jueves, 23 de octubre de 2014

Aquella Nena Galia



Mañana Tengo Que Verla De Nuevo. No Se Si Puedo Resistir Una Nueva Semana De Tenerla Frente A Frente. No. No Creo Soportarlo, Pues Me Está Volviendo Loco.

Les Voy A Contar. Podría Ser Una Confesión, Pero Ya A Esta Altura No Me Interesa. Sólo Quiero Que Entiendan Las Razones De Las Cosas Que Hice. Me Estaba Volviendo Loco.

Soy Profesor De Historia En Un Colegio Público De Buenos Aires. Amo Mi Trabajo, Amo Trabajar Con Aquellos Estudiantes Que Están En Mis Aulas, Aunque A Veces, A Algunos No Les Importe. Pero Bueno, Son Los Gajes Del Oficio. Si Bien Era Un Novato En Mi Profesión, Me Había Ganado El Respeto Y El Cariño De Varios Colegas Y Muchos De Mis Ex Alumnos; Quizás Porque La Diferencia De Edad Y Afinidades No Era Bastante Amplia. Para Resumir, Me Encantaba Mi Trabajo Y Todo Iba Bien. Al Menos Hasta Que La Ví, Sentada En El Banco De Adelante. Ella. Micaela.

Era El Primer Día Del Nuevo Lectivo. Como Siempre Que Lo Iniciaba, Estaba Ansioso Y A La Vez Entusiasmado Por Un Nuevo Año Y Nuevos Desafíos. Pero No Me Imagine Lo Que Iba A Venir A Continuación. No Lo Ví Venir, Ni En Mis Más Alocadas Fantasías.

Apenas Entre Al Aula, La Ví. Ella, Micaela, Destacaba Por Sobre El Resto Por Sus Atributos. Era Hermosa, O Al Menos Así Lo Recuerdo. Tenía Una Cara Bellísima, De Esas Que Solamente Esperas A Ver En Las Películas O Las Pasarelas De Modelaje. Sus Ojos Eran Castaños, Pero Brillaban Cada Vez Que Se Interesaba En Algo. El Cabello Era Oscuro, Con Reflejos Rubios En Sus Puntas. El Cuerpo Era Escultura: Si Bien Era De Estatura Mediana, Sus Enormes Pechos Sobresalían Del Escote, Su Cintura Era Delgada, Especial Para Abrazar, Y Su Cola Era Redondeada Y Parada. 

Y Lo Mejor, O Lo Que Me Terminó Enloqueciendo, Eran Sus Labios: Carnosos, Rojo Carmín; Que Se Iluminaban Cada Vez Que Sonreía. Toda La Cara Se Le Iluminaba Al Sonreír. Y Eso Hizo Al Verme Entrar En El Aula.

Lo Que Quiero Decir Es Que Me Enloqueció Desde El Principio. Uno Está Acostumbrado A Que Una O Dos Estudiantes Por Curso Te Calienten Un Poco Y Se Le Dediquen Una O Dos Pajas Para Después Poder Volver Al Trabajo. Pero Ahora Era Distinto. No Me La Iba A Poder Sacar De La Cabeza. Lo Supe Al Verla Sonreír.

Luego De Mi Primer Desconcierto Al Ver La Sonrisa De Micaela, Inicie Mi Primera Clase En El Calor Del Verano De Aquel Marzo. Había Muchas Estudiantes Hermosas, Pero Ella Sobresalía Entre Todas Las Demás. Visto Desde Hoy, Creo Que Ahí Comenzó Mi Obsesión Con Ella. Nunca Me Había Pasado Con Una Estudiante. ¿Me Creen?

En Esa Primera Clase, Ella Me Miraba Atenta, Prestando Atención, Escribiendo Lo Que Ponía En El Pizarrón. Si Bien Trataba De Mirar A Todos Para Que Mis Miradas No Fueran Tan Evidentes, Siempre Mis Ojos Se Posaban Sobre Ella: Primero Sus Ojos, Luego Su Cara, Sus Pechos; Y Por Último, La Fatal Sonrisa.

Finalmente, El Timbre Dio Por Finalizada La Clase. Era A Veces Un Sonido Liberador, Pues La Clase Finalizaba. Pero Esa Vez Lamenté Escuchar Ese Timbre, Ya Que Quería Seguir Viendo Esos Ojos Y Esa Sonrisa. Al Otro Día La Volvería A Ver.
Apenas Llegue A Casa, Me Metí En La Ducha Y Le Dediqué La Primera De Lo Que Serían Varias Pajas Para Mi Flamante Estudiante. Por Lo General, Luego Del Trabajo, Me Relajo Olvidándome Del Duro De Laburo. Pero Esta Vez, No Me Podía Sacar Esos Ojos De Encima. Los Enormes Ojos Castaños De Micaela Me Seguían Mirando, Pese A Que Yo Cerraba Los Míos. Casi Al Final, Los Terminé Viendo Por Todos Lados.

Empecé A Pensar Como Sería Coger Con Ella. Tener Ese Cuerpo Joven Y Escultural En Mi Cama. Sonriéndome Y Mirándome De Aquella Manera Tan Sexualmente Enloquecedora. En Los Momentos De Lucidez, Que De A Poco Serían Cada Vez Menos, Pensaba Que No Tendría Que Calentarme Tanto. Después De Todo Era Una Estudiante, Y No Podía Arruinar Una Carrera Prometedora Teniendo Relaciones Con Ella. Sería Mi Fin.

Pero A Finales De Cuentas, Me Terminé Obsesionando Con Ella. La Empecé A Desear. Las Pajas, Cada Vez Más Frecuentes, No Me Alcanzaban Para Saciar Mi Sed.

Al Otro Día, Martes, Tenía Que Volver A Clase. Tenía Que Volver A Ver A Micaela. Mientras Que El Día Anterior Su Hechizo Fue De Una Hora, Hoy Serían Dos. La Idea Me Entusiasmaba. Ver Esos Pechos Y Esa Sonrisa Otro Día Más.

Al Entrar Al Aula, Me Costó Bastante Acallar El Barullo De Los Chicos Y Chicas Recién Llegados Del Recreo. Más Me Costó Cuando Volví A Verla: Tan Hermosa Como Ayer, Llevaba Un Pantalón De Jean Que Amoldaba Perfectamente Su Hermosa Figura; La Musculosa Escotada Mostraba Sus Generosos Pechos En Un Corpiño Negro Que Apenas Podía Contener Su Maravilloso Contenido (No Noté Que En Su Pecho Derecho Había Un Diminuto Lunar). Y Lo Mejor, Los Labios Pintados.

De Entre El Barullo Inicial, La Chica Que Se Sentaba Detrás De Micaela La Señaló Y Me Preguntó, En Tono De Broma:

-Profe, ¿Usted No Se Quiere Casar Con Mi Amiga?

Tanto Ella Como Yo Nos Reímos, Pero Aquella Nena Que Me Enloquecía Se Ruborizó. Conteste Con Otra Broma Y La Clase Siguió Normalmente. Y Una Semana Continuó A La Siguiente.

Cuando Yo Explicaba, Ella Me Miraba Atentamente, Lo Que Me Enloquecía Por Dentro. Con Las Actividades, Ella Se Me Acercaba Y Yo Miraba Disimuladamente El Escote De Mi Estudiante. El Deseo Era Cada Vez Mayor, Lo Que Me Enloquecía Todas Las Semanas. Tenía Que Ser Mía. Como Sea.

Mi Obsesión Se Profundizó. La Empecé A Buscar Por Las Redes Sociales, A Ver Si Podía Verla Y Seguir Alimentando Mis Morbosas Fantasías. Y Quizás, Inconcientemente, A Desarrollar Un Plan. Finalmente, La Encontré. La Foto De Perfil Era Bellísima, Destacando Sus Ojos Y Su Sonrisa.

Concentrándome Con Mucha Dificultad, Empecé A Ver Su Perfil De Face. Iba A Los Cursos Que Todos Los Sábados Daba La Escuela De Forma Gratuita: Ajedrez, Danza, Canto, Guitarra, Etc. Ella Cursaría Guitarra. Poco A Poco, Empecé A Desarrollar Un Plan.

Una Vez Que Terminó La Semana, Volví A Ver El Face De Mi Micaela. Ese Sábado Iría Al Curso. Era Una Oportunidad, Tan Buena Como Cualquier Otra, De Hacerla Mía. Eso Sí, Tendría Que Ser Prevenido. Podrían Atraparme.

En Una De Esas Casualidades, O Bromas Del Destino, Un Amigo Muy Querido Trabajaba De Portero En Un Galpón De Las Afueras De La Ciudad. Hacía Mucho Que No Lo Veía, Y Me Debía Unos Cuantos Favores. Así, Lo Llamé Y Nos Juntamos Para Tomar Algo.

La Primera Parte De Mi Plan Estaba En Marcha, Pero En Un Momento Me Frené Y Pensé Mejor Las Cosas. Quizás Era La Cordura, En Un Intento De Salvarme. Sabía Que No Iba A Ver Vuelta Atrás. Pero Al Ver En Facebook Una Foto De Ella En Bikini Toda Cordura Se Fue. Ella, Aquella Nena, Iba A Ser Mía. 

Mi Amigo Algunos Problemas Económicos, Y Me Debía Mucha Plata Y Muchos Favores. Así, Que Le Intercambié Algunos Favores Para Que Me Dejara Entrar En El Galpón Por La Puerta Trasera, Sin Que Nadie Me Viera. Él Aceptó, Y Por Suerte No Me Preguntó Para Qué Quería Entrar Por La Puerta De Atrás.

Finalmente, Llegó El Sábado. La Ansiedad Recorría Todo Mi Cuerpo, Mientras Que La Adrenalina Bombeaba Sangre Desesperadamente. Sabía Que Tendría Que Hacerlo Ahora O Nunca. Ella Tenía Que Ser Mía. Al Recordar El Escote, Mi Erección Apareció.

