia la cocina, cuando estuvimos en ella, su
mirada se dirigió directamente a mis pechos, eso me molesto mucho, pero supuse
que con el gran escote que tenía no podía quejarme. Luego recorrió mi cuerpo
con la mirada y me dijo que me sentara. Yo lo hice, mientras que el preparaba
café, me di cuenta como volteaba para verme, me devoraba con los ojos. Yo
estaba muy nerviosa e incómoda por lo que lo había visto el otro día y rogaba
que no me dijera nada. Como no quería mirarlo, mire para todos lados, hasta que
me mire a mí y entendí porque me miraba así, mas insistentemente que nunca, es
que la lluvia me había mojado entera mi camisa y esta estaba pegada a mis
pechos, y mis pezones estaban duros por el frío, era obvio que se iba a
deleitar con la mirada. De pronto me pidió que me acercara a probar el café, a
ver si estaba bien de azúcar, yo me acerque muy nerviosa, empecé a probar el
café de a poco, y vi como sus ojos me miraban descaradamente mis pechos, en sus
ojos pude notar su excitación, o mejor dicho se le notaba la calentura, me
miraba tan fijo que parecía que me quería comer mis pechos. Yo luego de probar
el café, bueno en realidad me lo tome todo, porque tenía mucho frío, le pedí
otro, pero que por favor con mas azúcar, entonces el me dijo, que detrás mío
había, yo me di vuelta y abrí la alacena poniéndome en puntas de pie porque no
llegaba, era consciente que él me miraba de atrás y seguramente directamente a
mi cola, pero una extraña sensación atravesaba todo mi cuerpo, el frío había
desaparecido, y el calor se hacía sentir, sentía como mis orejas se ponían
rojas y un calor que me invadía por dentro, dándome sed, mientras que seguía
buscando el azúcar, el dijo de pronto rompiendo el silencio -¡¡Tenes unas
piernas preciosas!! Yo me quede helada, y dijo luego -Espero no te moleste que
te lo diga. Yo totalmente nerviosa conteste – No, estaba inmóvil, sin
saber qué hacer, entonces el dijo -¡¡Y esa cintura!! ¿Vas al gimnasio? Yo le
dije –No. Cortantemente. Paso un rato y no podía encontrar el azúcar, cuando de
nuevo rompió el silencio y dijo -¡¡Y esa cola, discúlpame que te lo diga, pero
es fantástica!! Trague saliva, estaba demasiado nerviosa para contestar algo,
al ver que yo no contestaba siguió hablando -¡¡Tenes un cuerpazo, te deben
decir muchas groserías en la calle!! Yo estaba demasiado incomoda y asentí con
la cabeza, sin saber qué hacer, de pronto el se acerco diciendo -¡A ver, te voy
a ayudar! Y se puso detrás mió y sentí como el muy descarado apoyo su bulto en
mi cola, pude sentir sobre mis nalgas su excitación, el sujeto estaba
aprovechando de mí y yo intente salir de esa situación, pero mi cuerpo no
respondía. De pronto sin perder tiempo dijo sobre mi oído, algo que me dejo
perpleja -¡¡Y Cintia que te pareció como el otro día, esa putita me la estaba
chupando, te gusto por eso observabas con la boca abierta!! Yo me quede
paralizada, muerta de miedo, mi corazón se puso a latir mas, no sabía que decir
ni qué hacer ante aquella aclaración me quede muda, entonces el dijo -¿¿Qué
pasa?? ¿¿No va a decir nada??, Yo seguía muda pero rápidamente detuve las acusaciones
con voz segura y le conteste -¡¡Que te pasa Alejandro, estás loco no se dé que
me hablas, dejame en paz!!, Pero el lejos de soltarme, comenzaron sus manos a
recorrer mi espalda, yo ante el miedo y casi llorando ya, le dije casi
suplicando -¡¡Por favor, soltame, no me hagas nada Alejandro!! Pero creo que
eso lo avivo mas, ya que sus manos comenzaron a recorrer mi cuello y con un
movimiento rápido sus manos me rodearon hasta atrapar mis pechos y me dijo al
oído -¡¡Que buenas tetas tenes Cintia!! Yo ante tal acoso grite -¡¡Ya basta, Soltameeeeeeeeee!!
Pero él seguía en su labor y sus manos me apretaba los pechos fuertemente, los
amasaba fuertemente murmurándome al oído -¡¡Que grandes tetas tenes y que duras
están!! El calor me invadía más ahora que el estaba abusando de mí, no sé
porque, pero estaba media excitada ante tal acoso, pensaba en lo morboso de la
situación; ese tipo mayor, gordo y sucio que casi todas las noches se iba de
putas, y casi ni ellas debían dejarse tocar por él, ahora tenía un cuerpo mucho
más joven y bien formadito para manosear a su antojo, y ese cuerpo era mío, una
chica con 10 años menos que el, debía sentirse en la gloria el maldito. Estuvo
un rato masajeándome los pechos y apretando una y otra vez su paquete contra Mi
cola. Yo estaba excitada, por más que mi cabeza intentaba soltarse de mi
opresor, mi cuerpo no respondía, de pronto una de sus manos se apoyo sobre la
parte superior de mi muslo derecho, de a poco fue bajando hasta poder acariciar
mi hermosa cola, me la acaricio con bravura, yo me di vuelta un momento y vi su
rostro enfermizo, parecía un lunático, su boca abierta casi babeando delataba
un placer morboso, Alejandro con casi un grito me dijo -¡¡Vamos pará el culo
Cintia!! Yo con miedo lo hice y me puse mas en punta de pies, mientras que
comenzaba a llorar lentamente, el se reía y decía -¡¡Eso, muéstrame el rico
culo que tenes!! Mientras seguía admirando mi cola, tomo mis nalgas, las
separó y siguió apoyando mas fuerte su bulto sobre la línea de mi cola, yo
podía notar las palpitaciones de su excitado miembro, mientras mi hermosa cola
se enterraba bajo su enorme barriga. Me tomó de las caderas y me seguía
apoyando su paquete con fuerza, ya después de un rato me dijo -¡¡Vamos, move
suavemente tu culo contra mi pedazo!! Yo no podía casi controlar a mi cuerpo
que se sentía más excitado aun y con un poco de miedo obedecí, pare lo mas que
pude la cola y la empecé a mover suavemente de lado a lado sintiendo todo su
miembro duro en mi pantalón, no sé porque, pero se me dio por voltearme a ver
su rostro un instante; y vi como Alejandro se veía que disfrutaba mas y mas. Yo
con un poco de miedo, deje de moverme, pero el rápidamente me grito -¡¿Qué
pasa?!, no he dicho que pares, ¡sigue meneando el culo perra rica! Yo entre
lágrimas le dije defendiéndome y gritándole -¡¡Basta, dejame y no me digas así Forro!!
Pero él se reía y me decía -¡Te digo como quiero puta...no eres más que una
pendeja puta que tiene un cuerpazo y yo voy a disfrutarlo! Yo lloraba al
escuchar decir todo eso sobre mí, pero mi cuerpo estaba totalmente encendido y
no podía hacer nada para evitarlo, la sensación extraña atravesaba todo mi
cuerpo, no podía creer la situación de estar con el hermano de mi mejor amiga,
siendo un sujeto que no era ni siquiera atractivo y estando yo con mi pantalón
súper ajustado siendo apoyada totalmente y mi camisa blusa mojada que se pegaba
a mis pechos y parada sobre mis altos tacos. Mientras que el me miraba, sonreía
de manera enfermiza. Mientras que seguía apoyándome y me decía al oído -¡Estas
muy buena Cintia! De pronto me tomó por la cintura y me volteo violentamente,
quedando a la altura de su pecho, siendo el mucho más alto que yo, rápidamente
sus manos se metieron debajo de mi camisa para apretarme los pechos, yo lloraba
ante el abuso y sentía sus fuertes apretones que despertaban poco a poco mis
pezones; el al darse cuenta rápidamente de la erección de ellos, me dijo -¿Te
gusta que te manoseen las tetas putita? Yo no respondí, pero sentí que mi cara
se sonrojo, era evidente que eso le había contestado, en un movimiento rápido
sus manos me despojaron de mi camisa y mi corpiño, intente cubrirme, pero él
estaba muy cerca y mis manos no las podía levantar, el se quedo boca abierto
mirándome un rato mis enormes Senos con aureolas grandes y pezones rosados bien
erectos y luego dijo en tono eufórico -¡¡Que buenas tetas Cintia, son mejor de
lo que creía!! Y luego de esto me las apretó con fuerza, mientras que comenzó a
lamerlas descontroladamente, luego de aprovechar mucho de mis pechos, los soltó
y sus manotas se fueron a mi cola, me la apretaba y manoseaba violentamente, mientras
que me miraba y me decía sonriendo vilmente -¡¡Que culo tenes, que bueno esta,
tenes un culazo ...¿te gusta que te toquen el culo? Yo ahora no sentía nada, ni
tampoco tenía ganas de que lo hiciera, odiaba esa forma de tratarme, pero mi
cuerpo parecía que no. Como pude le grité -¡¡Ya basta!!! ¡¡Soltame no estás
bien, por favor!! Pero él se reía y me decía -¡Que puta que sos, me decís que
pare, pero estas más caliente que yo!! ¡¡Te mereces un regalito!! ¿Te gustaría
que te premie con mi lechita? Yo lloraba más y más, pero Alejandro seguía y
