jueves, 23 de octubre de 2014

Aquella Nena Galia



Mañana Tengo Que Verla De Nuevo. No Se Si Puedo Resistir Una Nueva Semana De Tenerla Frente A Frente. No. No Creo Soportarlo, Pues Me Está Volviendo Loco.

Les Voy A Contar. Podría Ser Una Confesión, Pero Ya A Esta Altura No Me Interesa. Sólo Quiero Que Entiendan Las Razones De Las Cosas Que Hice. Me Estaba Volviendo Loco.

Soy Profesor De Historia En Un Colegio Público De Buenos Aires. Amo Mi Trabajo, Amo Trabajar Con Aquellos Estudiantes Que Están En Mis Aulas, Aunque A Veces, A Algunos No Les Importe. Pero Bueno, Son Los Gajes Del Oficio. Si Bien Era Un Novato En Mi Profesión, Me Había Ganado El Respeto Y El Cariño De Varios Colegas Y Muchos De Mis Ex Alumnos; Quizás Porque La Diferencia De Edad Y Afinidades No Era Bastante Amplia. Para Resumir, Me Encantaba Mi Trabajo Y Todo Iba Bien. Al Menos Hasta Que La Ví, Sentada En El Banco De Adelante. Ella. Micaela.

Era El Primer Día Del Nuevo Lectivo. Como Siempre Que Lo Iniciaba, Estaba Ansioso Y A La Vez Entusiasmado Por Un Nuevo Año Y Nuevos Desafíos. Pero No Me Imagine Lo Que Iba A Venir A Continuación. No Lo Ví Venir, Ni En Mis Más Alocadas Fantasías.

Apenas Entre Al Aula, La Ví. Ella, Micaela, Destacaba Por Sobre El Resto Por Sus Atributos. Era Hermosa, O Al Menos Así Lo Recuerdo. Tenía Una Cara Bellísima, De Esas Que Solamente Esperas A Ver En Las Películas O Las Pasarelas De Modelaje. Sus Ojos Eran Castaños, Pero Brillaban Cada Vez Que Se Interesaba En Algo. El Cabello Era Oscuro, Con Reflejos Rubios En Sus Puntas. El Cuerpo Era Escultura: Si Bien Era De Estatura Mediana, Sus Enormes Pechos Sobresalían Del Escote, Su Cintura Era Delgada, Especial Para Abrazar, Y Su Cola Era Redondeada Y Parada. 

Y Lo Mejor, O Lo Que Me Terminó Enloqueciendo, Eran Sus Labios: Carnosos, Rojo Carmín; Que Se Iluminaban Cada Vez Que Sonreía. Toda La Cara Se Le Iluminaba Al Sonreír. Y Eso Hizo Al Verme Entrar En El Aula.

Lo Que Quiero Decir Es Que Me Enloqueció Desde El Principio. Uno Está Acostumbrado A Que Una O Dos Estudiantes Por Curso Te Calienten Un Poco Y Se Le Dediquen Una O Dos Pajas Para Después Poder Volver Al Trabajo. Pero Ahora Era Distinto. No Me La Iba A Poder Sacar De La Cabeza. Lo Supe Al Verla Sonreír.

Luego De Mi Primer Desconcierto Al Ver La Sonrisa De Micaela, Inicie Mi Primera Clase En El Calor Del Verano De Aquel Marzo. Había Muchas Estudiantes Hermosas, Pero Ella Sobresalía Entre Todas Las Demás. Visto Desde Hoy, Creo Que Ahí Comenzó Mi Obsesión Con Ella. Nunca Me Había Pasado Con Una Estudiante. ¿Me Creen?

En Esa Primera Clase, Ella Me Miraba Atenta, Prestando Atención, Escribiendo Lo Que Ponía En El Pizarrón. Si Bien Trataba De Mirar A Todos Para Que Mis Miradas No Fueran Tan Evidentes, Siempre Mis Ojos Se Posaban Sobre Ella: Primero Sus Ojos, Luego Su Cara, Sus Pechos; Y Por Último, La Fatal Sonrisa.