En Mi Auto, Tenía Todo Lo Necesario Para Trabajar. Llevaba El Cloroformo, Las Sogas; Y Aunque No Creyera Que Fuera Necesario, Una Navaja Y Mi Pistola. Robé Una Matricula Para Que Cualquier Metido No Identificara Mi Coche. Para No Ser Reconocido, Me Puse Un Bigote Y Una Peluca Falsa. Ante El Espejo, Era El Plan Perfecto.
Gracias A Que Siempre Llegó Temprano Al Trabajo, Revise Los Archivos Para Ver Bien La Dirección De Micaela. Empecé A Vigilarla. Resulta Que Vivía A Unas Cinco Calles De La Escuela, Por Eso Tomaba El Camino Mas "Cómodo", Alejado Del Mas Transitado. Salía De Su Casa A Las 6:50, Y Llegaba A La Escuela A Las 7:05, Aproximadamente.
Como Era Otoño, Ya Los Días Eran Más Cortos, Por Lo Que A La Hora En Que Tendría Que Salir De Su Casa Todavía Estaría Oscuro. Era El Momento Perfecto.
El Día Estaba Nublado, Y Al Parecer Iba A Haber Tormenta. Eso Me Favorecía, Pues En La Zona Del Galpón Todo Se Inundaba Y No Iba A Haber Curiosos Que Nos Estorbaran. Agarre Mi Auto Y Temprano Lo Conduje Hasta La Esquina De La Casa De Micaela. Por Precaución, Nunca Llevo Mi Coche Al Trabajo (Nunca Falta Un Chistoso Que Te Lo Raye O Que Haga Cosas Peores), Así Que No Lo Podría Reconocer. A Los Cinco Minutos De Espera, Micaela Salió De Su Casa. Lentamente Enciendo El Motor.
Aquel Día, Quizás Por Casualidad O Broma Del Destino, Micaela Iba Más Hermosa Que Nunca. Todo Lo Que Me Enloquecía Resaltaba Más. No Prestó Atención Al Coche, Pues Ella Iba Con Los Auriculares.
A Las Dos Cuadras De Seguirla, Me Fui Acercando A Ella Con El Coche. Cuando Se Acercó A La Esquina, Aceleré Y La Intercepté. Ella Se Asombra Primero Por El Volantazo; Pero Luego Se Asusta Cuando Me Ve Bajar Del Coche Con La Navaja En La Mano. Su Cara De Susto Y De Desconcierto Es Preciosa.
La Agarro De Las Muñecas Y La Estrelló Contra La Pared. Pega Un Grito De Sorpresa Y Dolor Cuando Se Golpea. Apenas Atina A Defenderse. “¡Basta! Déjame Por Favor” Intenta Forcejar Mientras Mis Manos Recorren Sus Pechos, Su Cola. Se Pone Más Nerviosa Cuando Meto Mi Mano En Su Entrepierna Y Le Acaricio Su Conchita.
-¡¡No Mamita!! ¡¡Al Fin Te Tengo!! ¡¡Hoy No Te Salva Nadie! Decía Con Tono De Alegría Y Triunfo.
En Ese Momento, Le Pego Un Puñetazo En Su Estomago. Mi Niña Se Inclina Hacia Delante, Sorprendida Y Dolorida. La Agarro Del Pelo Y Al Levantarla Con Fuerza, Le Pongo La Navaja En Su Bello Cuello. Ahí, Ella Se Quiebra Y Se Larga A Sollozar: “¿Por Qué? ¿¡Quién Sos!?
Cuando Veo Las Primeras Lágrimas, Mi Erección Es Más Que Evidente. Golpeando Su Cabeza Contra La Pared Le Digo:
-Quédate Tranquila, Puta, Que Si Te Hacés La Loca Te Mato. ¿Vas A Hacer Todo Lo Que Te Diga O Te Tengo Que Matar?
Ella, Llorando Y Tragando Saliva, Todavía Desconcertada E Incrédula Ante La Situación, Asiente Con La Cabeza. Sus Ojos Me Miran Desorbitados De Pánico. Agarrándola Del Cabello, La Meto Con Fuerza En El Coche Y La Ato Con Las Sogas. Me Tengo Que Apurar. No Se Si Algún Chismoso Haya Visto Algo De Lo Que Pasó.
Mientras Con Una Mano Le Ato Piernas Y Manos, Con La Otra Le Mantengo El Cuchillo Sobre Su Cuello. Una Vez Atada, La Acuesto En El Asiento Trasero Y La Empiezo A Manosear, Primero Las Tetas Y La Conchita. Con Las Manos, Le Rasgo La Remera Y Sacó Los Pechos Para Afuera. Que Hermosos Que Eran: Blancos, Firmes, Con Un Pezón Rosado Que Invitaba A Besarlo Y Morderlo. Desesperado, Le Levanto La Falda Escocesa Y Extasiado, Miro Que Lleva Una Tanga Blanca.
-Mira La Tanguita Que Tenés, ¿Te La Pusiste Para Calentarme No? Le Preguntaba Sacado Gritando, Excitado. Ya Estaba Fuera De Mí
Ella Lloraba Con Más Fuerza, Revolviéndose Y Mirándome Con Odio Y Miedo. -¡¡Ya Soltame, Déjame Por Favor!! Empezaba A Suplicar.
No Se Ve Ni Un Alma, Ni Un Pájaro, Nada Alrededor. Se Ven Los Montes, Los Pastizales, Se Escucha El Viento Pasar Por Los Campos. Un Hermoso Día.
¡Al Fin La Tengo! Al Fin Ella Es Mía Y Puedo Cumplir Con Mis Deseos De Poseerla. Asegurándome De Que Nadie Nos Siguiera, Agarré El Camino Más Directo Hacia El Galpón. ¡¡No Aguantaba Más Las Ganas De Cogérmela!!
Luego De 15 Minutos De Viaje, Y Súper Caliente Al Imaginarme Todas Las Cosas Que Le Haría A Mi Alumna Favorita, Llegamos Al Galpón. Cuando Apague El Motor, Le Dije: -Ya Llegamos Al Lugar Donde Te Voy A Coger Hasta Que Me Canse, Puta De Mierda. No Te Olvides Que Si No Haces Lo Que Te Digo, Te Voy A Matar. ¿Me Entendés?
Para Mostrarle A Micaela Que Esto Iba En Serio, Saque El Arma De La Guantera Y Le Apoye El Cañón En La Concha.
-Déjame En Paz Loco De Mierda!! Gritó Sacando Valor De Donde No Tenia.
-Cállate Puta!! Le Grité Y Le Pegue Una Cachetada. Tenía Que Dominarla Ahora, Pues Tenía Que Bajarla Del Coche. La Saqué Agarrándola De Los Pelos. Cuando La Saque Y La Puse De Pie, La Empecé A Manosear De Nuevo. ¡Me Encantaba Agarrar Esos Pechos Enormes, Amasarlos, Estrujarlos, Apretarlos! Ella Gemía De Dolor Y Me Pedía Que La Deje, Que No Le Iba A Contar A Nadie, Pero Que No La Viole. Arrastrándola, La Lleve Hacia Adentro, Por La Puerta Trasera Que Mi Amigo Dejó Abierta. Ya No Había Vuelta Atrás.
La Arrastré Por El Galpón Y La Tiré Al Suelo. Mi Niña Seguía Llorando Y Suplicándome, Pero Yo Estaba Fuera De Mi Mismo. Estaba Como Poseído Mirando Los Pechos, Las Piernas Y La Diminuta Tanga Que Llevaba Puesta.
-Nooooo!! ¡¡Noooo Por Favor!! Soy Virgen. - Gritó Suplicando Nuevamente. Escuchar Eso Me Calentó Demasiado. ¡Iba A Ser El Que La Estrene! Yo Era El Primer Hombre En Ver Su Hermoso Cuerpo Desnudo, En Probar Esos Pechos Y Esa Conchita…
-Grita Todo Lo Que Puedas, Putita Mia. Nadie Nos Va A Escuchar.
Me Acerqué A Ella Bajándome Los Pantalones Y Sacándome La Verga Afuera. Micaela Empezó A Sollozar Muerta De Miedo Y Miró Para Un Costado Encontrándose Con Mi Miembro Gordo Y Cabezón, Abriéndo Los Ojos De La Impresión.
Me Incliné Sobre Ella, Y Con La Navaja Terminé De Rasgarle La Remera Y El Corpiño. Retiré Los Jirones De Su Ropa Y Empecé A Pasarle La Lengua Por Su Cara, Sus Mejillas, Su Cuello De Cisne Y Sus Hombros. Mi Niña Lloraba Y Me Pedía Que Me Detenga. 
Llegue A Las Tetas Con Las Que Tanto Había Soñado Y Empecé A Besarlas Apasionadamente, Les Pasaba La Lengua Y Las Apretaba Con Mis Manos Y Mis Dientes. Los Apretaba, Los Movía En Círculos, Los Juntaba Y Los Separaba. Se Los Besaba Sin Parar. A Los Pezones Se Los Mordí Hasta Hacerlos Sangrar. Ella Solo Lloraba. No Podía Parar De Llorar. Yo Le Pasaba La Lengua Por Las Mejillas, Tratando De Probar El Sabor De Sus Lágrimas.
- ¡Que Buenas Tetas Que Tenés! ¿¿¿Te Calienta Puta??? Le Pregunté.
-Bastaaaaa... Déjeme Ir...
La Levanté De Los Pelos Y Le Grité: ¡Ahora Me Vas A Chupar La Verga, Puta!
Ella Me Suplicaba, Sin Dejar De Llorar: No…Por Favor…
-Abrí La Boca Mierda!!
Luego, La  Agarro Del Cuello Y La Llevo Hacia Mí, Refregando Mi Pija Sobre Su Cara De Nena. Ella Cerró Mis Ojos E Hizo La Cara Hacia Un Lado.
En Ese Momento, Le Agarro El Mentón Con Fuerza Y Le Digo:
-¡¡Si Intentas Algo Estúpido Te Mato!!
Luego Comencé A Pegarle Con Mi Pija Cada Vez Más Fuerte En Su Cara. Con La Mano, Le Apreté Con Fuerza Una Teta Y Ella Gritó De Dolor. Entonces Aproveche Y Puse La Punta De Mi Pija En Sus Carnosos Labios Empujando De A Poco. Ella Parecía Mirarme Como Diciendo: ¿Por Qué A Mí?
Ella Respiraba Agitadamente, Ya Que Estaba Muerta De Miedo. La Tenía Totalmente Dominaba Y Eso Me Calentaba Demasiado. Cada Vez Se La Metía Más Fuerte En La Boca. Ella Colaboraba Con Asco Y Con Miedo, Ya Que Me Pasaba La Lengua Por La Pija Y Por Los Huevos. La Tenía Toda Para Mí. En Esos Momentos Era Mia, Mia Para Gozarla A Mi Voluntad, Y Para Satisfacer Cualquier Capricho De Mi Deseo Sexual. Ella Lo Sabía Y La Afectaba Más Psicológicamente Que Cualquier Cosa. Humillada, Lloraba Constantemente.
El Glande Entraba Hasta Casi El Final De Su Boca Y Salía, La Sacó, Y Un Hilo De Saliva Quedó Colgando Desde El Pene Hasta La Boca, Cuando Se Desprendió Fue A Parar Al Pecho De Mi Niña. Una Vez Que Me Di Por Satisfecho, La Agarré De Los Pelos Y La Volví A Tirar Al Suelo. Ella Estaba Muy Agitada, Asustada, Y Lloraba Mucho. No Sabía Que Le Podía Llegar A Pasar.
-Bueno, ¡Ahora Llegó El Momento Que Más Esperaba! ¡Te Voy A Convertir En Mi Puta! Dije Acostándome Sobre Ella.
-¡No Por Favor! No Me Lastimes Más. Dejáme Ir, Prometo No Decirle Nada A Nadie.
Ningún Ruego O Promesa Iba A Frenar Esto. Estaba Demasiado Caliente. Y Sus Súplicas Me Calentaban Más. Y Ella Lo Sabía, Pues Me Miraba Con Bronca E Impotencia. Le Separe Las Piernas Y Me Aproxime A Su Dulce Vagina. Quería Beberla, Tomarla, ¡Comerla!
Le Empecé A Lamer Los Muslos Mientras Le Acariciaba La Cola Y La Concha. Estaba Demasiado Caliente Como Para Detenerme.
-¡¡Noooooooooo, Por Favor!! Gritaba Pataleando. Se Revolvía Y Se Agitaba Con La Respiración Entrecortada.
Empecé A Cogerla Con Los Dedos, Pero La Situación Hacía Que Estuviera Seca, Lo Que Dificultaba Mi Tarea Y Hacía Que Todo Sea Más Doloroso Para Ella. Entonces, Me Ensalivé Los Dedos Y Se Los Pase Por La Vagina, Para Que Al Penetrar Mis Dedos Y Mi Lengua Todo Fuera Más Fácil.
-¡Noo! ¡Por Favor! ¡No Lo Haga! ¡Dejeme! ¡Por Favor! ¡Asi No! ¡Soy Virgen! ¿Por Qué?- Decía Llorando Micaela.
Continué Masturbándola Un Rato Cuando De Repente Le Metí Dos Dedos Y Comencé A Meterlos Y A Sacarlos Muy Rápido. Eso Logró Que Soltara Unos Gemidos Muy Fuertes Y Comenzara A Moverse Mucho.
-¡¡Noooooooo!!! ¡Aaaaaahhhhhh!! ¡¡Nooooo!! – Chillaba De Todas Las Formas Posibles.
Ella Intentaba Acurrucarse En Forma Fetal, Pero Luego De Dos Bofetadas Recordó El Lugar Que Ocupaba En Esos Momentos. Y Ahora, Justamente, Venía El Gran Momento. Me La Iba A Coger Toda La Mañana!!
En Esos Momentos, Me Acerco A Ella Y Le Abro Las Piernas Con Violencia. La Pobre Micaela Se Lo Veía Venir Y Empezó A Llorar Con Cada Vez Más Fuerza Y Resignación. La Iba A Violar, La Iba A Poseer, Y Ella No Podía Hacer Nada Al Respecto.
Gracias Al Buen Bucal Que Le Di, La Conchita De Mi Hermosa Micaela Iba A Estar Bien Lubricada. Me Acerqué A Ella Y Le Di Un Fuerte Beso En La Boca. Le Pase La Lengua Por Toda Su Mejilla. Justo Cuando Iba A Penetrarla, Sonó Un Teléfono. El Mío No Era, Pues Lo Tenía En Vibrador. Tenía Que Ser El De Ella.
Le Apunte Con La Pistola En La Cara, Y Le Pregunte: -¿Quién Mierda Te Llama?
-No Sé, Debe Ser Mi Mama…Por Favor, Ya No Me Lastime Más…
En Esos Momentos, El Morbo Ya Me Había Tomado Por Completo. Tomé Su Celular, Que Era Muy Básico, Descartando La Posibilidad Del Gps. Atendí El Teléfono Y Resultó Ser La Mamá.
-¿Hola, Hija? ¿Ya Estás En La Escuela?
-Disculpe, Señora, Pero En Este Momento A Su Hija Me La Estoy Cogiendo. No La Puede Atender.
-¿Quién Sos? ¿Qué Le Estás Haciendo A Micaela, Hijo De Puta? ¡¡Micaaa!!!
Entonces, Puse El Altavoz Y La Empecé A Coger Para Que Tanto Mica Como La Mamá Lo Disfrutaran. ¡Como Me Encantaba Cogerme A La Nena Esta!
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyy!!! Aaaaaaaaaagggggggggggyyy!!! Aaaggyy!!!
Sus Gritos Eran Ensordecedores, Lo Cual Me Estaba Excitando Cada Vez Más.
-Toma! Toma, Puta De Mierda! Gritaba Como Un Loco
-Paraaaaaaaaa!!! Aaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyy Paraaaaa Un Pocoo!! Aggggyyyyyyyyyyyyyyy!!!!
Mientras, La Mamá Gritaba Por Teléfono: -¡Dejála Hijo De Puta! ¡¡Dejala!!
--Nooooo Por Favorrrrrrrrr!! Grite Desesperada. En Ese Momento, Su Himen Se Desgarró Y Empezó A Correr Sangre. Ella Era Mi Juguete, Y Claro Que La Iba A Disfrutar.      
Muy Lejos De Detenerme, Yo Seguía Empujando Toda Mi Verga En Su Interior, Cogiéndola Y Atravesándola. Podía Escuchar Sus Gemidos De Dolor Y Mi Risa Al Violarla. Y Comencé A Bombearme Con Más Fuerza, La Sacaba Casi Toda Y La Volvía A Meter Hasta Los Huevos De Un Empujón, No Sé Cuanto Duró Todo Eso Pero Para Mí Fue Una Eternidad De Placer Como Un Infierno Para Ella Y Su Mamá. Las Escuchaba Rogar Y Llorar A Las Dos. Estaban Destrozadas, Nunca Volverían A Ser Como Antes. Y Yo Era El Causante.
Mis Penetraciones Eran Cada Vez Más Fuertes, Y Si Bien Hasta Ahora Había Tenido Suerte, No Quería Arruinarlo Con Alguien Descubriéndome. Aceleré Mi Ritmo.
-Aayyyygggggggg!!! Aggyyyyyy!! Gritaba Micaela Con Los Ojos Cerrados.
-¡¡Bassssstaaaaaaaaaaa!!! Gritaba La Madre…
En Esos Momentos, Eyacular Era Casi Inevitable. Pero No La Quería Dejar Embarazada, Por Lo Que Rápidamente, Saqué Mi Verga Y Le Acabé En La Cara Y En Las Tetas. A Punta De Cuchillo, Le Ordené En Voz Fuerte A Micaela (Para Que La Mamá Me Escuche) Que Me Limpiara Bien La Verga. Acerqué El Teléfono A La Boca De Mica Para Que Su Madre Escuche Todo.
Una Vez Que Me Limpió, La Empujé Al Suelo. Cortando Abruptamente La Llamada, Empecé A Sacarle Fotos A Micaela. Algunas Eran Para Mí, Otras Para Su Mamá. Al Teléfono Me Lo Quedé, No Quería Dejar Cabos Sueltos. Mi Querida Alumna Quedó Llorando, En Posición Fetal, Tratando De Taparse Pese A Las Ataduras. Mi Erección Volvió, Pero No Quería Retenerme Más Tiempo. Una Vez Que Terminé, Me Vestí Rápidamente Y Huí Del Lugar Eufórico.