comenzó a desabrochar su cinturón y cuando se iba a desabrochar el pantalón, me
tomo una de mis manos y me dijo -¡¡Vamos Cintia, busca lo que te gusta!! Yo
estaba asustada completamente, pero no me podía resistir tanto, no sé porque, él
siguió llevando mi mano hasta llegar a su gran bulto de sus pantalones, yo
estaba como ida ante la situación, no quería pensar, solo quería irme, mientras
que sentía esa barra de carne palpitaba y estaba muy caliente. De pronto, el me
tomó de la barbilla y me dio un beso violento, su asquerosa lengua se metió por
completo en mi boca y se enredo con la mía, yo me lo intente sacar de encima y
lo logré, pero el luego lamió mi cara y mis lagrimas, era totalmente asqueroso
y humillante. Poco a poco, me fue llevando hacia la mesa, yo intentaba pelear
contra mi cuerpo y el suyo, para soltarme, pero no podía, no sabía porque,
cuando llegamos cerca de la mesa, el me inclino sobre la mesa, dejándome
apoyada casi en un vértice de la mesa, mi cabeza colgaba hacia abajo y mi cola
apuntaba al cielo por el otro lado. Mientras me acariciaba mi cola, el muy vil,
sacó su miembro, que era totalmente venoso y gordo, luego lo acercó a mi cara,
para empezar a darme pequeños golpes con ella, yo no paraba de llorar, era muy
humillante y el gozaba mas y mas, diciéndome en tono de burla -¿Qué te parece como me tenes
perrita? Yo solo gimoteaba rechazo y asco, pero estaba muy atragantada con mis lágrimas,
sus manotas de pronto comenzaron a darme unos fuertes palmazos en mi cola, que
lo tenía obsesionado, podía sentirlo en los apretones o palmadas que me daba. De
pronto se fue y se paró detrás mío, yo lloraba constantemente, entonces el
maldito de pronto desprendió mi pantalón, yo ahí supe que no había vuelta atrás,
el maldito iba a violarme y con ese pedazo de pija cuando me cogiera la concha seguro iba hacerme su puta ya que
nunca me cogieron con una pija tan grande y tan gorda, y mi cuerpo no respondía
para negarme, solo mi cabeza, bajó mi pantalón suavemente, yo me di vueltas
como puede y lo vi como estaba mirándome la cola fijamente, luego su mano
acaricio mi entre pierna sintiendo los jugos de mi cuerpo, el se rió y me dijo
algo que me hizo entender todo -¡¡Ahhhh, que caliente estas!! ¡¡Esas pastillas
que te puse en el café, funcionaron a la perfección!! Yo al escuchar eso,
comencé a llorar mas y a insultarlo, era verdad sentía mucho calor y
excitación, pero mi cabeza no, era mi cuerpo, era obvio que él sabía que mi
cuerpo buscaría saciarse, la situación era indignante, pero no había nada que
hacer, el hasta seguía riéndose de mi desgracia y me decía -¡¡Que precioso culo
tenes Cintia!! Al terminar de decir eso, agarro gordo miembro ya muy duro y
empezó a darme golpes en mis nalgas y con la otra mano me las manoseaba, de
pronto se detuvo y en un movimiento rápido, jalo de los tirantes de mi tanga y
la bajo hasta mis tobillos, se quedo quieto un segundo y acotó -¡¡Que culo
tenes Cintia, está bien rico páralo y volvelo a menear!! Y me dio una fuerte
nalgada, yo con mucho miedo comencé a moverlo en círculos, pero fue por muy
poco tiempo ya que el rápidamente tomo mis nalgas con sus manotas y puso la
punta de su gordo miembro en la entrada de mi vagina y poco a poco comenzó a
abrirse paso, yo me quede estática, así que poco a poco fue metiendo su miembro
dentro de mi vagina y el dolor comenzó a subir, estaba muy gorda para mí y me
hizo gritar de dolor -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!, Diooos Mioooo Noooo, ¡¡sacala
Forro Ay Es Enorme Me vas a matar!! ¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!! El
metió hasta el final su miembro dentro mío y dijo medio entre cortado -¡¡Ahhhhhhhh!
Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! que apretadita estas, que rico me la aprieta Ahhhhhh!! Yo
sentía un dolor fuerte y un poco de falta de aire, sentía como su miembro
parecía que me partía pero mi cuerpo parecía gustarle más y rápidamente mis
pezones se pusieron muy duros y por momentos se me pasaba por la cabeza, el
sentirme tan deseada. En un movimiento rápido voltee hacia atrás y pude ver
prenda intima en el suelo y mis piernas abiertas, realmente me tenia totalmente
expuesta para él, estaba a su total disposición, después me tomo por las
caderas y empezó a penetrarme lentamente y de pronto comenzó a hacerlo cada vez
más rápido, sentía como con cada embestida de ese miembro gordo y grande me
llenaba. No podía casi contener a mi cuerpo que estaba cada vez más cerca del
orgasmo, era obvio que lo que me había puesto era muy fuerte, porque no podía
casi ni pensar y poco a poco comencé a gemir para su asquerosa satisfacción -¡¡Ahhhhh
Ahhhhh Ahhhhhh!! Asi Ahhhhhhh Oh Siii Asii Asiii Oohhh!! Oohhh!! Oohhh!! ¡¡Ahhhhh
Ahhhhh Ahhhhhh!!, El al escucharme aceleraba sus embestidas y me embestía con
mucha fuerza, sentí que me partía por dentro, era un dolor de extraña
sensación, en eso el maldito agarro mis nalgas y empezó a moverla rítmicamente
hacia su miembro mientras que me decía -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! que
rico que coges Cintia, estas mejor que una puta de lujo, nadie me había
excitado tanto, vamos move el culo Asiiii Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!!! Yo
lloraba al escuchar sus insultos, pero mi cuerpo seguía fiel a su objetivo de
terminar. Me habrá estado cogiendo cerca 20 minutos, ya me había acostumbrado a
mis gemidos y al ruido que provocaba mis nalgas al chocar con su vientre, con
un movimiento rápido, me tomó de los brazos y los jalo hacia atrás y así en esa
pose me comenzó a coger con mucha fuerza, metía y sacaba su miembro de mi ser
de una manera increíble y dolorosa para mi, mientras que el entre gemidos decía
-¡¡Ahhhhh Que Bonita Te Vez Asiiiii Disfrutandooloo como una putita!! No tardo
en venirse pronto ahora en esta posición y yo también, llorando al sentirme tan
culpable y sucia, el sabia como debía sentirme ya que me dijo al oído
suavemente -¡¡Disfruta tu venida Cintia, se que te gusto!! Yo tenía mucho odio,
me sentía totalmente humillada, pero mi cuerpo en lugar de volver a la
normalidad subía cada vez más su temperatura, el debía saberlo, porque
rápidamente y sin perder tiempo subió mi tanga junto con mi pantalón
refregándome bien mi cola y me tomo del brazo dirigiéndonos adentro de la casa,
yo gimoteaba y lo insultaba intentando safarme, pero su fuerza era muchísimo más
que la mía y su tamaño ni hablar, llegamos rápido a un cuarto, que obviamente
era el suyo, toda la pieza estaba lleno de fotos de mujeres semi desnudas o
desnudas, el olor era bastante pesado y una sola cama. Rápidamente me tomo por
la cintura, me giró y me metió un beso asqueroso moviendo a todo lo que daba su
lengua contra la mía, sus manos bajaron hasta agarrarme fuerte de los cachetes
de mi cola y me apretó contra él para comenzar a moverme contra su bulto, me
estaba refregando vilmente mientras que su boca parecía que succionaba la mía,
era algo totalmente espantoso. De pronto, sus manos soltaron mi cola y se
pusieron sobre mis hombros, yo seguía inmóvil, entonces el dejo de besarme y me
dijo con un grito -¡¡Vamos ponete de rodillas putita!! Y luego me hizo a
arrodillar empujando de mis hombros, yo aunque intente resistirme, el me tenía
con muchísima más fuerza que la que yo podía llegar a hacer, así que quede a
sus pies, su miembro estaba gordo y muy duro, el al tenerme totalmente sometida
siguió humillándome, dándome golpes en mi cara con su miembro, que parecía un
machete de lo duro que estaba, yo lo miraba completamente asustada y llorando,
hasta que él se detuvo, pero luego volvió a la carga, se tomó su hinchado
miembro y me empezó a golpear mis pechos, mientras que con la otra mano me las
apretaba fuertemente, después de unos minutos se detuvo y se inclino un poco
hasta poner su miembro a la altura de mis pechos y me dijo -¡¡Vamos bebe, ahora
dame un buen masaje con esas tetotas que tenes!! Yo no sabía qué hacer, pero su
miembro en mi canalete lo daba por sobre entendido, así que llorando mas y mas,
me tome los pechos y los junte contra su miembro, sin hacer nada mas, pero el
rápidamente comenzó a mover su miembro y también agarrándome mis pechos impuso
un vaivén lento y humillante, mientras que gozaba terriblemente y entre gozos
me decía -¡¡Qué bien lo estás haciendo putita, me volvés loco con estas tetas!!