Pasaron Varias Semanas Desde Que Violé A Mi Estudiante Favorita. Ahora Que No Va Al Colegio, Mi Entusiasmo Por La Clase Decae. Haciéndome El Tonto, Pregunto Por Ella Cada Vez Que Paso Lista. Sus Amigas Me Dijeron Únicamente Que Algo Malo Le Había Pasado Y Se Mudaron A Otra Ciudad. Al Parecer, Ellas No Sabían Que Le Pasó. Al Menos Tampoco Hubo Una Denuncia Policial Ni Salió La Noticia En Los Medios.
Ahora Hay Otro Problema…No Se Como Decírselos. Su Ex Compañera De Banco, Lucía, Tiene Una Sonrisa Que Me Hace Recordar Mucho A La De Micaela.














domingo, 5 de octubre de 2014

Violada Por Mi Asqueroso Vecino Conocido Por Xmur1



Soy Cintia, tengo 21 años y hace poco termine con mi novio, así que estaba muy bien soltera, el no me cuidaba lo suficiente, por más que siempre se pasaba alabando mis dotes frente a todos, no me quería como persona que me parecía mucho más importante, siempre le gustaba que me mostrara y a todos les hacía referencia sobre mi increíble delantera; a mi cintura sobre todo y a mi cola que es bien parada y redonda, y lo mejor de todo es que sin ni siquiera hacer ejercicio, solo lo que la naturaleza me dio, aunque mi estatura era muy reducida, solo 1.60 pero no me disgustaba ya que tenía buenas medidas para no necesitar tanta altura, en total y sin exagerar tenía 93-65-100. Estudio medicina y me va muy bien, vivo con mi familia en un barrio común y corriente de la ciudad, al lado de mi casa vivía mi mejor amiga, con la cual he compartido casi toda mi vida, ella vive con su madre, una señora mayor pero rara, y su hermano que es gordo baboso pero respetuoso. Yo siempre estaba estudiando, ya que mi carrera es muy dedicada, iba todas las tardes a la facultad y tenía que caminar algunas cuadras para llegar a la estación de colectivos, como siempre me puse unos jeans ajustados, una blusa bastante ligera, en la calle como siempre me percate de las miradas de los viejos que iban dirigida descaradamente a Mi cola o a mis pechos. Yo odiaba a los tipos babosos, y siempre había algún auto que tocaba bocina o gritaba alguna grosería, como ese día que me gritaron -¡Mira que culazo de la pendeja y que buenas tetas!! Yo no les daba importancia y seguía caminando como si nada. Por ahí en la facultad me tocaba cursar de mañana y a veces de tarde, las veces que podía pasaba a buscar a mi amiga de al lado y pasábamos todo el tiempo hablando o haciendo algo, la verdad era mi mejor amiga, siempre nos reíamos de cosas, sobre todo algunas cosas que hacia el hermano y él pensaba que ella no se daba cuenta, ella me contaba que siempre lo enganchaba cuando estaba viendo alguna película porno, y muchas veces sabia que él le sacaba plata a su mama para ir a las putas a saciar sus deseos, no era un maniático pero creo que se debía entender, ya que era un sujeto muy gordo, con lentes bien con aumento y medio lento de pensamiento sin ser deficiente, es obvio que sus ganas los tenía que saciar pagando, no creo que debían haber mujeres para aguantar a tal sujeto y encima con 35 años. Un día que iba a salir, era viernes, yo llevaba una camisita ajustada junto con unos jean ajustados también y unos tacos altos, estaba en la puerta de mi casa esperando a mis amigas que estaban retrasadas, en eso llego Alejandro, que es como se llama el hermano de mi amiga, estaciono rápido y se bajo, luego se aproximo a mí y se puso a hablarme, lo había hecho algunas veces, pero esta vez estaba más animado parecía, me pregunto a donde iba tan linda y cosas así, al llevarme varia altura, yo le llego más o menos arriba de su gran panza, el me hablaba mirando para abajo y dejando su mirada clavada en mis pechos, que llevaba algunos botones desprendidos y dejaba ver una buena parte de ellos. Estuvo hablándome de cosas sin sentido sin casi ni parpadear, yo no le daba importancia ya que me daba vergüenza decirle algo, paso un tiempo y se despidió agachándose un poco para darme un beso, el cual me dio en la mejilla casi chupándome, fue un asco, pero era medio así el. Luego llegaron mis amigas y nos fuimos a bailar. Al otro día después de levantarme tarde, me paso a buscar mi vecina para charlar un rato, entre esto y aquello me contó que había escuchado a su hermano masturbándose, ambas echamos a reír, ya que yo también tengo hermanos y los he escuchado, pero de un tipo de 35 años parecía absurdo. Los días iban pasando, un día vino mi vecina a invitarme a la montaña, pero debido a mis exámenes, le dije que gracias pero que no podía, me sentí muy mal por no poder ir, pero tenía que aprobar si o si. Casi no dormía estudiando, y debido a que en mi casa somos muchos, tenía una pieza de estudio en el patio de mi casa, ahí pasaba la mayoría del tiempo, recuerdo muy bien que ese miércoles, no se me podía quedar nada en la cabeza, no sé que me pasaba, era plena tarde, todos dormían, cuando en silencio escucho un golpe en la casa de mi vecina, yo sabía que no había nadie, entonces me preocupe, salí de la pieza de estudio y me subí a un banquito para asomarme por la pequeña pared que divide nuestros patios, que no es ni de 1.80. No había nadie, cuando me estaba por bajar oí alguna voces dentro de la casa y pensé que serian ladrones, por las dudas y por curiosidad me quede un poco más para escuchar y ver. Cuando de repente sale Alejandro medio desnudo con una mujer, que por su pinta debía ser una prostituta, él la llevaba del brazo y luego de quedar cerca de su pileta le dijo -¡¡Vamos zorra, quiero que me chupes la verga acá!! Yo seguía media escondida tras las ramas de un árbol, mirando la obscena escena, cuando Alejandro se bajó su traje de baño, entonces apareció su miembro, era enorme, demasiado gordo parecía mi brazo y estaba como hinchado, la chica, que no debía ser muy mayor que yo, rápidamente se arrodillo y comenzó una mamada metía y sacaba ese miembro de gran tamaño de su boca, yo miraba sorprendida de cómo no le cabía en la boca aquel enorme miembro, Alejandro solo cerraba los ojos, su rostro demostraba su placer mientras aquella loca le devoraba su miembro el solo exclamaba -¡¡Ahgg Ahhh! Ahhh! Ahhh! Siii Cometela Todaa Putita Siii Putitaaaa Asiii Todaaa Ahhh! Ahhh! Ahhh!!! -¡¡Ahhh! Ahhh! Asiii! Asiii! Chupamela toda Pija Cintia Siiii como te Gustaaa Miii Porongaaa Trolita Daleee Tragate toda mi pija Putita¡¡Ahhhh!! Ahhhh!! Ahhhh!!, Yo me quede helada al escuchar su nombre, que era igual al mío, una sensación rara atravesó mi cuerpo y no podía dejar de mirar estaba boquiabierta sorprendida y ya habían pasados unos 10 minutos en los que yo estaría ahí viendo. De pronto pude ver que Alejandro se excitaba más aun, seguramente estaba por acabar, cuando grito -¡¡Ya Acabo putita abrí la boca Tragate toda mi leche putita lechera!! Saco su enorme miembro de la boca de ella y la empezó a masturbar, ella permanecía con la boca abierta esperando la descarga, de pronto empezaron a salir los Abundantes disparos de semen de su miembro y se los hecho en la boca y en toda la cara, después de haber descargado todo agarro su miembro y empezó a pasárselo por la cara de ella y a darle golpes en las mejillas y en los labios con su verga, todo eso que estaba yo viendo me parecía asqueroso y obsceno. Alejandro tenía cara de triunfador, de haber gozado de ella como él quería, entonces le dijo -¡¡Ya putita quedaste bien bañadita de mi leche ahora límpiamela!! Ella como una orden empezó a limpiar con su lengua aquel enorme miembro y Alejandro cuando hizo su rostro hacia arriba de placer miro hacia donde estaba yo, yo no sabía si me estaba mirando pero parecía que si, así que me fui ocultado rápidamente. Yo sentía una sensación extraña, mi cuerpo emanaba adrenalina por lo que acababa de presenciar hace unos instantes y en mi mente solo recodaba aquella imagen, me preocupaba por que quizás Alejandro me habría visto espiándolo, si así fuera qué pensaría de mi y que le diría para explicarle que hacia viendo. Esa noche casi no dormí pensando en eso, y la escena asquerosa de esa prostituta dejándose humillar por algunos billetes. Al otro día no vi que estuviera Alejandro por ahí, sabía que la familia estaría una semana en la montaña, así que mejor para mí, para poder evitarlo. Habían pasado varios días, hasta que llego el viernes, ese día estuve apuradísima, preparando todo, ya que después de un largo día de cursado, llego a mi casa y salgo a bailar, entre tanto todo rápido que hice, salí sin llave, no me preocupe mucho ya que siempre había alguien en mi casa. El problema fue que ese día todos fueron a ayudar a mi papa con su trabajo, cuando volví a mi casa, en ese día que llovía a más no poder, me encontré con que no había nadie, y encima sin llave, toda mojada con el guardapolvos de la facultad, rápidamente decidí sacarme el guardapolvos mojado para no enfermar y lo metí con las carpetas por una ventana que siempre estaba media entre abierta, y decidí quedarme bajo techo esperando que llegaran, no debían tardar tanto supuse. Las horas pasaban y cada vez sentía más frío, ya que estaba vestida para salir, con una remerita blanca muy escotada cortita que no tapaba mi ombligo, unos pantalones de jean ajustados y unas sandalias un poco altas. No sabía qué hacer esperando el regreso de ellos, de pronto pensé en decirle a mis vecinos que me dejaran entrar por su patio, pero si estaba Alejandro me diría algo por lo del otro día, así que no me anime y me quede tomando frío ahí sola. El tiempo pasaba y nadie llegaba a mi casa, entonces tome valor y decidí ir a pedirle ayuda a los vecinos, corrí hasta al lado y la lluvia me mojo totalmente por mas que era poco el trecho, toque timbre y nadie salía, mientras que me seguía mojando, estaba a punto de volver debajo del techo donde estaba, cuando de repente se abrió la puerta y apareció Alejandro, rápidamente me miró y me dijo que pasara, yo lo hice sin dudar solo pensando en la lluvia y el frío. Rápidamente fuimos hacia la cocina, cuando estuvimos en ella, su mirada se dirigió directamente a mis pechos, eso me molesto mucho, pero supuse que con el gran escote que tenía no podía quejarme. Luego recorrió mi cuerpo con la mirada y me dijo que me sentara. Yo lo hice, mientras que el preparaba café, me di cuenta como volteaba para verme, me devoraba con los ojos. Yo estaba muy nerviosa e incómoda por lo que lo había visto el otro día y rogaba que no me dijera nada. Como no quería mirarlo, mire para todos lados, hasta que me mire a mí y entendí porque me miraba así, mas insistentemente que nunca, es que la lluvia me había mojado entera mi camisa y esta estaba pegada a mis pechos, y mis pezones estaban duros por el frío, era obvio que se iba a deleitar con la mirada. De pronto me pidió que me acercara a probar el café, a ver si estaba bien de azúcar, yo me acerque muy nerviosa, empecé a probar el café de a poco, y vi como sus ojos me miraban descaradamente mis pechos, en sus ojos pude notar su excitación, o mejor dicho se le notaba la calentura, me miraba tan fijo que parecía que me quería comer mis pechos. Yo luego de probar el café, bueno en realidad me lo tome todo, porque tenía mucho frío, le pedí otro, pero que por favor con mas azúcar, entonces el me dijo, que detrás mío había, yo me di vuelta y abrí la alacena poniéndome en puntas de pie porque no llegaba, era consciente que él me miraba de atrás y seguramente directamente a mi cola, pero una extraña sensación atravesaba todo mi cuerpo, el frío había desaparecido, y el calor se hacía sentir, sentía como mis orejas se ponían rojas y un calor que me invadía por dentro, dándome sed, mientras que seguía buscando el azúcar, el dijo de pronto rompiendo el silencio -¡¡Tenes unas piernas preciosas!! Yo me quede helada, y dijo luego -Espero no te moleste que te lo diga. Yo totalmente nerviosa conteste – No, estaba inmóvil, sin saber qué hacer, entonces el dijo -¡¡Y esa cintura!! ¿Vas al gimnasio? Yo le dije –No. Cortantemente. Paso un rato y no podía encontrar el azúcar, cuando de nuevo rompió el silencio y dijo -¡¡Y esa cola, discúlpame que te lo diga, pero es fantástica!! Trague saliva, estaba demasiado nerviosa para contestar algo, al ver que yo no contestaba siguió hablando -¡¡Tenes un cuerpazo, te deben decir muchas groserías en la calle!! Yo estaba demasiado incomoda y asentí con la cabeza, sin saber qué hacer, de pronto el se acerco diciendo -¡A ver, te voy a ayudar! Y se puso detrás mió y sentí como el muy descarado apoyo su bulto en mi cola, pude sentir sobre mis nalgas su excitación, el sujeto estaba aprovechando de mí y yo intente salir de esa situación, pero mi cuerpo no respondía. De pronto sin perder tiempo dijo sobre mi oído, algo que me dejo perpleja -¡¡Y Cintia que te pareció como el otro día, esa putita me la estaba chupando, te gusto por eso observabas con la boca abierta!! Yo me quede paralizada, muerta de miedo, mi corazón se puso a latir mas, no sabía que decir ni qué hacer ante aquella aclaración me quede muda, entonces el dijo -¿¿Qué pasa?? ¿¿No va a decir nada??, Yo seguía muda pero rápidamente detuve las acusaciones con voz segura y le conteste -¡¡Que te pasa Alejandro, estás loco no se dé que me hablas, dejame en paz!!, Pero el lejos de soltarme, comenzaron sus manos a recorrer mi espalda, yo ante el miedo y casi llorando ya, le dije casi suplicando -¡¡Por favor, soltame, no me hagas nada Alejandro!! Pero creo que eso lo avivo mas, ya que sus manos comenzaron a recorrer mi cuello y con un movimiento rápido sus manos me rodearon hasta atrapar mis pechos y me dijo al oído -¡¡Que buenas tetas tenes Cintia!! Yo ante tal acoso grite -¡¡Ya basta, Soltameeeeeeeeee!! Pero él seguía en su labor y sus manos me apretaba los pechos fuertemente, los amasaba fuertemente murmurándome al oído -¡¡Que grandes tetas tenes y que duras están!! El calor me invadía más ahora que el estaba abusando de mí, no sé porque, pero estaba media excitada ante tal acoso, pensaba en lo morboso de la situación; ese tipo mayor, gordo y sucio que casi todas las noches se iba de putas, y casi ni ellas debían dejarse tocar por él, ahora tenía un cuerpo mucho más joven y bien formadito para manosear a su antojo, y ese cuerpo era mío, una chica con 10 años menos que el, debía sentirse en la gloria el maldito. Estuvo un rato masajeándome los pechos y apretando una y otra vez su paquete contra Mi cola. Yo estaba excitada, por más que mi cabeza intentaba soltarse de mi opresor, mi cuerpo no respondía, de pronto una de sus manos se apoyo sobre la parte superior de mi muslo derecho, de a poco fue bajando hasta poder acariciar mi hermosa cola, me la acaricio con bravura, yo me di vuelta un momento y vi su rostro enfermizo, parecía un lunático, su boca abierta casi babeando delataba un placer morboso, Alejandro con casi un grito me dijo -¡¡Vamos pará el culo Cintia!! Yo con miedo lo hice y me puse mas en punta de pies, mientras que comenzaba a llorar lentamente, el se reía y decía -¡¡Eso, muéstrame el rico culo que tenes!! Mientras seguía admirando mi cola, tomo mis nalgas, las separó y siguió apoyando mas fuerte su bulto sobre la línea de mi cola, yo podía notar las palpitaciones de su excitado miembro, mientras mi hermosa cola se enterraba bajo su enorme barriga. Me tomó de las caderas y me seguía apoyando su paquete con fuerza, ya después de un rato me dijo -¡¡Vamos, move suavemente tu culo contra mi pedazo!! Yo no podía casi controlar a mi cuerpo que se sentía más excitado aun y con un poco de miedo obedecí, pare lo mas que pude la cola y la empecé a mover suavemente de lado a lado sintiendo todo su miembro duro en mi pantalón, no sé porque, pero se me dio por voltearme a ver su rostro un instante; y vi como Alejandro se veía que disfrutaba mas y mas. Yo con un poco de miedo, deje de moverme, pero el rápidamente me grito -¡¿Qué pasa?!, no he dicho que pares, ¡sigue meneando el culo perra rica! Yo entre lágrimas le dije defendiéndome y gritándole -¡¡Basta, dejame y no me digas así Forro!! Pero él se reía y me decía -¡Te digo como quiero puta...no eres más que una pendeja puta que tiene un cuerpazo y yo voy a disfrutarlo! Yo lloraba al escuchar decir todo eso sobre mí, pero mi cuerpo estaba totalmente encendido y no podía hacer nada para evitarlo, la sensación extraña atravesaba todo mi cuerpo, no podía creer la situación de estar con el hermano de mi mejor amiga, siendo un sujeto que no era ni siquiera atractivo y estando yo con mi pantalón súper ajustado siendo apoyada totalmente y mi camisa blusa mojada que se pegaba a mis pechos y parada sobre mis altos tacos. Mientras que el me miraba, sonreía de manera enfermiza. Mientras que seguía apoyándome y me decía al oído -¡Estas muy buena Cintia! De pronto me tomó por la cintura y me volteo violentamente, quedando a la altura de su pecho, siendo el mucho más alto que yo, rápidamente sus manos se metieron debajo de mi camisa para apretarme los pechos, yo lloraba ante el abuso y sentía sus fuertes apretones que despertaban poco a poco mis pezones; el al darse cuenta rápidamente de la erección de ellos, me dijo -¿Te gusta que te manoseen las tetas putita? Yo no respondí, pero sentí que mi cara se sonrojo, era evidente que eso le había contestado, en un movimiento rápido sus manos me despojaron de mi camisa y mi corpiño, intente cubrirme, pero él estaba muy cerca y mis manos no las podía levantar, el se quedo boca abierto mirándome un rato mis enormes Senos con aureolas grandes y pezones rosados bien erectos y luego dijo en tono eufórico -¡¡Que buenas tetas Cintia, son mejor de lo que creía!! Y luego de esto me las apretó con fuerza, mientras que comenzó a lamerlas descontroladamente, luego de aprovechar mucho de mis pechos, los soltó y sus manotas se fueron a mi cola, me la apretaba y manoseaba violentamente, mientras que me miraba y me decía sonriendo vilmente -¡¡Que culo tenes, que bueno esta, tenes un culazo ...¿te gusta que te toquen el culo? Yo ahora no sentía nada, ni tampoco tenía ganas de que lo hiciera, odiaba esa forma de tratarme, pero mi cuerpo parecía que no. Como pude le grité -¡¡Ya basta!!! ¡¡Soltame no estás bien, por favor!! Pero él se reía y me decía -¡Que puta que sos, me decís que pare, pero estas más caliente que yo!! ¡¡Te mereces un regalito!! ¿Te gustaría que te premie con mi lechita? Yo lloraba más y más, pero Alejandro seguía y comenzó a desabrochar su cinturón y cuando se iba a desabrochar el pantalón, me tomo una de mis manos y me dijo -¡¡Vamos Cintia, busca lo que te gusta!! Yo estaba asustada completamente, pero no me podía resistir tanto, no sé porque, él siguió llevando mi mano hasta llegar a su gran bulto de sus pantalones, yo estaba como ida ante la situación, no quería pensar, solo quería irme, mientras que sentía esa barra de carne palpitaba y estaba muy caliente. De pronto, el me tomó de la barbilla y me dio un beso violento, su asquerosa lengua se metió por completo en mi boca y se enredo con la mía, yo me lo intente sacar de encima y lo logré, pero el luego lamió mi cara y mis lagrimas, era totalmente asqueroso y humillante. Poco a poco, me fue llevando hacia la mesa, yo intentaba pelear contra mi cuerpo y el suyo, para soltarme, pero no podía, no sabía porque, cuando llegamos cerca de la mesa, el me inclino sobre la mesa, dejándome apoyada casi en un vértice de la mesa, mi cabeza colgaba hacia abajo y mi cola apuntaba al cielo por el otro lado. Mientras me acariciaba mi cola, el muy vil, sacó su miembro, que era totalmente venoso y gordo, luego lo acercó a mi cara, para empezar a darme pequeños golpes con ella, yo no paraba de llorar, era muy humillante y el gozaba mas y mas, diciéndome en tono de burla -¿Qué te parece como me tenes perrita? Yo solo gimoteaba rechazo y asco, pero estaba muy atragantada con mis lágrimas, sus manotas de pronto comenzaron a darme unos fuertes palmazos en mi cola, que lo tenía obsesionado, podía sentirlo en los apretones o palmadas que me daba. De pronto se fue y se paró detrás mío, yo lloraba constantemente, entonces el maldito de pronto desprendió mi pantalón, yo ahí supe que no había vuelta atrás, el maldito iba a violarme y con ese pedazo de pija cuando me cogiera la concha seguro iba hacerme su puta ya que nunca me cogieron con una pija tan grande y tan gorda, y mi cuerpo no respondía para negarme, solo mi cabeza, bajó mi pantalón suavemente, yo me di vueltas como puede y lo vi como estaba mirándome la cola fijamente, luego su mano acaricio mi entre pierna sintiendo los jugos de mi cuerpo, el se rió y me dijo algo que me hizo entender todo -¡¡Ahhhh, que caliente estas!! ¡¡Esas pastillas que te puse en el café, funcionaron a la perfección!! Yo al escuchar eso, comencé a llorar mas y a insultarlo, era verdad sentía mucho calor y excitación, pero mi cabeza no, era mi cuerpo, era obvio que él sabía que mi cuerpo buscaría saciarse, la situación era indignante, pero no había nada que hacer, el hasta seguía riéndose de mi desgracia y me decía -¡¡Que precioso culo tenes Cintia!! Al terminar de decir eso, agarro gordo miembro ya muy duro y empezó a darme golpes en mis nalgas y con la otra mano me las manoseaba, de pronto se detuvo y en un movimiento rápido, jalo de los tirantes de mi tanga y la bajo hasta mis tobillos, se quedo quieto un segundo y acotó -¡¡Que culo tenes Cintia, está bien rico páralo y volvelo a menear!! Y me dio una fuerte nalgada, yo con mucho miedo comencé a moverlo en círculos, pero fue por muy poco tiempo ya que el rápidamente tomo mis nalgas con sus manotas y puso la punta de su gordo miembro en la entrada de mi vagina y poco a poco comenzó a abrirse paso, yo me quede estática, así que poco a poco fue metiendo su miembro dentro de mi vagina y el dolor comenzó a subir, estaba muy gorda para mí y me hizo gritar de dolor -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!, Diooos Mioooo Noooo, ¡¡sacala Forro Ay Es Enorme Me vas a matar!! ¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!! El metió hasta el final su miembro dentro mío y dijo medio entre cortado -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! que apretadita estas, que rico me la aprieta Ahhhhhh!! Yo sentía un dolor fuerte y un poco de falta de aire, sentía como su miembro parecía que me partía pero mi cuerpo parecía gustarle más y rápidamente mis pezones se pusieron muy duros y por momentos se me pasaba por la cabeza, el sentirme tan deseada. En un movimiento rápido voltee hacia atrás y pude ver prenda intima en el suelo y mis piernas abiertas, realmente me tenia totalmente expuesta para él, estaba a su total disposición, después me tomo por las caderas y empezó a penetrarme lentamente y de pronto comenzó a hacerlo cada vez más rápido, sentía como con cada embestida de ese miembro gordo y grande me llenaba. No podía casi contener a mi cuerpo que estaba cada vez más cerca del orgasmo, era obvio que lo que me había puesto era muy fuerte, porque no podía casi ni pensar y poco a poco comencé a gemir para su asquerosa satisfacción -¡¡Ahhhhh Ahhhhh Ahhhhhh!! Asi Ahhhhhhh Oh Siii Asii Asiii Oohhh!! Oohhh!! Oohhh!! ¡¡Ahhhhh Ahhhhh Ahhhhhh!!, El al escucharme aceleraba sus embestidas y me embestía con mucha fuerza, sentí que me partía por dentro, era un dolor de extraña sensación, en eso el maldito agarro mis nalgas y empezó a moverla rítmicamente hacia su miembro mientras que me decía -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! que rico que coges Cintia, estas mejor que una puta de lujo, nadie me había excitado tanto, vamos move el culo Asiiii Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!!! Yo lloraba al escuchar sus insultos, pero mi cuerpo seguía fiel a su objetivo de terminar. Me habrá estado cogiendo cerca 20 minutos, ya me había acostumbrado a mis gemidos y al ruido que provocaba mis nalgas al chocar con su vientre, con un movimiento rápido, me tomó de los brazos y los jalo hacia atrás y así en esa pose me comenzó a coger con mucha fuerza, metía y sacaba su miembro de mi ser de una manera increíble y dolorosa para mi, mientras que el entre gemidos decía -¡¡Ahhhhh Que Bonita Te Vez Asiiiii Disfrutandooloo como una putita!! No tardo en venirse pronto ahora en esta posición y yo también, llorando al sentirme tan culpable y sucia, el sabia como debía sentirme ya que me dijo al oído suavemente -¡¡Disfruta tu venida Cintia, se que te gusto!! Yo tenía mucho odio, me sentía totalmente humillada, pero mi cuerpo en lugar de volver a la normalidad subía cada vez más su temperatura, el debía saberlo, porque rápidamente y sin perder tiempo subió mi tanga junto con mi pantalón refregándome bien mi cola y me tomo del brazo dirigiéndonos adentro de la casa, yo gimoteaba y lo insultaba intentando safarme, pero su fuerza era muchísimo más que la mía y su tamaño ni hablar, llegamos rápido a un cuarto, que obviamente era el suyo, toda la pieza estaba lleno de fotos de mujeres semi desnudas o desnudas, el olor era bastante pesado y una sola cama. Rápidamente me tomo por la cintura, me giró y me metió un beso asqueroso moviendo a todo lo que daba su lengua contra la mía, sus manos bajaron hasta agarrarme fuerte de los cachetes de mi cola y me apretó contra él para comenzar a moverme contra su bulto, me estaba refregando vilmente mientras que su boca parecía que succionaba la mía, era algo totalmente espantoso. De pronto, sus manos soltaron mi cola y se pusieron sobre mis hombros, yo seguía inmóvil, entonces el dejo de besarme y me dijo con un grito -¡¡Vamos ponete de rodillas putita!! Y luego me hizo a arrodillar empujando de mis hombros, yo aunque intente resistirme, el me tenía con muchísima más fuerza que la que yo podía llegar a hacer, así que quede a sus pies, su miembro estaba gordo y muy duro, el al tenerme totalmente sometida siguió humillándome, dándome golpes en mi cara con su miembro, que parecía un machete de lo duro que estaba, yo lo miraba completamente asustada y llorando, hasta que él se detuvo, pero luego volvió a la carga, se tomó su hinchado miembro y me empezó a golpear mis pechos, mientras que con la otra mano me las apretaba fuertemente, después de unos minutos se detuvo y se inclino un poco hasta poner su miembro a la altura de mis pechos y me dijo -¡¡Vamos bebe, ahora dame un buen masaje con esas tetotas que tenes!! Yo no sabía qué hacer, pero su miembro en mi canalete lo daba por sobre entendido, así que llorando mas y mas, me tome los pechos y los junte contra su miembro, sin hacer nada mas, pero el rápidamente comenzó a mover su miembro y también agarrándome mis pechos impuso un vaivén lento y humillante, mientras que gozaba terriblemente y entre gozos me decía -¡¡Qué bien lo estás haciendo putita, me volvés loco con estas tetas!! Estuvo un buen rato así gozando de mis pechos y del masaje que estos le hacían, entonces tomo su miembro y lo apunto a mi boca, teniéndome la cabeza, yo me ahogue y casi vomito, el olor era bastante fuerte, pero no tenía otra opción que chupar ese miembro, ya que él me tomó la cabeza con las