Estuvo un buen rato así gozando de mis pechos y del masaje que estos le hacían,
entonces tomo su miembro y lo apunto a mi boca, teniéndome la cabeza, yo me
ahogue y casi vomito, el olor era bastante fuerte, pero no tenía otra opción que
chupar ese miembro, ya que él me tomó la cabeza con las dos manos y empezó a
moverse rítmicamente, me estaba cogiendo la boca con un movimiento que me
lastimaba al ser tan gruesa, me dolía mucho y comencé a intentar pellizcarlo y
golpearlo para que parara, pero él se rió y me dijo mirándome fijamente -¡¡No, aguanta,
ahora no!! Y siguió aun un poco más rápido, yo sufría mucho y los costados de
mi boca me dolían de tan estirados que estaban, el comenzó a tirarme de los
pelos, mientras movía mi cabeza para adelante y atrás aumentando el dolor, yo
pensé que me desmayaría, no sé cuánto tiempo fue que estuvo así pero pareció
una eternidad, hasta que paro y dio un último empujón metiendo su miembro lo más
adentro posible de mi boca y acabó. Parecía que me ahogaba mientras me entraba
el semen directo al estómago y estuvo como cinco minutos así para asegurarse
que tragara todo. El sonreía con aires de victoria y mirándome burlonamente me
dijo -¡¡Hoy te voy a matar a pijazos perra!! Yo lloraba y lo miraba fijamente,
con mucho odio al saber que él debía sentirse un ganador, al poder tenerme
absolutamente impotente entre sus manos, para hacerme lo que quisiera y cuantas
veces quisiera, estaba en sus manos para gozarme a voluntad. Luego sin mediar
palabra, me levanto y con un fuerte empujón me tiró sobre la cama, yo me asuste
por la violencia y sabiendo que volvería a violarme, pero eso a mi cuerpo lo
excitaba mas y mas y sentía que cada vez le gustaba más sentirse dominado, yo
casi temblaba de miedo mirando como él se acariciaba su gordo miembro y lo
masturbaba lentamente, mientras se deleitaba mirando mi cuerpo con esa cara de
enfermo depravado. Luego con su voz fuerte me dijo -¡¡Vamos pendeja, sacate el
pantalón y abrite de piernas!! Yo temblaba y lentamente lo iba haciendo,
mientras el miraba babeando casi, luego con mucho miedo y vergüenza, abrí mis
piernas lentamente, doblando mis rodillas, yo cerré los ojos fuertemente y le
di a entender que mi exuberante cuerpo sobre la cama, en esos momentos era
suyo. Mis lagrimas caían por mi rostro mientras que mi cuerpo pedía a gritos un
desahogo, el se acomodo casi sobre mí, lo podía sentir sudando y agitado ya con
excitación incontrolable, y luego sentí la punta de su miembro en la entrada de
mi vagina, el calor se animo en mi interior y el aprovecho para hundir todo su
enorme miembro en mí, sentí caer su barriga sobre mi vientre, su peluda y tosca
piel se aplastaba con presión a mis muslos. Su respiración era cada vez más
agitada y ansiosa, parecía un perro desesperado. La situación de que me gozara
Alejandro, con su cara de estúpido, su morbo asqueroso por las prostitutas,
siendo mucho mayor que yo, regordete y muy feo; me hacia llorar cada vez mas y
me daba ganas de matarlo si pudiera. El empezó un vaivén más o menos rápido y
mi cuerpo reaccionaba internamente a sus embistes, y en bajo mis gemidos se
empezaban a escaparse de mi boca -¡¡Mmmmm!! ¡¡Ahhhhhhh!! Cada vez gemía mas
fuerte mientras que mis lagrimas recorrían mis mejillas, el al darse cuenta de
mis gemidos y mi dolor interno aprovecho y entre risas de burla me decía, -¡¡Ahhhhhhggggg
Cintia, ahora es tarde, tu increíble cuerpo ya es mío...sentí como te
cojo....!! El dolor que me causaban sus palabras era imposible de describir,
solo quería que esta pesadilla terminara, cuando él se detuvo de pronto, saco
su miembro, se hizo para atrás y tomándome de los tobillos, junto mis piernas y
las puso cada una sobre cada uno de sus hombros y luego empezó con sus embistes
pero mucho más fuertes que antes, el ritmo era salvaje y violento y yo gritaba más
que gemir -¡¡Ahhhhhyyy!! ¡¡Ahhhhhyyy!! ¡¡Ahhhhhyyy!! El transpiraba cada vez
mas y gemía fuertemente mientras que me decía -¡¡Eso Cintia, sos mi puta!! ¡¡Me
encanta ver cómo te saltan tus tetas, vamos gritá puta, gritá!! El se movía
contra mi cuerpo con un deseo y odio parecía que me hacía sentirle más miedo.
Cuando de repente tiro mis piernas sobre mí, quedando casi encima mío y
acelerando aun más la penetración, su cara de gozo y su transpiración eran
demasiado espantosas, el debía suponerlo porque me miraba y se reía vilmente,
hasta que de pronto el maldito me escupió, logrando que su saliva cayera en mi
rostro, yo llore con furia ante esa inmunda humillación, y el debió darse cuenta
porque volvió a escupirme, pero esta vez haciendo que su saliva cayera en mis
pechos, la humillación era demasiada, pero él se excitaba mas y mas, porque
aceleraba sus embestidas y saltaba contra mi haciendo que me muriera de dolor y
humillante placer, se reía vilmente y me decía -¡¡Vamos, juntate tus tetas,
apretatelas!! Yo con lagrimas en los ojos, lo hice mientras que el gemía cada
vez mas y yo poco a poco también iba sintiendo mucho calor, era evidente que
iba a llegar a un orgasmo -¡¡Ahhhhhhhhffff!! ¡¡Ahhhhh!! ¡¡Ahhhhh!! ¡¡Ahhh!gggggggg!!
El de pronto en un movimiento rápido se salió de mi, dejando mi orgasmo sin
terminar, se puso al costado mío y se masturbó sobre mis pechos, acabando
rápidamente sobre ellos y salpicando mi cara, yo lloraba cada vez más, y el
disfrutaba con mi llanto, ya que luego comenzó a golpearme con su miembro casi
muerto y a pasármelo por mis pechos y cara, lo refregó por toda mi cara, mis
ojos, nariz, barbilla, etc. Era muy espantoso como me disfrutaba ese gordo
inmundo, yo lloraba sin consuelo, mientras que mi cuerpo seguía sintiendo ese
calor descontrolado. Luego se acostó al lado mío, con su respiración agitada y
suspirando seguramente después del terrible orgasmo que acaba de tener, no sé cuánto
tiempo estuve en silencio llorando, mientras que el recuperaba su respiración
normal, cuando de pronto, me tomo de la muñeca, me levantó de un tirón de la
cama y yo intente soltarme pero me tenía muy fuerte y me llevo hacia el baño,
donde me paso agua por la cara y me limpio todo su asqueroso liquido. Luego me
tapo la boca y me dijo al oído -¡¡Todavía tengo mucha leche para darte putita!!
Yo llore con más intensidad, de saber como el maldito se iba a seguir
aprovechando de mi cuerpo y como yo no podía hacer nada para impedírselo, y lo
peor de todo es que mi cuerpo quería recibirlo, estaba todavía muy excitada,
sin lugar a dudas lo que me había puesto en el café era muy fuerte, y mi cuerpo
me lo hacía notar. De pronto antes de entrar a su cuarto nos detuvimos y
apoyándome su bulto en mi cola me dijo al oído -¡Ahora Cintia si queres irte vas a entrar, te vas a poner en cuatro
patas y cuando yo entre me vas a pedir que te coja! Yo solté otro llanto
más fuerte y negué hacerlo con mi cabeza, entonces él me agarro fuertemente del
cuello y me dijo en tono mucho más fuerte y violento -¡¡Si no lo haces, te juro que te rompo el rico culo que tenes!! Yo
trague saliva y acepte su asquerosa propuesta con mucho miedo ante su amenaza,
entre a la habitación y tal cual él me había pedido me puse en cuatro patas
sobre su cama gire mi cabeza y le dije en tono bajo –Cogeme. El entro al cuarto con su miembro más o menos duro y me
dijo –¿Cómo me dijiste, no te escuche,
decilo más fuerte y por favor? Yo entre llantos y con muchísima bronca
le grite -¡¡Dale Alejandro por favor Cogeme!!
Y me largue a llorar más todavía, luego sentí como se colocaba detrás mío
tomándome mis glúteos y manoseándolos fuertemente, para luego empezar a
golpearme con su miembro. Cada vez se sentía más duro, mientras que sentía que
mi calor cada vez aumentaba mas, necesitaba terminar mi orgasmo, no podía casi
pensar, y de pronto sentí como metió su miembro en mi vagina de un tirón
haciéndome caer mi cara sobre el colchón y empezar aunque no quisiera a sentir más
calor en mi ser. El comenzó un vaivén cada vez más agresivo y mi calor era cada
vez más grande, tan grande que no pude contener ni un solo gemido –¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh!!
¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!!
¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! Alejandro me embestía
cada vez con más fuerza y gemía también mientras que por ahí me gritaba -¡¡Como te gusta rica, sos increíble sentí
como te cojo!! Aunque sus palabras eran ofensas, en esos momentos yo no
podía contenerme y las sentía como algo más y gritaba también -¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!
¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! No sé cuánto tiempo estuvo dándome sin parar
hasta terminar llenándome completamente y yo gritando aliviada del orgasmo que
acababa de tener, caí rendida en la cama llorando, pero sintiendo que por fin
había apagado mi calor interior. El también cayó rendido a mi lado, con una
sonrisa que no podía disimular y me dijo -¡¡Hora de que te vayas a tu casa, ya deben haber vuelto!! Con
lagrimas en los ojos y con ganas de matarlo me levante rápidamente, y fui
corriendo al comedor busque mi ropa y salí muerta de frío, sintiéndome una
basura asquerosa, toque rápido timbre en mi casa y entre sin hablar
directamente a darme un baño, sintiéndome sucia. Pasaron unas semanas y yo
pensaba todo el tiempo en que hacer, tenía pensado denunciarlo al maldito, pero
me daba miedo ir y exponerme en la policía, no sabía qué hacer, casi no salía
de mi casa, estaba retraída, solo estudiando. De repente un día salieron todos
a comer en mi casa, yo como retraída no quise ir, tenía que estudiar y no tenia
ánimos de salir, no habrá pasado 10 minutos de que se marcharon mis padres y
hermanos y sonó el teléfono de mi casa, atendí el teléfono casi temblando ya
que sabia quien podía ser y acerté, era Alejandro a penas atendí me dijo -¡¡Hola rica, prepárate, ponete ropa bien de
putita que voy para romperte un poco!! Yo temblando saque coraje de
donde no tenia y comencé a insultarlo y decirle que lo iba a denunciar,
entonces en ese momento se hizo un silencio total y él me dijo -¡¡Anda al patio de tu casa agarra el sobre
que hay y miralo, después ponete ropa de putita y esperame!! Y me corto…
Yo estaba temblando pero sin dudar hice lo que me había dicho, abrí el paquete
y tenía un VHS, era de esperar supuse y casi no podía parar de temblar cuando
lo empecé a ver, era la cinta de cuando yo le había pedido que me cogiera,
estaba esa parte no más, me senté en el sofá poniéndome a llorar completamente
sin saber qué hacer. Con mucho miedo me quede a esperar, no me cambie de ropa
porque tenía puesto un jean ajustado y una remerita ajustada rosada, era
suficiente pensé. El tiempo pasaba con cuenta gotas cuando de repente siento un
ruido en el patio, los pelos se me erizaron y de repente siento la puerta del
patio abrirse lentamente, me entra el pánico completo y empiezo a llorar sin
saber qué hacer, hasta que lo veo llegar con su cara de enfermo total y
tocándose su bulto, todo sucio y bastante sudado, instintivamente le dije -¡¡Por favor ya basta, no me hagas nada más!!
El muestra una mueca de sonrisa y se pone delante mío sin decir ni una
palabra, yo estaba temblando de miedo cuando de repente me toma por la cintura
y me da vuelta violentamente, luego me apoya su miembro en mi hermosa cola y
sus manos toman mis pechos y empieza a manosearme entera mientras jadea en mi
nuca, yo seguía llorando pero esta vez de odio e impotencia, el no decía nada y
punteaba mi cola con su miembro, estaba muy caliente podía sentirlo cuando de
repente me dijo casi sin aliento y entre medio de jadeos -¡¡Quiero tu hermoso culito Cintia, quiero
sentirlo mío, ya tengo el de tu madre, ahora quiero el tuyo Jajajajaja!! Yo
entre en pánico y empecé a forcejear y gritar, cuando el de repente me tomo de
la nuca con una de sus grandes manos y me apretó obligándome a callar, cuando
me soltó le dije -¡¡Hijo de puta ni en
tus sueños vas a tener eso y mi madre te odia por baboso pajero de mierda!! El
me empujo contra el sillón en el cual quede sentada y me dijo en tono serio -¡¿Vamos a hacer un trato queres!? Muchas
opciones no tenia así que le dije –Bueno.
El sonrió y dijo -¡¡Si comprobas que me
cojo a tu madre por el culo, vos me lo vas a entregar y hacer todo lo que yo te
diga, y si no es así, yo no te molesto nunca más en tu vida!! Yo me
quede helada ante su trato, y mi cabeza daba vueltas a mil porque se sentía muy
seguro de sí, pero mi madre se que no podía hacerlo, ella es muy linda y tiene
una cola hermosa, que es la que yo he heredado, solamente que con la edad ella
la tiene más grande e igual de parada que yo, no podía ser que este asqueroso
gordo obseso pudiera llegar a tenerla y menos a su hermosa cola. Con tono
desafiante le conteste entonces -¡¡Dale
Forro es un trato y me dejaras de molestar para siempre!! El se rio de
una manera exagerada y entre risas me dijo -¡¡Prepárate porque a tu culito me lo voy a comer todo, el viernes vení
antes de la facultad a la mañana entra en silencio y anda a la pieza del fondo,
nos vemos putita y prepárate!! Luego salió al patio rápidamente riendo
fuertemente y dejándome totalmente desconcertada con lo que acaba de decir y
con mucho miedo si eso era verdad. Los días pasaban lentamente y eso que me
había dicho daba vueltas en mi cabeza mientras todos los días miraba a mi madre
con intriga, aunque al ver su enorme cola y su fina cintura hacían una figura
inalcanzable para muchos sujetos, mas para un gordo desagradable y baboso. La
semana se me paso volando y llegando el jueves a la noche yo no podía dormir
pensando en las palabras que me había dicho Alejandro, al otro día fui a la
facultad pero me volví 2 horas antes tal como me había dicho, cuando estaba
llegando a mi casa el corazón casi se me salía del pecho en una mezcla de miedo
e intriga que no me dejaba respirar casi, entre mi casa sigilosamente y con el
mayor de los cuidados, casi no respiraba cuando llegue a la puerta de la
habitación de mis padres, que estaba media abierta dejando solo el espacio
justo para poder ver la cama, estaba asustada y no sabía con lo que me iba a
encontrar. Me arme de valor y me asome, no sé cómo explicar lo que sentí en ese
momento, me quede paralizada y horrorizada al ver a mi madre tirada boca abajo
sobre la cama, tenía un cojín en el estomago lo que hacía que su hermosa cola se
parara de una manera descomunal hacia el techo, ella tenía agarradas las
sabanas con las manos y pude notar como mordía el otro cojín de la cama
mientras, pese a sus ojos cerrados, sus lagrimas recorrían sus mejillas. Sobre
ella, la figura del gordo asqueroso de Alejandro, arremetía con fuerza contra
el cuerpo de mi madre. --¡Eso puta,
quiero que te la sientas bien en el culo! Mi madre gritaba
descontroladamente, lo que agitaba y excitaba aun más al maldito, ella empezó a
gritarle -¡¡AaaaaAhhhhhhhh! Ahhhhhhhh!
Ahhhhhhhh!!......Aaaaaaaaaayyy....deja mi culo, por favor me duele dejame
maldito, ya no aguanto más!! --¿A
quién crees que engañas?, Sé muy bien que té está gustando, si me pides que te
suelte es para calentarme, que te gusta más duro— Me sentía confundida y
asustada, por un lado mi madre rogaba que la dejara, y por otra levantaba cada
vez más su cola respondiendo a los fuertes embistes de ese maldito. No podía
creer lo que estaba viendo, mi madre, siendo cogida por un sujeto gordo, feo y
baboso al que ella decía que odiaba. Cuando el gordo acabo dentro de mi madre,
salió de ella y se tiro al costado totalmente satisfecho, mientras que mi madre
recuperaba el aliento y descansaba No aguante más, la rabia que sentía era
imposible de describir, así que salí rápido de mi casa a intentar pensar en el
porqué de todo esto. Sentada en la plaza no me podía explicar como una mujer
linda como mi madre se dejara coger por el asqueroso gordo ese. Pero lo que
luego me aterro mas es saber que el ahora iba a intentar tenerme a toda costa.
Volví a mi casa como a la hora que salgo de la facultad como si nada hubiera
pasado, miraba a mi madre con desconfianza y pensando en lo sucia y asquerosa
que era de dejarse ultrajar por el asqueroso de Alejandro además de engañar a
mi padre que eso era muchísimo peor, pero no podía decir nada. Comí temprano y
me acosté para no pensar en nada. Los días pasaban lentamente y yo me sentía
con miedo interno, Alejandro gracias a Dios no me había vuelto a molestar pero
estaba seguro que pronto lo haría, cuando llego el viernes mi padre y mis
hermanos iban a irse a ver una carrera a una ciudad vecina así que salieron a
la madrugada, yo fui a la facultad y cuando volví mi madre estaba algo nerviosa
y me dijo –¡Mira te compre ropa! Yo
me sorprendí un poco pero rápidamente fui a ver las bolsas, había de todo, un
jean celeste ajustado muy lindo, unas sandalias muy lindas y una remerita muy
chiquita que dejaba toda mi panza al aire y parte de mis pechos porque era
también muy escotada, era muy chiquita, rápidamente me probé toda la ropa y me venía
muy bien, me encantaba, fui y abrace a mi madre dándole las gracias, ella
sonrió con una rareza en la cara difícil de describir, y me dijo –Ya está hecha la comida vamos a comer. Mi
madre estaba cortante y parecía nerviosa, no hablaba mucho y yo no sabía que
decirle, era como tensa la situación, a penas terminamos de comer me dijo –Cintia esta noche me junto con unas
compañeras de trabajo ¿No tenes problema en quedarte a cuidar la casa? Yo
contestes que no había problema y ella se paro rápidamente y se fue como rápido
a su habitación. Yo ese día tuve
que estudiar mucho y no podía parar ni un minuto, así que mi cabeza estaba
concentrada totalmente en la materia que tenía que rendir en unos días, la
noche fue llegando y mi madre salió como a las siete de la tarde, ni se
despidió de mi, algo raro pero podía ser que estaba apurada supuse. Habrá
pasado como media hora y no me había dado cuenta que estaba vestida con la ropa