dos manos y empezó a moverse rítmicamente, me estaba cogiendo la boca con un movimiento que me lastimaba al ser tan gruesa, me dolía mucho y comencé a intentar pellizcarlo y golpearlo para que parara, pero él se rió y me dijo mirándome fijamente -¡¡No, aguanta, ahora no!! Y siguió aun un poco más rápido, yo sufría mucho y los costados de mi boca me dolían de tan estirados que estaban, el comenzó a tirarme de los pelos, mientras movía mi cabeza para adelante y atrás aumentando el dolor, yo pensé que me desmayaría, no sé cuánto tiempo fue que estuvo así pero pareció una eternidad, hasta que paro y dio un último empujón metiendo su miembro lo más adentro posible de mi boca y acabó. Parecía que me ahogaba mientras me entraba el semen directo al estómago y estuvo como cinco minutos así para asegurarse que tragara todo. El sonreía con aires de victoria y mirándome burlonamente me dijo -¡¡Hoy te voy a matar a pijazos perra!! Yo lloraba y lo miraba fijamente, con mucho odio al saber que él debía sentirse un ganador, al poder tenerme absolutamente impotente entre sus manos, para hacerme lo que quisiera y cuantas veces quisiera, estaba en sus manos para gozarme a voluntad. Luego sin mediar palabra, me levanto y con un fuerte empujón me tiró sobre la cama, yo me asuste por la violencia y sabiendo que volvería a violarme, pero eso a mi cuerpo lo excitaba mas y mas y sentía que cada vez le gustaba más sentirse dominado, yo casi temblaba de miedo mirando como él se acariciaba su gordo miembro y lo masturbaba lentamente, mientras se deleitaba mirando mi cuerpo con esa cara de enfermo depravado. Luego con su voz fuerte me dijo -¡¡Vamos pendeja, sacate el pantalón y abrite de piernas!! Yo temblaba y lentamente lo iba haciendo, mientras el miraba babeando casi, luego con mucho miedo y vergüenza, abrí mis piernas lentamente, doblando mis rodillas, yo cerré los ojos fuertemente y le di a entender que mi exuberante cuerpo sobre la cama, en esos momentos era suyo. Mis lagrimas caían por mi rostro mientras que mi cuerpo pedía a gritos un desahogo, el se acomodo casi sobre mí, lo podía sentir sudando y agitado ya con excitación incontrolable, y luego sentí la punta de su miembro en la entrada de mi vagina, el calor se animo en mi interior y el aprovecho para hundir todo su enorme miembro en mí, sentí caer su barriga sobre mi vientre, su peluda y tosca piel se aplastaba con presión a mis muslos. Su respiración era cada vez más agitada y ansiosa, parecía un perro desesperado. La situación de que me gozara Alejandro, con su cara de estúpido, su morbo asqueroso por las prostitutas, siendo mucho mayor que yo, regordete y muy feo; me hacia llorar cada vez mas y me daba ganas de matarlo si pudiera. El empezó un vaivén más o menos rápido y mi cuerpo reaccionaba internamente a sus embistes, y en bajo mis gemidos se empezaban a escaparse de mi boca -¡¡Mmmmm!! ¡¡Ahhhhhhh!! Cada vez gemía mas fuerte mientras que mis lagrimas recorrían mis mejillas, el al darse cuenta de mis gemidos y mi dolor interno aprovecho y entre risas de burla me decía, -¡¡Ahhhhhhggggg Cintia, ahora es tarde, tu increíble cuerpo ya es mío...sentí como te cojo....!! El dolor que me causaban sus palabras era imposible de describir, solo quería que esta pesadilla terminara, cuando él se detuvo de pronto, saco su miembro, se hizo para atrás y tomándome de los tobillos, junto mis piernas y las puso cada una sobre cada uno de sus hombros y luego empezó con sus embistes pero mucho más fuertes que antes, el ritmo era salvaje y violento y yo gritaba más que gemir -¡¡Ahhhhhyyy!! ¡¡Ahhhhhyyy!! ¡¡Ahhhhhyyy!! El transpiraba cada vez mas y gemía fuertemente mientras que me decía -¡¡Eso Cintia, sos mi puta!! ¡¡Me encanta ver cómo te saltan tus tetas, vamos gritá puta, gritá!! El se movía contra mi cuerpo con un deseo y odio parecía que me hacía sentirle más miedo. Cuando de repente tiro mis piernas sobre mí, quedando casi encima mío y acelerando aun más la penetración, su cara de gozo y su transpiración eran demasiado espantosas, el debía suponerlo porque me miraba y se reía vilmente, hasta que de pronto el maldito me escupió, logrando que su saliva cayera en mi rostro, yo llore con furia ante esa inmunda humillación, y el debió darse cuenta porque volvió a escupirme, pero esta vez haciendo que su saliva cayera en mis pechos, la humillación era demasiada, pero él se excitaba mas y mas, porque aceleraba sus embestidas y saltaba contra mi haciendo que me muriera de dolor y humillante placer, se reía vilmente y me decía -¡¡Vamos, juntate tus tetas, apretatelas!! Yo con lagrimas en los ojos, lo hice mientras que el gemía cada vez mas y yo poco a poco también iba sintiendo mucho calor, era evidente que iba a llegar a un orgasmo -¡¡Ahhhhhhhhffff!! ¡¡Ahhhhh!! ¡¡Ahhhhh!! ¡¡Ahhh!gggggggg!! El de pronto en un movimiento rápido se salió de mi, dejando mi orgasmo sin terminar, se puso al costado mío y se masturbó sobre mis pechos, acabando rápidamente sobre ellos y salpicando mi cara, yo lloraba cada vez más, y el disfrutaba con mi llanto, ya que luego comenzó a golpearme con su miembro casi muerto y a pasármelo por mis pechos y cara, lo refregó por toda mi cara, mis ojos, nariz, barbilla, etc. Era muy espantoso como me disfrutaba ese gordo inmundo, yo lloraba sin consuelo, mientras que mi cuerpo seguía sintiendo ese calor descontrolado. Luego se acostó al lado mío, con su respiración agitada y suspirando seguramente después del terrible orgasmo que acaba de tener, no sé cuánto tiempo estuve en silencio llorando, mientras que el recuperaba su respiración normal, cuando de pronto, me tomo de la muñeca, me levantó de un tirón de la cama y yo intente soltarme pero me tenía muy fuerte y me llevo hacia el baño, donde me paso agua por la cara y me limpio todo su asqueroso liquido. Luego me tapo la boca y me dijo al oído -¡¡Todavía tengo mucha leche para darte putita!! Yo llore con más intensidad, de saber como el maldito se iba a seguir aprovechando de mi cuerpo y como yo no podía hacer nada para impedírselo, y lo peor de todo es que mi cuerpo quería recibirlo, estaba todavía muy excitada, sin lugar a dudas lo que me había puesto en el café era muy fuerte, y mi cuerpo me lo hacía notar. De pronto antes de entrar a su cuarto nos detuvimos y apoyándome su bulto en mi cola me dijo al oído -¡Ahora Cintia si queres irte vas a entrar, te vas a poner en cuatro patas y cuando yo entre me vas a pedir que te coja! Yo solté otro llanto más fuerte y negué hacerlo con mi cabeza, entonces él me agarro fuertemente del cuello y me dijo en tono mucho más fuerte y violento -¡¡Si no lo haces, te juro que te rompo el rico culo que tenes!! Yo trague saliva y acepte su asquerosa propuesta con mucho miedo ante su amenaza, entre a la habitación y tal cual él me había pedido me puse en cuatro patas sobre su cama gire mi cabeza y le dije en tono bajo –Cogeme. El entro al cuarto con su miembro más o menos duro y me dijo –¿Cómo me dijiste, no te escuche, decilo más fuerte y por favor? Yo entre llantos y con muchísima bronca le grite -¡¡Dale Alejandro por favor Cogeme!! Y me largue a llorar más todavía, luego sentí como se colocaba detrás mío tomándome mis glúteos y manoseándolos fuertemente, para luego empezar a golpearme con su miembro. Cada vez se sentía más duro, mientras que sentía que mi calor cada vez aumentaba mas, necesitaba terminar mi orgasmo, no podía casi pensar, y de pronto sentí como metió su miembro en mi vagina de un tirón haciéndome caer mi cara sobre el colchón y empezar aunque no quisiera a sentir más calor en mi ser. El comenzó un vaivén cada vez más agresivo y mi calor era cada vez más grande, tan grande que no pude contener ni un solo gemido –¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! Alejandro me embestía cada vez con más fuerza y gemía también mientras que por ahí me gritaba -¡¡Como te gusta rica, sos increíble sentí como te cojo!! Aunque sus palabras eran ofensas, en esos momentos yo no podía contenerme y las sentía como algo más y gritaba también -¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy! ¡¡Siiiii!! ¡¡Ahhh!yyyy!! No sé cuánto tiempo estuvo dándome sin parar hasta terminar llenándome completamente y yo gritando aliviada del orgasmo que acababa de tener, caí rendida en la cama llorando, pero sintiendo que por fin había apagado mi calor interior. El también cayó rendido a mi lado, con una sonrisa que no podía disimular y me dijo -¡¡Hora de que te vayas a tu casa, ya deben haber vuelto!! Con lagrimas en los ojos y con ganas de matarlo me levante rápidamente, y fui corriendo al comedor busque mi ropa y salí muerta de frío, sintiéndome una basura asquerosa, toque rápido timbre en mi casa y entre sin hablar directamente a darme un baño, sintiéndome sucia. Pasaron unas semanas y yo pensaba todo el tiempo en que hacer, tenía pensado denunciarlo al maldito, pero me daba miedo ir y exponerme en la policía, no sabía qué hacer, casi no salía de mi casa, estaba retraída, solo estudiando. De repente un día salieron todos a comer en mi casa, yo como retraída no quise ir, tenía que estudiar y no tenia ánimos de salir, no habrá pasado 10 minutos de que se marcharon mis padres y hermanos y sonó el teléfono de mi casa, atendí el teléfono casi temblando ya que sabia quien podía ser y acerté, era Alejandro a penas atendí me dijo -¡¡Hola rica, prepárate, ponete ropa bien de putita que voy para romperte un poco!! Yo temblando saque coraje de donde no tenia y comencé a insultarlo y decirle que lo iba a denunciar, entonces en ese momento se hizo un silencio total y él me dijo -¡¡Anda al patio de tu casa agarra el sobre que hay y miralo, después ponete ropa de putita y esperame!! Y me corto… Yo estaba temblando pero sin dudar hice lo que me había dicho, abrí el paquete y tenía un VHS, era de esperar supuse y casi no podía parar de temblar cuando lo empecé a ver, era la cinta de cuando yo le había pedido que me cogiera, estaba esa parte no más, me senté en el sofá poniéndome a llorar completamente sin saber qué hacer. Con mucho miedo me quede a esperar, no me cambie de ropa porque tenía puesto un jean ajustado y una remerita ajustada rosada, era suficiente pensé. El tiempo pasaba con cuenta gotas cuando de repente siento un ruido en el patio, los pelos se me erizaron y de repente siento la puerta del patio abrirse lentamente, me entra el pánico completo y empiezo a llorar sin saber qué hacer, hasta que lo veo llegar con su cara de enfermo total y tocándose su bulto, todo sucio y bastante sudado, instintivamente le dije -¡¡Por favor ya basta, no me hagas nada más!! El muestra una mueca de sonrisa y se pone delante mío sin decir ni una palabra, yo estaba temblando de miedo cuando de repente me toma por la cintura y me da vuelta violentamente, luego me apoya su miembro en mi hermosa cola y sus manos toman mis pechos y empieza a manosearme entera mientras jadea en mi nuca, yo seguía llorando pero esta vez de odio e impotencia, el no decía nada y punteaba mi cola con su miembro, estaba muy caliente podía sentirlo cuando de repente me dijo casi sin aliento y entre medio de jadeos -¡¡Quiero tu hermoso culito Cintia, quiero sentirlo mío, ya tengo el de tu madre, ahora quiero el tuyo Jajajajaja!! Yo entre en pánico y empecé a forcejear y gritar, cuando el de repente me tomo de la nuca con una de sus grandes manos y me apretó obligándome a callar, cuando me soltó le dije -¡¡Hijo de puta ni en tus sueños vas a tener eso y mi madre te odia por baboso pajero de mierda!! El me empujo contra el sillón en el cual quede sentada y me dijo en tono serio -¡¿Vamos a hacer un trato queres!? Muchas opciones no tenia así que le dije –Bueno. El sonrió y dijo -¡¡Si comprobas que me cojo a tu madre por el culo, vos me lo vas a entregar y hacer todo lo que yo te diga, y si no es así, yo no te molesto nunca más en tu vida!! Yo me quede helada ante su trato, y mi cabeza daba vueltas a mil porque se sentía muy seguro de sí, pero mi madre se que no podía hacerlo, ella es muy linda y tiene una cola hermosa, que es la que yo he heredado, solamente que con la edad ella la tiene más grande e igual de parada que yo, no podía ser que este asqueroso gordo obseso pudiera llegar a tenerla y menos a su hermosa cola. Con tono desafiante le conteste entonces -¡¡Dale Forro es un trato y me dejaras de molestar para siempre!! El se rio de una manera exagerada y entre risas me dijo -¡¡Prepárate porque a tu culito me lo voy a comer todo, el viernes vení antes de la facultad a la mañana entra en silencio y anda a la pieza del fondo, nos vemos putita y prepárate!! Luego salió al patio rápidamente riendo fuertemente y dejándome totalmente desconcertada con lo que acaba de decir y con mucho miedo si eso era verdad. Los días pasaban lentamente y eso que me había dicho daba vueltas en mi cabeza mientras todos los días miraba a mi madre con intriga, aunque al ver su enorme cola y su fina cintura hacían una figura inalcanzable para muchos sujetos, mas para un gordo desagradable y baboso. La semana se me paso volando y llegando el jueves a la noche yo no podía dormir pensando en las palabras que me había dicho Alejandro, al otro día fui a la facultad pero me volví 2 horas antes tal como me había dicho, cuando estaba llegando a mi casa el corazón casi se me salía del pecho en una mezcla de miedo e intriga que no me dejaba respirar casi, entre mi casa sigilosamente y con el mayor de los cuidados, casi no respiraba cuando llegue a la puerta de la habitación de mis padres, que estaba media abierta dejando solo el espacio justo para poder ver la cama, estaba asustada y no sabía con lo que me iba a encontrar. Me arme de valor y me asome, no sé cómo explicar lo que sentí en ese momento, me quede paralizada y horrorizada al ver a mi madre tirada boca abajo sobre la cama, tenía un cojín en el estomago lo que hacía que su hermosa cola se parara de una manera descomunal hacia el techo, ella tenía agarradas las sabanas con las manos y pude notar como mordía el otro cojín de la cama mientras, pese a sus ojos cerrados, sus lagrimas recorrían sus mejillas. Sobre ella, la figura del gordo asqueroso de Alejandro, arremetía con fuerza contra el cuerpo de mi madre. --¡Eso puta, quiero que te la sientas bien en el culo! Mi madre gritaba descontroladamente, lo que agitaba y excitaba aun más al maldito, ella empezó a gritarle -¡¡AaaaaAhhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!!......Aaaaaaaaaayyy....deja mi culo, por favor me duele dejame maldito, ya no aguanto más!! --¿A quién crees que engañas?, Sé muy bien que té está gustando, si me pides que te suelte es para calentarme, que te gusta más duro— Me sentía confundida y asustada, por un lado mi madre rogaba que la dejara, y por otra levantaba cada vez más su cola respondiendo a los fuertes embistes de ese maldito. No podía creer lo que estaba viendo, mi madre, siendo cogida por un sujeto gordo, feo y baboso al que ella decía que odiaba. Cuando el gordo acabo dentro de mi madre, salió de ella y se tiro al costado totalmente satisfecho, mientras que mi madre recuperaba el aliento y descansaba No aguante más, la rabia que sentía era imposible de describir, así que salí rápido de mi casa a intentar pensar en el porqué de todo esto. Sentada en la plaza no me podía explicar como una mujer linda como mi madre se dejara coger por el asqueroso gordo ese. Pero lo que luego me aterro mas es saber que el ahora iba a intentar tenerme a toda costa. Volví a mi casa como a la hora que salgo de la facultad como si nada hubiera pasado, miraba a mi madre con desconfianza y pensando en lo sucia y asquerosa que era de dejarse ultrajar por el asqueroso de Alejandro además de engañar a mi padre que eso era muchísimo peor, pero no podía decir nada. Comí temprano y me acosté para no pensar en nada. Los días pasaban lentamente y yo me sentía con miedo interno, Alejandro gracias a Dios no me había vuelto a molestar pero estaba seguro que pronto lo haría, cuando llego el viernes mi padre y mis hermanos iban a irse a ver una carrera a una ciudad vecina así que salieron a la madrugada, yo fui a la facultad y cuando volví mi madre estaba algo nerviosa y me dijo –¡Mira te compre ropa! Yo me sorprendí un poco pero rápidamente fui a ver las bolsas, había de todo, un jean celeste ajustado muy lindo, unas sandalias muy lindas y una remerita muy chiquita que dejaba toda mi panza al aire y parte de mis pechos porque era también muy escotada, era muy chiquita, rápidamente me probé toda la ropa y me venía muy bien, me encantaba, fui y abrace a mi madre dándole las gracias, ella sonrió con una rareza en la cara difícil de describir, y me dijo –Ya está hecha la comida vamos a comer. Mi madre estaba cortante y parecía nerviosa, no hablaba mucho y yo no sabía que decirle, era como tensa la situación, a penas terminamos de comer me dijo –Cintia esta noche me junto con unas compañeras de trabajo ¿No tenes problema en quedarte a cuidar la casa? Yo contestes que no había problema y ella se paro rápidamente y se fue como rápido a su habitación. Yo ese día tuve que estudiar mucho y no podía parar ni un minuto, así que mi cabeza estaba concentrada totalmente en la materia que tenía que rendir en unos días, la noche fue llegando y mi madre salió como a las siete de la tarde, ni se despidió de mi, algo raro pero podía ser que estaba apurada supuse. Habrá pasado como media hora y no me había dado cuenta que estaba vestida con la ropa que me había comprado mama en ese día, así que entre a mi casa a cambiarme, cuando de repente escuche la cerradura de la puerta y creí que era mi madre que había vuelto porque se había olvidado algo, fui hacia la puerta y cuando se termino de abrir, apareció Alejandro que al verme tan cerca, cerró la puerta rápidamente y sonrió vilmente mirándome de arriba abajo, yo me quede helada, como podía ser que el maldito tenia la llave de mi casa y rápidamente me imagine lo peor. Yo empecé a retroceder, y el venia mirándome con esa cara de depravado que me desvestía con la mirada, cuando llegue al living, el sonrió y me dijo -¡¡Ven acá Cintia, donde mis manos te alcancen!! ¡¡Viste como tuve a tu madre complaciéndome, ahora te toca a vos putita!!! Yo estalle en llanto y tenía razón, no podía romper el trato, aunque lo hiciera estábamos los dos solos y me tomaría de cualquier modo, así que trague saliva y con movimientos lentos me acerque a él con miedo pero sin tener otra opción. Rápidamente agarro mis pechos y los apretó sobre mi remerita blanca diminuta apretándolos fuertemente, y casi babeando con cara de desesperado. Luego largo una carcajada y me dijo. -¡¡Vamos a tu pieza Cin que te quiero romper toda ahí!! El caminaba detrás mío, seguramente mirando mi cola, cuando estábamos entrando en mi habitación, me agarro del brazo y me arrojó sobre mi cama, caí de espaldas, dominada, gire mi cabeza para verlo y su pantalón ya estaba abajo y con su miembro en su mano, se masturbaba lentamente, mientras se deleitaba mirando mi cuerpo con esa mueca enfermiza que tanto me asustaba. Rápidamente se subió casi sobre mí, tomo mi pantalón y con desesperación lo desprendió para luego sacármelo por completo, dejándome con mi cola al aire, totalmente levantada sobre la cama, solamente con una tanguita blanca que tenia, la vista debía ser muy buena ya que como podía con mi cabeza hacia el costado podía verlo detrás mío, con su cara de depravado, mientras se tocaba, yo lloraba mirándolo por el espejo, ahí atrás mío al maldito gordo putañero, iba a disfrutar de mi cuerpo una vez más. De pronto el completamente excitado agarro mi tanga y me la arranco hacia arriba, casi levantándome de la cama con el tirón, yo cerré los ojos ya sabiendo que lo inevitable pasaría, cuando poco a poco siento como su cuerpo se va posando sobre el mío, me siento totalmente sometida bajo el, sus dedos se paseaban por mi virgen agujero posterior, cuando de pronto me dice al oído jadeando. -¡¡Te voy a desflorar el culo perrita! Y poco a poco empecé a sentir como restregaba su glande contra mi ano, yo llorando y sabiendo que nada cambiaría intente lo ultimo y le dije en voz baja. -¡No! ¡Por favor Alejandro, no! El solo rio, y sentí su miembro hundirse hasta la mitad, quede muda, y no fue sino hasta que me lo termino de enterrar de una sola vez y sentir sus peludas bolas entre mis nalgas; cuando emití un fuerte grito de dolor. El dolor me inundo, y grite muy fuerte -¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhh!! ¡¡Me Dueleeee!! ¡¡Sacala gordo asqueroso!! ¡¡Ayyyyyy me duele para un poco que me estas partiendo!! Pero lejos de detenerlo mis gritos parecieron incentivar sus embistes, se convirtieron rápidamente en frenéticas puñaladas, mientras que me gritaba -¡¡Que culito más apretado putita, sentila toda adentro!! ¡¡Aaaaaaaagggghhhh!! -¡Me gustaría que el forro de tu novio me Vea ahora, rompiéndote el culo! ¡¡Aaaaaaaarrggg!! ¡¡Aaaaaaaarrggg!! Me embistió de tal manera que sentí que me partía, llego más adentro que nunca y fue tal el dolor que me provoco convulsiones casi, estaba sufriendo como nunca en toda mi vida. No sé cuánto tiempo habrá estado embistiéndome, porque casi perdí el conocimiento, sus jadeos eran cada vez más fuertes, hasta que termino, llenando mi cola de su asqueroso líquido. Luego saco su miembro y se acostó al lado mío totalmente agitado, mientras me decía entre jadeos -¡¡Ahí tenes toda la mi leche en tu culito puta!! ¡¡La verdad tenes un culazo, como el de tu madre y ahora me he Cogido por la cola a las dos!! Y luego se reía a carcajadas. Yo recordaba todo y lloraba, sintiéndome humillada y abusada mi propia cama, ese gordo asqueroso me había abusado como también lo hacía con mi madre, había hecho lo que quería conmigo y seguramente estaba más que satisfecho el maldito. Después de un rato de silencio sepulcral me dijo -¡¡Prepárate Cintia porque ahora sos mía y pienso disfrutarte!! Yo me lleve las manos a la cara y llore; de vergüenza; de rabia; no lo sé, solo sé que llore desnuda sobre la cama, mientras sentía que mi cola me ardía mucho. Y pensaba como ese gordo pajero había abusando de mí; ese pajero que no hacía más que contratar putas noche tras noche, esas putas de cuarta categoría, gordas la mayoría. Pero esta vez había gozado de mi cuerpo, un cuerpazo como muchos decían por ahí, un cuerpo joven y hermoso de los que seguramente en su vida pensó que iba a gozar; y yo sentía un odio profundo con él, aunque una sensación de negación atravesaba mi cuerpo y era saber si había gozado o me estaba mintiendo a mí misma. Mientras pensaba Alejandro no perdía el tiempo y rápidamente, ya estaba encima mío casi, agarrando mis nalgas con sus manos para abrirla un poco, cuando siento que poco a poco apoya la punta de su miembro en la entrada de mi colita nuevamente, yo apreté mis dientes, cuando de pronto sentí como se enterraba poco a poco, intentaba recibirla para que no me doliera mas, pero era imposible y grite. -¡Aaaaaayyyyyyy!¡me duele!¡¡Alejandro para!! ¡¡Dejame, no puedo más!!¡¡Gordo de mierda dejame!! El lejos de deponer de su actitud, empujo más su miembro en mi cola, entrando un poco más, mientras con voz agitada me grito. -¡¡Callate putita!! ¡¡Apenas estoy empezando!! ¡¡Qué lindo es Cogerte esa cola!! ¡¡AAhhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hggg!! ¡¡Ahora sos mía como la puta de tu madre!! Y luego me empujaba con más intensidad entrando cada vez más su miembro en mi hermosa colita, sus embistes eran realmente violentos, saltaba sobre mi casi y yo sentía todo su miembro en el interior de mi cola, mientras su cuerpo aplastaba mi ser por completo, no sé cuánto tiempo duraron esos violentos embistes, pero cuando sacaba su miembro sentía un poco de aire en mi colita y la sensación empezó a confundirme, sentía poco a poco como sus movimientos me empezaban a calentar de a poco, fue justo cuando sentí como ese gordo nuevamente soltaba su liquido en mi cola gritando -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!! A Ahhhhhhhhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!! Ahhhhhhhhhhhgggg!! ¡¡Que rico culito tenes, me está dejando seco putita!! Luego saco su miembro de mi interior, haciéndome sentir el frio en mi agujerito, sin lugar a dudas lo había abierto en dos, lleve una mano hacia mi cola, sintiendo sus jugos saliendo de ahí, y sentí que mi cola ya no sería más la misma, estaba abierta, abierta por ese gordo asqueroso, me sentía más rara, totalmente resignada y con ganas de disfrutar ya aunque sea una vez al menos, me intrigaba, no sé cómo explicarlo. No sé cuánto tiempo habrá pasado, ahí estábamos los dos tirados en una cama yo totalmente vejada y humillada, el totalmente satisfecho con mi faena, de pronto Alejandro que ya había recuperado su aliento, comenzó a contarme como había logrado todo, me conto con lujo y detalle cómo había conseguido poseer a mi madre y que entre ellos dos se habían puesto en complot para lograr que yo callera en sus manos, yo comencé a llorar sin entender ¿porque mi madre me había hecho eso, me odiaba acaso? Realmente no sabía ¿el porque? Luego Alejandro se puso de rodillas en mi cama a la altura de mi cara con su miembro comenzó a golpearme la cara, y me dijo -¡¡Vamos Cin, hora de comerla nuevamente!! Yo abrí mi boca sin oponerme, entonces el aprovecho para empezar a meter y sacar su miembro en mi boquita, mientras la sacaba y me golpeaba toda la cara riéndose, al verme totalmente sometida a él, ya sabía que yo no pelearía solo me entregaría a él. Fue entonces cuando me dijo -¡¿Cintia queres mas pija!? Yo con algo de vergüenza, pero totalmente entregada saque valor de donde no tenia y conteste -¡Si Alejandro tengo ganas de pija! El ser empezó a reír a carcajadas, señal de triunfo seguramente, entonces siguió preguntándome -¿Y donde la queres putita? Yo sentí un escalofrió por todo mi cuerpo, la verdad ya ni sabía lo que quería, entonces me la jugué diciendo -¡Donde vos quieras, si queres mi culo, damela en mi culo! El largo una carcajada terrible y me dijo -¡¡Sabia que me lo ibas a pedir, vamos putita ponete en cuatro que te termino de reventar tu culazo rico!! Yo cumplí con su orden y me coloque en cuatro patas sobre la cama y levante mi cola lo mas que pude, apuntando al techo, con miedo a sentir nuevamente el dolor, pero ya entregada y resignada. El se fue hacia atrás mío y se puso entre mis piernas, mientras que empezaba a golpearme mis nalgas con su miembro duro como una piedra, hasta que me dijo -¡¡Ahí va, tomala trola de mierda!! Y luego me enterró casi de una sola vez todo su gordo miembro nuevamente en mi colita, yo volví a sentir un dolor y un ardor fuerte en mi cola y grite -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhhhhgggggg!! Alejandro sin perder el tiempo, tomo mis nalgas con sus dos manos y comenzó a embestirme fuertemente, sin parar, me hacia gritar de dolor, pero al tiempo sentía un placer indescriptible, el