que me había comprado mama en ese día, así que entre a mi casa a cambiarme,
cuando de repente escuche la cerradura de la puerta y creí que era mi madre que
había vuelto porque se había olvidado algo, fui hacia la puerta y cuando se
termino de abrir, apareció Alejandro que al verme tan cerca, cerró la puerta
rápidamente y sonrió vilmente mirándome de arriba abajo, yo me quede helada,
como podía ser que el maldito tenia la llave de mi casa y rápidamente me
imagine lo peor. Yo empecé a retroceder, y el venia mirándome con esa cara de
depravado que me desvestía con la mirada, cuando llegue al living, el sonrió y
me dijo -¡¡Ven acá Cintia, donde mis
manos te alcancen!! ¡¡Viste como tuve a tu madre complaciéndome, ahora te toca
a vos putita!!! Yo estalle en llanto y tenía razón, no podía romper el
trato, aunque lo hiciera estábamos los dos solos y me tomaría de cualquier
modo, así que trague saliva y con movimientos lentos me acerque a él con miedo
pero sin tener otra opción. Rápidamente agarro mis pechos y los apretó sobre mi
remerita blanca diminuta apretándolos fuertemente, y casi babeando con cara de
desesperado. Luego largo una carcajada y me dijo. -¡¡Vamos a tu pieza Cin que te quiero romper toda ahí!! El
caminaba detrás mío, seguramente mirando mi cola, cuando estábamos entrando en
mi habitación, me agarro del brazo y me arrojó sobre mi cama, caí de espaldas,
dominada, gire mi cabeza para verlo y su pantalón ya estaba abajo y con su
miembro en su mano, se masturbaba lentamente, mientras se deleitaba mirando mi
cuerpo con esa mueca enfermiza que tanto me asustaba. Rápidamente se subió casi
sobre mí, tomo mi pantalón y con desesperación lo desprendió para luego
sacármelo por completo, dejándome con mi cola al aire, totalmente levantada
sobre la cama, solamente con una tanguita blanca que tenia, la vista debía ser
muy buena ya que como podía con mi cabeza hacia el costado podía verlo detrás
mío, con su cara de depravado, mientras se tocaba, yo lloraba mirándolo por el
espejo, ahí atrás mío al maldito gordo putañero, iba a disfrutar de mi cuerpo
una vez más. De pronto el completamente excitado agarro mi tanga y me la
arranco hacia arriba, casi levantándome de la cama con el tirón, yo cerré los
ojos ya sabiendo que lo inevitable pasaría, cuando poco a poco siento como su
cuerpo se va posando sobre el mío, me siento totalmente sometida bajo el, sus
dedos se paseaban por mi virgen agujero posterior, cuando de pronto me dice al
oído jadeando. -¡¡Te voy a desflorar el
culo perrita! Y poco a poco empecé a sentir como restregaba su glande
contra mi ano, yo llorando y sabiendo que nada cambiaría intente lo ultimo y le
dije en voz baja. -¡No! ¡Por favor
Alejandro, no! El solo rio, y sentí su miembro hundirse hasta la mitad,
quede muda, y no fue sino hasta que me lo termino de enterrar de una sola vez y
sentir sus peludas bolas entre mis nalgas; cuando emití un fuerte grito de
dolor. El dolor me inundo, y grite muy fuerte -¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhh!! ¡¡Me Dueleeee!! ¡¡Sacala gordo
asqueroso!! ¡¡Ayyyyyy me duele para un poco que me estas partiendo!! Pero
lejos de detenerlo mis gritos parecieron incentivar sus embistes, se
convirtieron rápidamente en frenéticas puñaladas, mientras que me gritaba -¡¡Que culito más apretado putita, sentila
toda adentro!! ¡¡Aaaaaaaagggghhhh!! -¡Me gustaría que el forro de tu novio me Vea
ahora, rompiéndote el culo! ¡¡Aaaaaaaarrggg!! ¡¡Aaaaaaaarrggg!! Me
embistió de tal manera que sentí que me partía, llego más adentro que nunca y
fue tal el dolor que me provoco convulsiones casi, estaba sufriendo como nunca
en toda mi vida. No sé cuánto
tiempo habrá estado embistiéndome, porque casi perdí el conocimiento, sus
jadeos eran cada vez más fuertes, hasta que termino, llenando mi cola de su
asqueroso líquido. Luego saco su
miembro y se acostó al lado mío totalmente agitado, mientras me decía entre
jadeos -¡¡Ahí tenes toda la mi leche en
tu culito puta!! ¡¡La verdad tenes un culazo, como el de tu madre y ahora me he
Cogido por la cola a las dos!! Y luego se reía a carcajadas. Yo
recordaba todo y lloraba, sintiéndome humillada y abusada mi propia cama, ese
gordo asqueroso me había abusado como también lo hacía con mi madre, había
hecho lo que quería conmigo y seguramente estaba más que satisfecho el maldito.
Después de un rato de silencio sepulcral me dijo -¡¡Prepárate Cintia porque ahora sos mía y pienso disfrutarte!! Yo
me lleve las manos a la cara y llore; de vergüenza; de rabia; no lo sé, solo sé
que llore desnuda sobre la cama, mientras sentía que mi cola me ardía mucho. Y
pensaba como ese gordo pajero había abusando de mí; ese pajero que no hacía más
que contratar putas noche tras noche, esas putas de cuarta categoría, gordas la
mayoría. Pero esta vez había gozado de mi cuerpo, un cuerpazo como muchos
decían por ahí, un cuerpo joven y hermoso de los que seguramente en su vida
pensó que iba a gozar; y yo sentía un odio profundo con él, aunque una
sensación de negación atravesaba mi cuerpo y era saber si había gozado o me
estaba mintiendo a mí misma. Mientras pensaba Alejandro no perdía el tiempo y
rápidamente, ya estaba encima mío casi, agarrando mis nalgas con sus manos para
abrirla un poco, cuando siento que poco a poco apoya la punta de su miembro en
la entrada de mi colita nuevamente, yo apreté mis dientes, cuando de pronto
sentí como se enterraba poco a poco, intentaba recibirla para que no me doliera
mas, pero era imposible y grite. -¡Aaaaaayyyyyyy!¡me
duele!¡¡Alejandro para!! ¡¡Dejame, no puedo más!!¡¡Gordo de mierda dejame!! El
lejos de deponer de su actitud, empujo más su miembro en mi cola, entrando un
poco más, mientras con voz agitada me grito. -¡¡Callate putita!! ¡¡Apenas estoy empezando!! ¡¡Qué lindo es Cogerte esa
cola!! ¡¡AAhhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hggg!! ¡¡Ahora sos mía como la puta
de tu madre!! Y luego me empujaba con más intensidad entrando cada vez más
su miembro en mi hermosa colita, sus embistes eran realmente violentos, saltaba
sobre mi casi y yo sentía todo su miembro en el interior de mi cola, mientras
su cuerpo aplastaba mi ser por completo, no sé cuánto tiempo duraron esos
violentos embistes, pero cuando sacaba su miembro sentía un poco de aire en mi
colita y la sensación empezó a confundirme, sentía poco a poco como sus
movimientos me empezaban a calentar de a poco, fue justo cuando sentí como ese
gordo nuevamente soltaba su liquido en mi cola gritando -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhhhgggg!!
Ahhhhhhhhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!! A Ahhhhhhhhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!!
Ahhhhhhhhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!! ¡¡Que rico culito tenes, me está dejando
seco putita!! Luego saco su miembro de mi interior, haciéndome sentir el
frio en mi agujerito, sin lugar a dudas lo había abierto en dos, lleve una mano
hacia mi cola, sintiendo sus jugos saliendo de ahí, y sentí que mi cola ya no sería
más la misma, estaba abierta, abierta por ese gordo asqueroso, me sentía más
rara, totalmente resignada y con ganas de disfrutar ya aunque sea una vez al
menos, me intrigaba, no sé cómo explicarlo. No sé cuánto tiempo habrá pasado,
ahí estábamos los dos tirados en una cama yo totalmente vejada y humillada, el
totalmente satisfecho con mi faena, de pronto Alejandro que ya había recuperado
su aliento, comenzó a contarme como había logrado todo, me conto con lujo y
detalle cómo había conseguido poseer a mi madre y que entre ellos dos se habían
puesto en complot para lograr que yo callera en sus manos, yo comencé a llorar
sin entender ¿porque mi madre me había hecho eso, me odiaba acaso? Realmente no
sabía ¿el porque? Luego Alejandro se puso de rodillas en mi cama a la altura de
mi cara con su miembro comenzó a golpearme la cara, y me dijo -¡¡Vamos Cin, hora de comerla nuevamente!!
Yo abrí mi boca sin oponerme, entonces el aprovecho para empezar a meter y
sacar su miembro en mi boquita, mientras la sacaba y me golpeaba toda la cara
riéndose, al verme totalmente sometida a él, ya sabía que yo no pelearía solo
me entregaría a él. Fue entonces cuando me dijo -¡¿Cintia queres mas pija!? Yo con algo de vergüenza, pero
totalmente entregada saque valor de donde no tenia y conteste -¡Si Alejandro tengo ganas de pija! El
ser empezó a reír a carcajadas, señal de triunfo seguramente, entonces siguió
preguntándome -¿Y donde la queres
putita? Yo sentí un escalofrió por todo mi cuerpo, la verdad ya ni sabía
lo que quería, entonces me la jugué diciendo -¡Donde vos quieras, si queres mi culo, damela en mi culo! El
largo una carcajada terrible y me dijo -¡¡Sabia
que me lo ibas a pedir, vamos putita ponete en cuatro que te termino de
reventar tu culazo rico!! Yo cumplí con su orden y me coloque en cuatro
patas sobre la cama y levante mi cola lo mas que pude, apuntando al techo, con
miedo a sentir nuevamente el dolor, pero ya entregada y resignada. El se fue hacia atrás mío y se puso
entre mis piernas, mientras que empezaba a golpearme mis nalgas con su miembro
duro como una piedra, hasta que me dijo -¡¡Ahí
va, tomala trola de mierda!! Y luego me enterró casi de una sola vez
todo su gordo miembro nuevamente en mi colita, yo volví a sentir un dolor y un
ardor fuerte en mi cola y grite -¡¡Ahhhhhhhh!
Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhhhhgggggg!! Alejandro sin perder el tiempo, tomo
mis nalgas con sus dos manos y comenzó a embestirme fuertemente, sin parar, me
hacia gritar de dolor, pero al tiempo sentía un placer indescriptible, el me
bombeaba el culo cada vez con más fuerza y yo sentía que me partía. El seguía
cada vez más fuerte y cada vez más excitado, parecía poseído con mi cola, su
respiración era cada vez más agitada y entre jadeos me gritaba -¡¡Sentí como te rompo el culo puta, viste
como te lo termine rompiendo igual que a tu mama!! ¡¡Sentí como te abro el culo
perra!! Yo sentía un calor indescriptible y cada vez me excitaba mas,
entonces me libere de todo pensamiento y comencé a gozarlo y a gritarle -¡¡Mmmmhhhh, Siiiiiiii ii i, Ahhhhhhhh!
Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhyyyyy, hijo de puta la siento en el fondo de mi culo, me
estas matando, que verga tenes Alejandro, me estas rompiendo el culo!! Mis
palabras lo pusieron a full y sus movimientos eran terribles, parecía como
quisiera deshilachar mi cola, puso sus dos manos en mi espalda y la empujo hacia
abajo, dejando mi cola mas levantada todavía, mientras que seguía a un ritmo
infernal, que me hacia gemir cada vez más, y ya no lo podía disimular -¡¡Ahhh!!! ¡¡Ahhh!!! ¡¡Ahhh!!! ¡¡Siiii!! ¡¡Ahhh!!!
¡¡Siii hijo de puta me partís toda!! ¡¡Ahhh!!! ¡¡Ahhh!!! De pronto sentí
su miembro cada vez más duro, y sabía que estaba por acabar, entonces pare lo más
posible mi cola dejándosela toda a su disposición, el entre jadeos y sudor y me
gritaba -¡¡Cintia siempre tuve ganas de
hacerte esto y ahora al fin lo estoy logrando, al fin te estoy rompiendo el
culo de trolita que tenes!! Sus fuertes estocadas me hacían ver las
estrellas y me hacia gritar cosas sin control -¡¡Mmmmmmhhhhhh, Siiiiiiii ii Alejandro sos un gordo de mierda que me tiene
ensartada bien por el culo!! Luego de esas palabras sentí como empezaba
a llenarme mi culo con su asqueroso líquido, entraba muchísimo, bombeo un poco
más de tiempo, hasta que la saco de un tirón, me tomo del pelo violentamente y
me giro fuertemente, dejándome boca arriba en la cama, luego se volvió a poner
delante de mí, masturbándose y seguía largando lo que le quedaba de su liquido
en mis pechos y mi cara, mientras que gemía sin control -¡¡Ahhhhhh!! ¡¡AAhhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!!! ¡¡Muy bien putita
rica, muy bien!! ¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!h!! ¡¡Sentí como te dejo
toda llena de leche puta!! Y seguía acabando sobre mí, como una lluvia
de su líquido pegajoso que caía sobre mí. Luego de terminar tan bestialmente su
respiración no daba más, parecía que se iba a infartar por lo agitado que
estaba, yo no abría los ojos por la cantidad de liquido que tenía en mi cara,
pero sentía que se había puesto al borde de la cama, como pude me limpie un
poco y vi como Alejandro se vestía, obviamente totalmente satisfecho con todo
lo que me había hecho, y cuando termino de vestirse me dijo -¡¡Esto no termina acá putita, nos vamos a
seguir viendo, y a tu mama también, mis putitas van a sentir muchas veces mas
mi pija en sus culitos!! Luego largo una carcajada y dio un portazo en
mi pieza, dejándome humillada, vejada, toda bañada de su liquido, con mi cola
totalmente rota… Cuando me pude recuperar un poco del dolor que sentía,
rápidamente me metí a bañar, sacándome todos los rastros que había dejado
Alejandro en mi, mientras me bañaba no paraba de pensar como ese asqueroso
podía haberme hecho todo lo que me había hecho y aunque fue contra mi voluntad,
en mi interior sabía que había sentido un placer indescriptible y eso me hacía
pensar miles de cosas. Cuando termine, mi cuerpo me dolía entero, decidí
solamente dormir, pero antes de hacerlo llamo mi novio, al cual atendí de muy
mala manera, no tenía muchos ánimos de hablar con él, me sentía sucia y sin
cara poder si quiera hablar con el por teléfono. Cuando me fui a acostar, sentí
la puerta de casa y a mi madre llegar, yo casi llore al recordar cómo me había
entregado y no sabía que decirle, así que decidí no decirle nada y me fui a mi
cuarto, luego de que me acosté, ella apareció, prendió la luz y me dijo -¿¡Hola
Cin, ya estas!? ¡¿Que tal Alejandro!? Mis ojos se llenaron de lágrimas y casi
no pude contestarle, no entendía nada, en que pensaba mi mama, fue entonces
cuando se acerco y comenzó a contarme todo, me dijo -Todo comenzó cuando un día
como cualquier otro, caminando por nuestro patio escuche gemidos en la casa de
al lado y no pude contener mi intriga, sigilosamente me asome por la pequeña
pared que divide nuestras casas, y me quede helada al encontrar a Alejandro
sentado en una silla del patio pajeandose, no podía creer que existiera un pene
de ese tamaño, mi mente comenzó a traicionarme y empezó a intrigarme más, y la
verdad es que tu padre hace tiempo no me satisface, ya estas grande como para
saber que una tiene necesidades, entonces uno de los días en que todos ustedes
se fueron, yo estaba regando el jardín y el apareció y comenzó a hablarme sin
sentido, hasta que totalmente intrigada y muy excitada que andaba en ese día,
lo invite a pasar un ratito y el no desaprovecho la ocasión y ese día me cogió
muchísimo, hasta me pidió hacerlo por la cola, recuerdo que al principio me dio
mucho miedo pues con esa pija, realmente impone miedo, pero después que me la
metió, me dolió mucho hasta que acostumbre y te digo con vergüenza que nunca en
mis 15 años de casada había sentido placer tan grande. Mientras me contaba, se
ponía roja y casi lloraba de vergüenza seguramente sin saber que le contestaría
yo, al saber que cagaba a mi padre y me lo confesaba. Pero yo me levante y
abrazándola le dije -¡Te entiendo mama, y mantendré tu secreto! ¡¿¡Lo que no
entiendo porque me entregaste a mí!?! -La verdad, es que el me amenazo con
contarle todo a tu padre y me sentí entre la espada y la pared, no pude decirle
que no por el bien de todos en esta casa, a parte decime si ¿¿no gozaste?? Yo
trague saliva y realmente estaba confundida, no podía mentirle a mi madre, ella
me conocía y también había gozado de Alejandro, sabía que podía pasar por mi
interior entonces con lágrimas en los ojos le dije. -¡¡Me duele mucho cuando me
está clavando su pija, pero me da mucho placer cuando la siento adentro, creo
que no le podría decir que no a su pija, aunque él me da asco!! Mi madre se
acerco a mí y me abrazo fuerte diciéndome -¡Te entiendo tanto como vos me
entendés a mí! Las dos nos quedamos un largo rato abrazadas y luego ella se
fue, yo me sentía muy rara, aunque la comprensión de mi madre, o la complicidad
que teníamos de ahora en más, me hacía sentir mejor. Los días pasaron, mi
relación seguía igual de monótona pero no me molestaba, porque sabía con quien
podía gozar, aunque hace mucho no tenía noticias de él, estaba seguro que ya
aparecería a "molestarme" nuevamente. Pero lamentablemente para mi,
empezaron a pasar los días y luego las semanas, y nada Alejandro no aparecía,
empecé a sentir que lo extrañaba y muy necesitada, pero él no aparecía. El
calor de mi interior era muy raro no sabía qué hacer, pensé en preguntarle a mi
madre, pero me daba vergüenza, mientras tanto la observaba y pude comprobar que
ella no estaba como yo, estaba feliz y contenta, entonces por mi cabeza comenzó
a pasar la idea de que ella era la que le negaba a Alejandro que me buscara. No
pude contenerme más y un día encare a mi madre y le pregunte, ella se hizo la
desentendida completamente y me dijo que estaba loca por ese asqueroso sujeto,
que me olvidara de él. Eso me pareció más extraño, ya que ella era la que me
había tirado a ese gordo asqueroso. Yo estaba comenzando a ponerme obsesiva,
iba a buscar a mi amiga todos los días, mirando todos los días a ver si
encontraba a Alejandro, pero nada, parecía que se lo había tragado la tierra. Ya
no sabía qué hacer, entonces ahora decidí ir a buscar a mi amiga, estuvimos un
rato hablando en su casa, entonces me juegue por preguntarle -¿Qué es de la
vida de tu hermano Alejandro? Ella me miro con cara confusa y me contesto
-¡¿Cintia no lo sabes!? ¡¡Se peleo con mi padre, no sé bien porque, pero algo
raro entre ellos he notado y él lo hecho de mi casa!! Yo me quede helada y un
poco decepcionada, sin saber que iba a ser de mí, entonces la indague más -¿Y a
donde fue? -No lo sé, me dijo que no me preocupara que estaría bien se iría por
un tiempo… Yo lo quiero mucho, incluso siento que ha sufrido mucho por ser algo
lento, y me da sentimiento que la gente no lo quiere como persona. Pero el es
fuerte y sabrá estar bien, sabe cómo hacer que la gente que más lo detesta, al
final este comiendo de su mano. -¡O de su pija! Pensé yo, casi sonrojándome.