me bombeaba el culo cada vez con más fuerza y yo sentía que me partía. El seguía cada vez más fuerte y cada vez más excitado, parecía poseído con mi cola, su respiración era cada vez más agitada y entre jadeos me gritaba -¡¡Sentí como te rompo el culo puta, viste como te lo termine rompiendo igual que a tu mama!! ¡¡Sentí como te abro el culo perra!! Yo sentía un calor indescriptible y cada vez me excitaba mas, entonces me libere de todo pensamiento y comencé a gozarlo y a gritarle -¡¡Mmmmhhhh, Siiiiiiii ii i, Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhyyyyy, hijo de puta la siento en el fondo de mi culo, me estas matando, que verga tenes Alejandro, me estas rompiendo el culo!! Mis palabras lo pusieron a full y sus movimientos eran terribles, parecía como quisiera deshilachar mi cola, puso sus dos manos en mi espalda y la empujo hacia abajo, dejando mi cola mas levantada todavía, mientras que seguía a un ritmo infernal, que me hacia gemir cada vez más, y ya no lo podía disimular -¡¡Ahhh!!! ¡¡Ahhh!!! ¡¡Ahhh!!! ¡¡Siiii!! ¡¡Ahhh!!! ¡¡Siii hijo de puta me partís toda!! ¡¡Ahhh!!! ¡¡Ahhh!!! De pronto sentí su miembro cada vez más duro, y sabía que estaba por acabar, entonces pare lo más posible mi cola dejándosela toda a su disposición, el entre jadeos y sudor y me gritaba -¡¡Cintia siempre tuve ganas de hacerte esto y ahora al fin lo estoy logrando, al fin te estoy rompiendo el culo de trolita que tenes!! Sus fuertes estocadas me hacían ver las estrellas y me hacia gritar cosas sin control -¡¡Mmmmmmhhhhhh, Siiiiiiii ii  Alejandro sos un gordo de mierda que me tiene ensartada bien por el culo!! Luego de esas palabras sentí como empezaba a llenarme mi culo con su asqueroso líquido, entraba muchísimo, bombeo un poco más de tiempo, hasta que la saco de un tirón, me tomo del pelo violentamente y me giro fuertemente, dejándome boca arriba en la cama, luego se volvió a poner delante de mí, masturbándose y seguía largando lo que le quedaba de su liquido en mis pechos y mi cara, mientras que gemía sin control -¡¡Ahhhhhh!! ¡¡AAhhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!!! ¡¡Muy bien putita rica, muy bien!! ¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!h!! ¡¡Sentí como te dejo toda llena de leche puta!! Y seguía acabando sobre mí, como una lluvia de su líquido pegajoso que caía sobre mí. Luego de terminar tan bestialmente su respiración no daba más, parecía que se iba a infartar por lo agitado que estaba, yo no abría los ojos por la cantidad de liquido que tenía en mi cara, pero sentía que se había puesto al borde de la cama, como pude me limpie un poco y vi como Alejandro se vestía, obviamente totalmente satisfecho con todo lo que me había hecho, y cuando termino de vestirse me dijo -¡¡Esto no termina acá putita, nos vamos a seguir viendo, y a tu mama también, mis putitas van a sentir muchas veces mas mi pija en sus culitos!! Luego largo una carcajada y dio un portazo en mi pieza, dejándome humillada, vejada, toda bañada de su liquido, con mi cola totalmente rota… Cuando me pude recuperar un poco del dolor que sentía, rápidamente me metí a bañar, sacándome todos los rastros que había dejado Alejandro en mi, mientras me bañaba no paraba de pensar como ese asqueroso podía haberme hecho todo lo que me había hecho y aunque fue contra mi voluntad, en mi interior sabía que había sentido un placer indescriptible y eso me hacía pensar miles de cosas. Cuando termine, mi cuerpo me dolía entero, decidí solamente dormir, pero antes de hacerlo llamo mi novio, al cual atendí de muy mala manera, no tenía muchos ánimos de hablar con él, me sentía sucia y sin cara poder si quiera hablar con el por teléfono. Cuando me fui a acostar, sentí la puerta de casa y a mi madre llegar, yo casi llore al recordar cómo me había entregado y no sabía que decirle, así que decidí no decirle nada y me fui a mi cuarto, luego de que me acosté, ella apareció, prendió la luz y me dijo -¿¡Hola Cin, ya estas!? ¡¿Que tal Alejandro!? Mis ojos se llenaron de lágrimas y casi no pude contestarle, no entendía nada, en que pensaba mi mama, fue entonces cuando se acerco y comenzó a contarme todo, me dijo -Todo comenzó cuando un día como cualquier otro, caminando por nuestro patio escuche gemidos en la casa de al lado y no pude contener mi intriga, sigilosamente me asome por la pequeña pared que divide nuestras casas, y me quede helada al encontrar a Alejandro sentado en una silla del patio pajeandose, no podía creer que existiera un pene de ese tamaño, mi mente comenzó a traicionarme y empezó a intrigarme más, y la verdad es que tu padre hace tiempo no me satisface, ya estas grande como para saber que una tiene necesidades, entonces uno de los días en que todos ustedes se fueron, yo estaba regando el jardín y el apareció y comenzó a hablarme sin sentido, hasta que totalmente intrigada y muy excitada que andaba en ese día, lo invite a pasar un ratito y el no desaprovecho la ocasión y ese día me cogió muchísimo, hasta me pidió hacerlo por la cola, recuerdo que al principio me dio mucho miedo pues con esa pija, realmente impone miedo, pero después que me la metió, me dolió mucho hasta que acostumbre y te digo con vergüenza que nunca en mis 15 años de casada había sentido placer tan grande. Mientras me contaba, se ponía roja y casi lloraba de vergüenza seguramente sin saber que le contestaría yo, al saber que cagaba a mi padre y me lo confesaba. Pero yo me levante y abrazándola le dije -¡Te entiendo mama, y mantendré tu secreto! ¡¿¡Lo que no entiendo porque me entregaste a mí!?! -La verdad, es que el me amenazo con contarle todo a tu padre y me sentí entre la espada y la pared, no pude decirle que no por el bien de todos en esta casa, a parte decime si ¿¿no gozaste?? Yo trague saliva y realmente estaba confundida, no podía mentirle a mi madre, ella me conocía y también había gozado de Alejandro, sabía que podía pasar por mi interior entonces con lágrimas en los ojos le dije. -¡¡Me duele mucho cuando me está clavando su pija, pero me da mucho placer cuando la siento adentro, creo que no le podría decir que no a su pija, aunque él me da asco!! Mi madre se acerco a mí y me abrazo fuerte diciéndome -¡Te entiendo tanto como vos me entendés a mí! Las dos nos quedamos un largo rato abrazadas y luego ella se fue, yo me sentía muy rara, aunque la comprensión de mi madre, o la complicidad que teníamos de ahora en más, me hacía sentir mejor. Los días pasaron, mi relación seguía igual de monótona pero no me molestaba, porque sabía con quien podía gozar, aunque hace mucho no tenía noticias de él, estaba seguro que ya aparecería a "molestarme" nuevamente. Pero lamentablemente para mi, empezaron a pasar los días y luego las semanas, y nada Alejandro no aparecía, empecé a sentir que lo extrañaba y muy necesitada, pero él no aparecía. El calor de mi interior era muy raro no sabía qué hacer, pensé en preguntarle a mi madre, pero me daba vergüenza, mientras tanto la observaba y pude comprobar que ella no estaba como yo, estaba feliz y contenta, entonces por mi cabeza comenzó a pasar la idea de que ella era la que le negaba a Alejandro que me buscara. No pude contenerme más y un día encare a mi madre y le pregunte, ella se hizo la desentendida completamente y me dijo que estaba loca por ese asqueroso sujeto, que me olvidara de él. Eso me pareció más extraño, ya que ella era la que me había tirado a ese gordo asqueroso. Yo estaba comenzando a ponerme obsesiva, iba a buscar a mi amiga todos los días, mirando todos los días a ver si encontraba a Alejandro, pero nada, parecía que se lo había tragado la tierra. Ya no sabía qué hacer, entonces ahora decidí ir a buscar a mi amiga, estuvimos un rato hablando en su casa, entonces me juegue por preguntarle -¿Qué es de la vida de tu hermano Alejandro? Ella me miro con cara confusa y me contesto -¡¿Cintia no lo sabes!? ¡¡Se peleo con mi padre, no sé bien porque, pero algo raro entre ellos he notado y él lo hecho de mi casa!! Yo me quede helada y un poco decepcionada, sin saber que iba a ser de mí, entonces la indague más -¿Y a donde fue? -No lo sé, me dijo que no me preocupara que estaría bien se iría por un tiempo… Yo lo quiero mucho, incluso siento que ha sufrido mucho por ser algo lento, y me da sentimiento que la gente no lo quiere como persona. Pero el es fuerte y sabrá estar bien, sabe cómo hacer que la gente que más lo detesta, al final este comiendo de su mano. -¡O de su pija! Pensé yo, casi sonrojándome. Mientras me contaba mi amiga, no pude evitar empezar a extrañarlo y me comencé a dar cuenta que en ese momento, estaba obsesionada con él, podría entregarme a Alejandro las veces que él quisiera y como quisiera, pero no podría estar en una cita con el o pasear de la mano con el por la calle y que la gente nos viera, en realidad me seguía dando mucho asco y repulsión su rostro. Volví a mi casa totalmente decepcionada, no podía creer mi mala suerte, encima el idiota de mi novio ni atención me prestaba. Miraba a mi madre y la veía realmente bien, entonces la idea de que ella lo veía y yo no, me seguía dando vueltas por la cabeza y daba cada vez mas celos mi propia madre. Los días pasaban y no sabía qué hacer, intentaba estudiar pero no me podía concentrar en nada, era imposible solo pensaba en que necesitaba saciar mis ganas de sentir a Alejandro metiéndola muy fuerte en mi, de repente escucho una risa en la cocina, era mi madre, deje mis estudios y me asome a verla, se veía bien, tenía su celular en la mano y una sonrisa de oreja o oreja. Mi cabeza comenzó a procesar a mil, seguramente ella sabría donde estaba Alejandro pero no me lo diría, se debían estar mandando mensajes o algo por el estilo, ya no sabía qué hacer, espere a que mi madre se descuidara y le saque su celular, rápidamente busque la lista de mensajes y leí el ultimo de un número desconocido, que decía "el sábado mamita prepárate que vuelvo a mi casa y recibirás tu premio Jajaja" Yo sonreí, deje el celular y corrí a estudiar o más bien disimular que estudiaba, mientras pensaba que este sábado lo iba a encontrar nuevamente. Los días pasaron lentamente y yo estaba cada vez mas ansiosa hasta que el tan ansiado sábado llegó y mis ganas eran terribles, como a eso de las 6 de la tarde note que mi madre se arreglaba, entonces rápidamente me fui a bañar, busque ropa que me quedara bien incitante, para que cuando me viera Alejandro no tuviera oportunidad de razonar nada y me diera sin control. Me decidí por una blusa terqueza que resaltaba mis tetas, y una mini falda blanca de tela muy finita y bien cortita, se me marcaba mi tanguita diminuta debajo y si me llegaba a agachar se veía mi culito seguramente, en mis pies me puse unos tacos bastante altos como de 6 cm. Cuando termine de producirme, mi madre ya no estaba, era obvio que había ido a encontrarse con él, yo fui hasta el patio y me asome a ver si veía algo, pero no, nada, solo note la persiana abierta del living y nada más, ni ruidos de gente ni nada. Habrá pasado como medio hora y no escuchaba nada, la curiosidad me mataba por dentro, me hacía pensar de todo, de si estaban o no, si que estarían haciendo y como, entonces de repente escuche la voz de Alejandro, dando órdenes, y me hizo recordar la Segunda vez que me poseyó. Escuche claramente como gemía y decía -¡Vamos perra! ¿Qué esperas, para venir a chuparme los huevos, te crees que tengo todo el día para solo darte pija a vos? Cuando escuche ese asqueroso comentario me puse contenta y celosa a la vez, ya no estaba tan segura de aparecer así nada más y arruinarles la fiesta. Pero de todos modos quería saber que tal le estaba dando a mi madre, y saber que hacia ella para complacerlo, así que cruce la perecita y me acerque a la ventana, me asome sigilosamente y comencé a espiar. Estaba el sentado en el sofá, con una camisa mugrienta desprendida y su panza al aire, sus pantalones en el piso y mi madre agachada delante de el, mientras que el la agarraba de la nuca como si se le fuera a escapar, al verla ahí me di cuenta el porque ella seguida de buen humor y feliz, esta complaciéndolo vaya saber desde hace cuanto, mi madre estaba vestida como una calienta pijas, con unos tacos altísimos, un pantalón blanco con una diminuta tanga que se le traslucía entera, y una musculosa escotada, ver su culazo con ese pantalón, se venia increíble sinceramente. De pronto cuando estaba mas descuidada pensando eso, sentí la mirada de el sobre mi. Lo mire y comenzó a reír fuerte, me señalo y grito -¡¡Ya llego la otra puta, seguro venís por tu ración de pija!! Yo no sabía donde meterme, pensé en salir huyendo hacia mi casa y refugiarme, pero me quede estática, y solo atine a decir -¡Hola Alejandro, siento lo que ha pasado con tu padre y espero que lo soluciones muy pronto! El se rio y contesto -¡Ya Callate puta, que estas acá para recibir verga! ¡¡Mira como te has vestido, que puta sos, vení que acá esta tu caramelo!! -Pero... balbucee. Mientras ya me estaba acercando como hipnotizada mirando a mi madre que seguía en su sucia labor, sin si quiera mirarme. Cuando estaba ya cerca de el, Alejandro tomo a mi madre del pelo, la corrió para atrás y le dijo -¡¡Soltá un poco mi pija y hacele un espacio a tu hija que también quiere chupármela Jajajaja!! Yo me moría de excitación por dentro y me arrodille junto a mi madre, agarre su miembro con mi mano derecha y destape su glande, para empezar a limpiarle con la lengua el líquido preseminal que salía en cantidad, efecto de los chupetones que le había dado mi madre. El gemía y decía a gritos entre cortados -¡¡Vamos putas!! ¡¡Quiero que me dejen bien chupada la verga antes de que se las clave por el culo!! ¿A ver quién quiere ser la primera en que se lo rompa? Las dos dejamos su miembro, y se hizo un gran silencio mientras las dos nos quedábamos viendo a los ojos y nos matábamos con la vista, cuando de repente Alejandro nos agarra a las dos de la nuca hacia su gran pedazo de pija, sin dudar las dos volvimos a mamársela. Yo me ocupe de la cabeza, succionando el glande como si fuera un helado, mientras mi madre le lamia los huevos. Alejandro gemía descontrolado, cuando de pronto grito -¡¡Paren, par de putas que me van a hacer acabar y las quiero disfrutar mas!! Las dos zombis con él, lo hicimos sin dudar, entonces yo pregunte -¡¿Ale que es lo que queres ahora?? El sonrió maliciosamente y me dijo -¡¡Que vos putita te pongas boca abajo con el culo parado sobre la mesa!! Yo me pare agitando lo más posible mis caderas, haciendo volar mi falda por los aires, y me coloque sobre la mesa como el me dijo, con mis codos sobre la mesa mostrándole el culo y poniéndoselo en pompa le dije: - ¡¿Así te parece bien Ale?! El me miraba con los ojos abiertos y babeando como un desesperado me dijo -¡¡Siiiiiiii así mi putita rica!! Luego agarro a mi madre de los pelos y la puso de pie delante de el y comenzaron los dos a caminar hasta donde yo permanecía como el me había dicho, cuando los dos estuvieron detrás mío, Alejandro levanto mi falda, dejándome solo con mi tanguita, la cual rápidamente tironeo y dejo a medio muslo mío. En ese momento la excitación mía era sublime, estaba nerviosa y ansiosa a la vez, con un poco de miedo tal vez. De repente Alejandro le dijo a mi madre -¡¿ Te gusta el culo de tu hija? - ¡Si Ale, flor de culito tiene! Contesto mi madre muy segura Alejandro rompió en carcajadas y dijo - ¡¡Para no tener este culo, con el culo que tiene la madre!! Luego comenzó a reír a carcajadas y me dijo -Ahora me vas a pedir que te dé pija. Yo ya completamente fuera de mi y ansiosa conteste -¡¡Ale tengo muchas ganas de tu pija!! -¿Donde la queres putita? – respondió el con el objetivo de humillarme mas y mas. -Aunque a esa altura nada me importo, solo quería sentirme poseída y penetrada por ese asqueroso sujeto, así que le grite -¡¡En el culo, quiero tu pija bien grande por el culo!! Alejandro se puso atrás mío, luego me aplasto las tetas contra el escritorio, luego me escupió la entrada de mi culito, eso me hizo correr un escalofríos por todo el cuerpo, luego sentí como la cabeza empezaba a hundirse en mi culito y de pronto metió toda su pijota en mi culo como un toro salvaje. Me hizo ver las estrellas y gritar de dolor como nunca rápidamente me bombeaba el culo cada vez con más fuerza. Haciéndome gritar y gritar -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhhhh......... Ahhhhhh!! ¡¡Pará hijo de puta!! Le gritaba yo, aunque en realidad me dolía me estaba gustando. El solo se reía y gritaba -¡¡Ahhhhhh Siiiiiiii !! ¡¡Sentí como te rompo el culo!! Yo gritaba sin parar, sintiendo muy en el fondo un gozo que estaba buscando hace meses, su ritmo era muy violento, cada vez se excitaba mas, parecía poseído. -¡¡Mira mami, mira como le rompo el culo a tu hija, viste como me la termine cogiendo!! Le decía a carcajadas a mi madre. -Yo no podía contener más mi gozo y le dije -¡¡Mmmhhhh, Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhyyyyy, si Ale la siento en el fondo de mi culo, me estas matando, me estas rompiendo el orto Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!!! El cada vez se agitaba mas, seguramente estaba por terminar, cuando de repente la saco de mi culo, dejándome atónita y sin poder contenerme le dije -¡¡No, por favor Ale no me dejes así, llénamelo de leche por favor!! El rápidamente se puso al lado mío, me agarro de los pelos violentamente y dijo -¡¡Shhhhhhh, Callate nenita, yo sé lo que hago. Te la vas a tomar toda mi leche por esa boquita de puta que tenes!! Y luego me la hizo chupar hasta que se descargo en mi boca una cantidad de leche pastosa que me hizo atragantar. Luego la saco regó con su leche parte de mi cara. Luego volvió al sillón donde permanecía sentada mi madre, siendo espectadora de la terrible penetración que me acababa de dar Alejandro. No podía moverme, me sentía destruida, pero con el hecho consumado, por fin volvía a sentirlo, tan sucio, tan fuerte, tan salvaje y vil conmigo, tratándome como una puta, era un enfermo, pero la verdad me había enfermado a mí con su verga. Yo lo miraba sin poder moverme, rápidamente el sin perder el tiempo, agarro a mi madre de la nuca y la llevo a su verga diciéndole -¡¡Vamos que tengo mucha leche para darles disfrutarlas a las dos!! Mi madre rápidamente comenzó a mamársela como una desesperada, seguramente estaba muy excitada con lo que acababa de ver. Alejandro le sujetaba la cabeza de los pelos he imponía el ritmo que más le gustaba a él, mientras que gemía y le decía -¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! que rica te vez así, que diría tu esposo si te viera así, haciéndome terrible mamada, que putitas son madre e hija!! Mi madre debía excitarse más con sus comentarios, porque aceleraba el ritmo con esos comentarios, y una de sus manos iba hacia su sexo. Alejandro no paraba de gemir y gritarle -¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Ahhhhhh que rico mami eres toda una perrita te encanta mi verga se nota mucho que a tu marido no se le para!! El disfrutabas viendo a mi madre como se la chupaba , y gritaba, se tomaba la cabeza y gemía a mas no poder, mientras mi madre hacia un trabajo excelente y se la chupaba cada vez con más énfasis, era increíble chupando mi madre, por lo que podía notar. De repente Alejandro se vio que estaba casi acabando y sujeto a mi madre de la cabeza y la detuvo, ella estaba muy caliente seguramente y le dijo -¡¡Que rico esta Ale, estoy loca porque me la metas!! El entre risas le dijo -¡¡Si te la voy a clavar toda putita pero quiero disfrutarte y humillarte delante de tu hija, para después romperte ese culo, vas a tener toda mi verga bien adentro!! Luego la levanto y empezó a manosearle su culo, mientras que la apoyaba por adelante y la besaba salvajemente, para luego decirle -¡¡Estos pantalones de calienta pijas me encanta, se te nota bien la tanga perra!! Luego en un movimiento rápido, Alejandro le saco su pantalón, dejando a mi madre solo con su tanguita, debo reconocer que su culo se veía increíble. Alejandro se sentó en el sillón y dijo -¡¡Vení y Sentate, quiero ver cómo te vas a clavar mi verga!! Vi como mi madre estaba hipnotizada por su miembro y le dijo -¡¡Si Ale Cogeme, quiero sentirte dentro de mío!! Esas palabras seguramente le gustaron a Alejandro ya que agarro a mi madre y le bajo su tanga hasta los tobillos de un solo tirón, luego la agarro por la cintura alzándola y poniéndola sobre su verga, y se la metió de un solo golpe, haciéndole soltar un pequeño gemido, luego agarrándola fuerte de la cintura, comenzó a subirla y bajarla sobre su gordo miembro, haciendo que mi madre gimiera sin control, le decía -¡¡Mas Alejandro que rico me coges!! Eso incitaba mas a Alejandro que la movía con mas violencia, mientras el se burlaba y le decía -¡¡Así mamita me gusta que pidas mas como la putita que sos, me gustaría que tu marido te viera como te clavas en mi verga!! Alejandro sacudía a mi madre de arriba abajo y ella parecía una muñeca de trapo que manejaba a su antojo Mi madre gemía cada vez mas fuerte, seguramente estaba gozando mucho, cuando de pronto Alejandro se detuvo y dijo -¡¡Ahora quiero que vos te claves solita mamita quiero ver como te devoras mi verga!! Mi madre obviamente quería mas, así que obedeció y comenzó a cabalgarlo mientras se agarraba sus tetas con las manos, mi madre se movió rápidamente sobre el, pero luego se detuvo y comenzó a hacer círculos con su culo. Alejandro gemía y le decía con vos entrecortada -¡¡Así mami así, movete rico putita así como puta!! ohhh ohh Los gemidos de mi madre eran cada vez mas fuertes y sus movimientos desenfrenados con locura hicieron que Alejandro, la agarrara de la cintura y la clavara en lo mas profundo gimiendo y acabando dentro de ella diciéndole -¡¡Ahhhhhhaaa mami sentí como te lleno de lechita!! ¡¡Te voy a preñar puta, le vas a dar un hermanito a Cintia!! Yo al escuchar esas palabras me quede helada, supuse que mi madre se cuidaría con pastillas como yo, pero no se, a esta altura dudaba mucho de ella en todo. Luego de terminar mi madre se salió de encima de el y cayo rendida en el sillón boca abajo, yo mire rápidamente la verga de Alejandro y estaba semi erecta con su cabezota completamente roja y bañada de sus fluidos. Alejandro rápidamente se dio cuenta de mi vista y me dijo, señalándome -¡¡Vení Cintia que tengo lechita para vos!! Yo como si fuera una orden, me levante y camine media adolorida hasta llegar delante de el, que estaba con su panza arriba, sus piernas abiertas y su deliciosa verga ahí colgando, como incitándome, sin mediar palabra, me puse de rodillas y comencé a chupársela con rapidez, con deseo y lujuria. Con la intensidad que lo hacia, Alejandro comenzó a gemir, seguramente estaba empezando a recuperarse, era increíble su fuerza, de pronto su miembro comenzaba a tomar rigidez nuevamente y eso me alentaba a seguir chupandoselá con mas vigor. Alejandro gemía y de pronto, una de sus manos se puso sobre me cabeza aprisionándome contra su verga, mientras se hizo para adelante y llevo su otra mano hasta mi culo, y un dedo lo metió en el agujero que el había dejado, después bajo mas su mano y me encontró totalmente húmeda, eso le gusto y dijo entre risas -¡¡Que putita sos, te has mojado entera, como te gusta mi verga!! La verdad estaba muy caliente con toda la situación, y no podía negarlo, de repente su mano me dejo de tocar y sentí un golpe seco de una palmada que le daba Alejandro al culo de mi madre, mientras se reía y decía -¡¡Que buen culo tiene mama, es hora de metertela por ahí!! Yo seguía chupandoselá, entonces teniéndome del pelo, Alejandro me saco de mi labor, dejándome con todo su liquido preseminal corriendo por mi boca y barbilla, yo lo mire con recelo al haberme detenido, entonces el me miro y me dijo -¡¡Putita es hora de chuparme otra cosa, así que prepárate!! Yo me quede quieta y solo lo mire, como hizo que mi madre se pusiera como perrito sobre el sillón, luego se puso detrás de ella y con su verga brillante de los restos de la mamada que yo le había dado, lo utilizo como lubricante, a penas comenzó a apoyar la cabeza en el culo de mama, ella comenzó a menear su culo en círculos… Alejandro la agarro de las nalgas y comenzó a penetrarla, a lo cual mi madre grito -¡¡AAaahiiiii iii aa haaa aaa!! Alejandro se reía y le decía -¡¡Tranquila putita ahora vas a gozar cuando te lo rompa todo, se que te encanta que yo te culee haaaaa, mamita que rico me la apretandas hooooo Ahhhhh!! Luego comenzó un vaivén despacio, y mi madre gemía levemente primero, aunque rápidamente Alejandro aumento el ritmo y mi madre gemía sin parar como una descontrolada, Alejandro gemía también y le decía -¡¡AAhhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! tomala puta haaa que rico se ve tu culo ensartado!! ¡¡Me encanta rompérselo tanto a madre como a la hija!! Yo lo miraba como ese salvaje cogía a mi madre y me excitaba de mirarlos, no pensaba con claridad, cuando de repente Alejandro se da vuelta, estira una mano, me agarro del pelo y me llevo hacia atrás de el y me grito -¡¡Vamos Cintia te toca chuparme el culo, hacelo bien mientras termino de romperle el culo a tu madre!! Yo me quede atónita, pero el tirándome del pelo me llevo a sus gordas y sucias nalgas, jamás había hecho eso, pero tuve que aprender, como todo con Alejandro. El olor era espantoso, y yo intentaba lamer lo que podía, seguramente a el le estaba gustando ya que empezó a gemir cada vez mas y aceleraba los embistes contra mi madre. Nunca me habían humillado tanto, pero debo admitir que me estaba gustando ser tan sucia y que me usara ese maldito, no se cuanto tiempo estuvo cogiendo a mi madre pero realmente parecía que la partía a veces con su ritmo salvaje y ella gritaba sin parar, Alejandro también gemía y gritaba -¡¡Que bien se ven las dos así, madre he hija, que dirá el hombre de su casa si las viera así, una chupándome el culo y el otra ofreciéndomelo como una puta deseosa!! Mi madre que gemía como una desaforada y estaba muy excitada le dijo -¡¡Si Ale mi culo es y será siempre tuyo, y el de mi hija también!! ¡¡Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!hhhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhhhh!!! Después de esas palabras Alejandro acelero su ritmo de bombeo contra mi madre, haciéndome imposible seguir con mi asquerosa labor, cuando de pronto se detuvo, saco su miembro de mi madre, me agarro de mis pelos y me dijo -¡¡Abrí la boca y prepárate Cin, te voy a bañar de leche!! Yo obedecí y rápidamente sentí como un chorro de semen caliente invadía el interior de mi garganta, después con su verga en su mano comenzó a descargar todo su liquido por mi cara y tetas, para luego con su miembro medio muerto empezar golpearme la cara y esparcir su liquido por todos lados, yo tenia los ojos cerrados y sentía su miembro golpearme hasta a veces fuerte, pero me encanto sentir su semen mío y no de mi madre.