Mientras me contaba mi amiga, no pude evitar empezar a extrañarlo y me comencé
a dar cuenta que en ese momento, estaba obsesionada con él, podría entregarme a
Alejandro las veces que él quisiera y como quisiera, pero no podría estar en
una cita con el o pasear de la mano con el por la calle y que la gente nos
viera, en realidad me seguía dando mucho asco y repulsión su rostro. Volví a mi
casa totalmente decepcionada, no podía creer mi mala suerte, encima el idiota
de mi novio ni atención me prestaba. Miraba a mi madre y la veía realmente
bien, entonces la idea de que ella lo veía y yo no, me seguía dando vueltas por
la cabeza y daba cada vez mas celos mi propia madre. Los días pasaban y no sabía
qué hacer, intentaba estudiar pero no me podía concentrar en nada, era
imposible solo pensaba en que necesitaba saciar mis ganas de sentir a Alejandro
metiéndola muy fuerte en mi, de repente escucho una risa en la cocina, era mi
madre, deje mis estudios y me asome a verla, se veía bien, tenía su celular en
la mano y una sonrisa de oreja o oreja. Mi cabeza comenzó a procesar a mil,
seguramente ella sabría donde estaba Alejandro pero no me lo diría, se debían
estar mandando mensajes o algo por el estilo, ya no sabía qué hacer, espere a
que mi madre se descuidara y le saque su celular, rápidamente busque la lista
de mensajes y leí el ultimo de un número desconocido, que decía "el sábado
mamita prepárate que vuelvo a mi casa y recibirás tu premio Jajaja" Yo
sonreí, deje el celular y corrí a estudiar o más bien disimular que estudiaba,
mientras pensaba que este sábado lo iba a encontrar nuevamente. Los días
pasaron lentamente y yo estaba cada vez mas ansiosa hasta que el tan ansiado sábado
llegó y mis ganas eran terribles, como a eso de las 6 de la tarde note que mi
madre se arreglaba, entonces rápidamente me fui a bañar, busque ropa que me
quedara bien incitante, para que cuando me viera Alejandro no tuviera
oportunidad de razonar nada y me diera sin control. Me decidí por una blusa
terqueza que resaltaba mis tetas, y una mini falda blanca de tela muy finita y
bien cortita, se me marcaba mi tanguita diminuta debajo y si me llegaba a
agachar se veía mi culito seguramente, en mis pies me puse unos tacos bastante
altos como de 6 cm. Cuando termine de producirme, mi madre ya no estaba, era
obvio que había ido a encontrarse con él, yo fui hasta el patio y me asome a
ver si veía algo, pero no, nada, solo note la persiana abierta del living y nada
más, ni ruidos de gente ni nada. Habrá pasado como medio hora y no escuchaba
nada, la curiosidad me mataba por dentro, me hacía pensar de todo, de si
estaban o no, si que estarían haciendo y como, entonces de repente escuche la
voz de Alejandro, dando órdenes, y me hizo recordar la Segunda vez que me
poseyó. Escuche claramente como gemía y decía -¡Vamos perra! ¿Qué esperas, para
venir a chuparme los huevos, te crees que tengo todo el día para solo darte
pija a vos? Cuando escuche ese asqueroso comentario me puse contenta y celosa a
la vez, ya no estaba tan segura de aparecer así nada más y arruinarles la
fiesta. Pero de todos modos quería saber que tal le estaba dando a mi madre, y
saber que hacia ella para complacerlo, así que cruce la perecita y me acerque a
la ventana, me asome sigilosamente y comencé a espiar. Estaba el sentado en el
sofá, con una camisa mugrienta desprendida y su panza al aire, sus pantalones
en el piso y mi madre agachada delante de el, mientras que el la agarraba de la
nuca como si se le fuera a escapar, al verla ahí me di cuenta el porque ella
seguida de buen humor y feliz, esta complaciéndolo vaya saber desde hace
cuanto, mi madre estaba vestida como una calienta pijas, con unos tacos
altísimos, un pantalón blanco con una diminuta tanga que se le traslucía
entera, y una musculosa escotada, ver su culazo con ese pantalón, se venia
increíble sinceramente. De pronto cuando estaba mas descuidada pensando eso,
sentí la mirada de el sobre mi. Lo mire y comenzó a reír fuerte, me señalo y
grito -¡¡Ya llego la otra puta, seguro venís por tu ración de pija!! Yo no sabía
donde meterme, pensé en salir huyendo hacia mi casa y refugiarme, pero me quede
estática, y solo atine a decir -¡Hola Alejandro, siento lo que ha pasado con tu
padre y espero que lo soluciones muy pronto! El se rio y contesto -¡Ya Callate
puta, que estas acá para recibir verga! ¡¡Mira como te has vestido, que puta
sos, vení que acá esta tu caramelo!! -Pero... balbucee. Mientras ya me estaba
acercando como hipnotizada mirando a mi madre que seguía en su sucia labor, sin
si quiera mirarme. Cuando estaba ya cerca de el, Alejandro tomo a mi madre del
pelo, la corrió para atrás y le dijo -¡¡Soltá un poco mi pija y hacele un
espacio a tu hija que también quiere chupármela Jajajaja!! Yo me moría de
excitación por dentro y me arrodille junto a mi madre, agarre su miembro con mi
mano derecha y destape su glande, para empezar a limpiarle con la lengua el
líquido preseminal que salía en cantidad, efecto de los chupetones que le había
dado mi madre. El gemía y decía a gritos entre cortados -¡¡Vamos putas!!
¡¡Quiero que me dejen bien chupada la verga antes de que se las clave por el
culo!! ¿A ver quién quiere ser la primera en que se lo rompa? Las dos dejamos
su miembro, y se hizo un gran silencio mientras las dos nos quedábamos viendo a
los ojos y nos matábamos con la vista, cuando de repente Alejandro nos agarra a
las dos de la nuca hacia su gran pedazo de pija, sin dudar las dos volvimos a
mamársela. Yo me ocupe de la cabeza, succionando el glande como si fuera un
helado, mientras mi madre le lamia los huevos. Alejandro gemía descontrolado,
cuando de pronto grito -¡¡Paren, par de putas que me van a hacer acabar y las
quiero disfrutar mas!! Las dos zombis con él, lo hicimos sin dudar, entonces yo
pregunte -¡¿Ale que es lo que queres ahora?? El sonrió maliciosamente y me dijo
-¡¡Que vos putita te pongas boca abajo con el culo parado sobre la mesa!! Yo me
pare agitando lo más posible mis caderas, haciendo volar mi falda por los
aires, y me coloque sobre la mesa como el me dijo, con mis codos sobre la mesa
mostrándole el culo y poniéndoselo en pompa le dije: - ¡¿Así te parece bien
Ale?! El me miraba con los ojos abiertos y babeando como un desesperado me dijo
-¡¡Siiiiiiii así mi putita rica!! Luego agarro a mi madre de los pelos y la
puso de pie delante de el y comenzaron los dos a caminar hasta donde yo
permanecía como el me había dicho, cuando los dos estuvieron detrás mío,
Alejandro levanto mi falda, dejándome solo con mi tanguita, la cual rápidamente
tironeo y dejo a medio muslo mío. En ese momento la excitación mía era sublime,
estaba nerviosa y ansiosa a la vez, con un poco de miedo tal vez. De repente
Alejandro le dijo a mi madre -¡¿ Te gusta el culo de tu hija? - ¡Si Ale, flor
de culito tiene! Contesto mi madre muy segura Alejandro rompió en carcajadas y
dijo - ¡¡Para no tener este culo, con el culo que tiene la madre!! Luego
comenzó a reír a carcajadas y me dijo -Ahora me vas a pedir que te dé pija. Yo
ya completamente fuera de mi y ansiosa conteste -¡¡Ale tengo muchas ganas de tu
pija!! -¿Donde la queres putita? – respondió el con el objetivo de humillarme
mas y mas. -Aunque a esa altura nada me importo, solo quería sentirme poseída y
penetrada por ese asqueroso sujeto, así que le grite -¡¡En el culo, quiero tu
pija bien grande por el culo!! Alejandro se puso atrás mío, luego me aplasto
las tetas contra el escritorio, luego me escupió la entrada de mi culito, eso
me hizo correr un escalofríos por todo el cuerpo, luego sentí como la cabeza
empezaba a hundirse en mi culito y de pronto metió toda su pijota en mi culo
como un toro salvaje. Me hizo ver las estrellas y gritar de dolor como nunca
rápidamente me bombeaba el culo cada vez con más fuerza. Haciéndome gritar y
gritar -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhhhh......... Ahhhhhh!! ¡¡Pará hijo
de puta!! Le gritaba yo, aunque en realidad me dolía me estaba gustando. El
solo se reía y gritaba -¡¡Ahhhhhh Siiiiiiii !! ¡¡Sentí como te rompo el culo!!
Yo gritaba sin parar, sintiendo muy en el fondo un gozo que estaba buscando
hace meses, su ritmo era muy violento, cada vez se excitaba mas, parecía
poseído. -¡¡Mira mami, mira como le rompo el culo a tu hija, viste como me la
termine cogiendo!! Le decía a carcajadas a mi madre. -Yo no podía contener más
mi gozo y le dije -¡¡Mmmhhhh, Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhyyyyy, si Ale
la siento en el fondo de mi culo, me estas matando, me estas rompiendo el orto Ahhhhhhhh!
Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!!! El cada vez se agitaba mas,
seguramente estaba por terminar, cuando de repente la saco de mi culo,
dejándome atónita y sin poder contenerme le dije -¡¡No, por favor Ale no me
dejes así, llénamelo de leche por favor!! El rápidamente se puso al lado mío,
me agarro de los pelos violentamente y dijo -¡¡Shhhhhhh, Callate nenita, yo sé
lo que hago. Te la vas a tomar toda mi leche por esa boquita de puta que
tenes!! Y luego me la hizo chupar hasta que se descargo en mi boca una cantidad
de leche pastosa que me hizo atragantar. Luego la saco regó con su leche parte
de mi cara. Luego volvió al sillón donde permanecía sentada mi madre, siendo
espectadora de la terrible penetración que me acababa de dar Alejandro. No
podía moverme, me sentía destruida, pero con el hecho consumado, por fin volvía
a sentirlo, tan sucio, tan fuerte, tan salvaje y vil conmigo, tratándome como
una puta, era un enfermo, pero la verdad me había enfermado a mí con su verga. Yo
lo miraba sin poder moverme, rápidamente el sin perder el tiempo, agarro a mi
madre de la nuca y la llevo a su verga diciéndole -¡¡Vamos que tengo mucha
leche para darles disfrutarlas a las dos!! Mi madre rápidamente comenzó a
mamársela como una desesperada, seguramente estaba muy excitada con lo que
acababa de ver. Alejandro le sujetaba la cabeza de los pelos he imponía el
ritmo que más le gustaba a él, mientras que gemía y le decía -¡¡Ahhhhhhhh!
Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! que rica te vez así, que diría
tu esposo si te viera así, haciéndome terrible mamada, que putitas son madre e
hija!! Mi madre debía excitarse más con sus comentarios, porque aceleraba el
ritmo con esos comentarios, y una de sus manos iba hacia su sexo. Alejandro no
paraba de gemir y gritarle -¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh que
rico mami eres toda una perrita te encanta mi verga se nota mucho que a tu
marido no se le para!! El disfrutabas viendo a mi madre como se la chupaba , y
gritaba, se tomaba la cabeza y gemía a mas no poder, mientras mi madre hacia un
trabajo excelente y se la chupaba cada vez con más énfasis, era increíble
chupando mi madre, por lo que podía notar. De repente Alejandro se vio que
estaba casi acabando y sujeto a mi madre de la cabeza y la detuvo, ella estaba
muy caliente seguramente y le dijo -¡¡Que rico esta Ale, estoy loca porque me
la metas!! El entre risas le dijo -¡¡Si te la voy a clavar toda putita pero
quiero disfrutarte y humillarte delante de tu hija, para después romperte ese
culo, vas a tener toda mi verga bien adentro!! Luego la levanto y empezó a
manosearle su culo, mientras que la apoyaba por adelante y la besaba
salvajemente, para luego decirle -¡¡Estos pantalones de calienta pijas me
encanta, se te nota bien la tanga perra!! Luego en un movimiento rápido,
Alejandro le saco su pantalón, dejando a mi madre solo con su tanguita, debo
reconocer que su culo se veía increíble. Alejandro se sentó en el sillón y dijo
-¡¡Vení y Sentate, quiero ver cómo te vas a clavar mi verga!! Vi como mi madre
estaba hipnotizada por su miembro y le dijo -¡¡Si Ale Cogeme, quiero sentirte
dentro de mío!! Esas palabras seguramente le gustaron a Alejandro ya que agarro
a mi madre y le bajo su tanga hasta los tobillos de un solo tirón, luego la
agarro por la cintura alzándola y poniéndola sobre su verga, y se la metió de
un solo golpe, haciéndole soltar un pequeño gemido, luego agarrándola fuerte de
la cintura, comenzó a subirla y bajarla sobre su gordo miembro, haciendo que mi
madre gimiera sin control, le decía -¡¡Mas Alejandro que rico me coges!! Eso
incitaba mas a Alejandro que la movía con mas violencia, mientras el se burlaba
y le decía -¡¡Así mamita me gusta que pidas mas como la putita que sos, me
gustaría que tu marido te viera como te clavas en mi verga!! Alejandro sacudía
a mi madre de arriba abajo y ella parecía una muñeca de trapo que manejaba a su
antojo Mi madre gemía cada vez mas fuerte, seguramente estaba gozando mucho,
cuando de pronto Alejandro se detuvo y dijo -¡¡Ahora quiero que vos te claves
solita mamita quiero ver como te devoras mi verga!! Mi madre obviamente quería
mas, así que obedeció y comenzó a cabalgarlo mientras se agarraba sus tetas con
las manos, mi madre se movió rápidamente sobre el, pero luego se detuvo y
comenzó a hacer círculos con su culo. Alejandro gemía y le decía con vos
entrecortada -¡¡Así mami así, movete rico putita así como puta!! ohhh ohh Los
gemidos de mi madre eran cada vez mas fuertes y sus movimientos desenfrenados
con locura hicieron que Alejandro, la agarrara de la cintura y la clavara en lo
mas profundo gimiendo y acabando dentro de ella diciéndole -¡¡Ahhhhhhaaa mami
sentí como te lleno de lechita!! ¡¡Te voy a preñar puta, le vas a dar un
hermanito a Cintia!! Yo al escuchar esas palabras me quede helada, supuse que
mi madre se cuidaría con pastillas como yo, pero no se, a esta altura dudaba
mucho de ella en todo. Luego de terminar mi madre se salió de encima de el y
cayo rendida en el sillón boca abajo, yo mire rápidamente la verga de Alejandro
y estaba semi erecta con su cabezota completamente roja y bañada de sus
fluidos. Alejandro rápidamente se dio cuenta de mi vista y me dijo, señalándome
-¡¡Vení Cintia que tengo lechita para vos!! Yo como si fuera una orden, me
levante y camine media adolorida hasta llegar delante de el, que estaba con su
panza arriba, sus piernas abiertas y su deliciosa verga ahí colgando, como
incitándome, sin mediar palabra, me puse de rodillas y comencé a chupársela con
rapidez, con deseo y lujuria. Con la intensidad que lo hacia, Alejandro comenzó
a gemir, seguramente estaba empezando a recuperarse, era increíble su fuerza,
de pronto su miembro comenzaba a tomar rigidez nuevamente y eso me alentaba a
seguir chupandoselá con mas vigor. Alejandro gemía y de pronto, una de sus
manos se puso sobre me cabeza aprisionándome contra su verga, mientras se hizo
para adelante y llevo su otra mano hasta mi culo, y un dedo lo metió en el
agujero que el había dejado, después bajo mas su mano y me encontró totalmente
húmeda, eso le gusto y dijo entre risas -¡¡Que putita sos, te has mojado
entera, como te gusta mi verga!! La verdad estaba muy caliente con toda la
situación, y no podía negarlo, de repente su mano me dejo de tocar y sentí un
golpe seco de una palmada que le daba Alejandro al culo de mi madre, mientras
se reía y decía -¡¡Que buen culo tiene mama, es hora de metertela por ahí!! Yo
seguía chupandoselá, entonces teniéndome del pelo, Alejandro me saco de mi labor,
dejándome con todo su liquido preseminal corriendo por mi boca y barbilla, yo
lo mire con recelo al haberme detenido, entonces el me miro y me dijo -¡¡Putita
es hora de chuparme otra cosa, así que prepárate!! Yo me quede quieta y solo lo
mire, como hizo que mi madre se pusiera como perrito sobre el sillón, luego se
puso detrás de ella y con su verga brillante de los restos de la mamada que yo
le había dado, lo utilizo como lubricante, a penas comenzó a apoyar la cabeza
en el culo de mama, ella comenzó a menear su culo en círculos… Alejandro la
agarro de las nalgas y comenzó a penetrarla, a lo cual mi madre grito -¡¡AAaahiiiii
iii aa haaa aaa!! Alejandro se reía y le decía -¡¡Tranquila putita ahora vas a
gozar cuando te lo rompa todo, se que te encanta que yo te culee haaaaa, mamita
que rico me la apretandas hooooo Ahhhhh!! Luego comenzó un vaivén despacio, y
mi madre gemía levemente primero, aunque rápidamente Alejandro aumento el ritmo
y mi madre gemía sin parar como una descontrolada, Alejandro gemía también y le
decía -¡¡AAhhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! tomala puta haaa que rico se ve tu
culo ensartado!! ¡¡Me encanta rompérselo tanto a madre como a la hija!! Yo lo
miraba como ese salvaje cogía a mi madre y me excitaba de mirarlos, no pensaba
con claridad, cuando de repente Alejandro se da vuelta, estira una mano, me
agarro del pelo y me llevo hacia atrás de el y me grito -¡¡Vamos Cintia te toca
chuparme el culo, hacelo bien mientras termino de romperle el culo a tu madre!!
Yo me quede atónita, pero el tirándome del pelo me llevo a sus gordas y sucias
nalgas, jamás había hecho eso, pero tuve que aprender, como todo con Alejandro.
El olor era espantoso, y yo intentaba lamer lo que podía, seguramente a el le
estaba gustando ya que empezó a gemir cada vez mas y aceleraba los embistes
contra mi madre. Nunca me habían humillado tanto, pero debo admitir que me
estaba gustando ser tan sucia y que me usara ese maldito, no se cuanto tiempo
estuvo cogiendo a mi madre pero realmente parecía que la partía a veces con su
ritmo salvaje y ella gritaba sin parar, Alejandro también gemía y gritaba -¡¡Que
bien se ven las dos así, madre he hija, que dirá el hombre de su casa si las
viera así, una chupándome el culo y el otra ofreciéndomelo como una puta
deseosa!! Mi madre que gemía como una desaforada y estaba muy excitada le dijo
-¡¡Si Ale mi culo es y será siempre tuyo, y el de mi hija también!! ¡¡Ahhhhhhhh!
Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!!! Después de esas palabras
Alejandro acelero su ritmo de bombeo contra mi madre, haciéndome imposible
seguir con mi asquerosa labor, cuando de pronto se detuvo, saco su miembro de
mi madre, me agarro de mis pelos y me dijo -¡¡Abrí la boca y prepárate Cin, te
voy a bañar de leche!! Yo obedecí y rápidamente sentí como un chorro de semen
caliente invadía el interior de mi garganta, después con su verga en su mano
comenzó a descargar todo su liquido por mi cara y tetas, para luego con su
miembro medio muerto empezar golpearme la cara y esparcir su liquido por todos
lados, yo tenia los ojos cerrados y sentía su miembro golpearme hasta a veces
fuerte, pero me encanto sentir su semen mío y no de mi madre.