Finalmente, El Timbre Dio Por Finalizada La Clase. Era A Veces Un Sonido Liberador, Pues La Clase Finalizaba. Pero Esa Vez Lamenté Escuchar Ese Timbre, Ya Que Quería Seguir Viendo Esos Ojos Y Esa Sonrisa. Al Otro Día La Volvería A Ver.
Apenas Llegue A Casa, Me Metí En La Ducha Y Le Dediqué La Primera De Lo Que Serían Varias Pajas Para Mi Flamante Estudiante. Por Lo General, Luego Del Trabajo, Me Relajo Olvidándome Del Duro De Laburo. Pero Esta Vez, No Me Podía Sacar Esos Ojos De Encima. Los Enormes Ojos Castaños De Micaela Me Seguían Mirando, Pese A Que Yo Cerraba Los Míos. Casi Al Final, Los Terminé Viendo Por Todos Lados.

Empecé A Pensar Como Sería Coger Con Ella. Tener Ese Cuerpo Joven Y Escultural En Mi Cama. Sonriéndome Y Mirándome De Aquella Manera Tan Sexualmente Enloquecedora. En Los Momentos De Lucidez, Que De A Poco Serían Cada Vez Menos, Pensaba Que No Tendría Que Calentarme Tanto. Después De Todo Era Una Estudiante, Y No Podía Arruinar Una Carrera Prometedora Teniendo Relaciones Con Ella. Sería Mi Fin.

Pero A Finales De Cuentas, Me Terminé Obsesionando Con Ella. La Empecé A Desear. Las Pajas, Cada Vez Más Frecuentes, No Me Alcanzaban Para Saciar Mi Sed.

Al Otro Día, Martes, Tenía Que Volver A Clase. Tenía Que Volver A Ver A Micaela. Mientras Que El Día Anterior Su Hechizo Fue De Una Hora, Hoy Serían Dos. La Idea Me Entusiasmaba. Ver Esos Pechos Y Esa Sonrisa Otro Día Más.

Al Entrar Al Aula, Me Costó Bastante Acallar El Barullo De Los Chicos Y Chicas Recién Llegados Del Recreo. Más Me Costó Cuando Volví A Verla: Tan Hermosa Como Ayer, Llevaba Un Pantalón De Jean Que Amoldaba Perfectamente Su Hermosa Figura; La Musculosa Escotada Mostraba Sus Generosos Pechos En Un Corpiño Negro Que Apenas Podía Contener Su Maravilloso Contenido (No Noté Que En Su Pecho Derecho Había Un Diminuto Lunar). Y Lo Mejor, Los Labios Pintados.

De Entre El Barullo Inicial, La Chica Que Se Sentaba Detrás De Micaela La Señaló Y Me Preguntó, En Tono De Broma:

-Profe, ¿Usted No Se Quiere Casar Con Mi Amiga?

Tanto Ella Como Yo Nos Reímos, Pero Aquella Nena Que Me Enloquecía Se Ruborizó. Conteste Con Otra Broma Y La Clase Siguió Normalmente. Y Una Semana Continuó A La Siguiente.

Cuando Yo Explicaba, Ella Me Miraba Atentamente, Lo Que Me Enloquecía Por Dentro. Con Las Actividades, Ella Se Me Acercaba Y Yo Miraba Disimuladamente El Escote De Mi Estudiante. El Deseo Era Cada Vez Mayor, Lo Que Me Enloquecía Todas Las Semanas. Tenía Que Ser Mía. Como Sea.

Mi Obsesión Se Profundizó. La Empecé A Buscar Por Las Redes Sociales, A Ver Si Podía Verla Y Seguir Alimentando Mis Morbosas Fantasías. Y Quizás, Inconcientemente, A Desarrollar Un Plan. Finalmente, La Encontré. La Foto De Perfil Era Bellísima, Destacando Sus Ojos Y Su Sonrisa.

Concentrándome Con Mucha Dificultad, Empecé A Ver Su Perfil De Face. Iba A Los Cursos Que Todos Los Sábados Daba La Escuela De Forma Gratuita: Ajedrez, Danza, Canto, Guitarra, Etc. Ella Cursaría Guitarra. Poco A Poco, Empecé A Desarrollar Un Plan.

Una Vez Que Terminó La Semana, Volví A Ver El Face De Mi Micaela. Ese Sábado Iría Al Curso. Era Una Oportunidad, Tan Buena Como Cualquier Otra, De Hacerla Mía. Eso Sí, Tendría Que Ser Prevenido. Podrían Atraparme.

En Una De Esas Casualidades, O Bromas Del Destino, Un Amigo Muy Querido Trabajaba De Portero En Un Galpón De Las Afueras De La Ciudad. Hacía Mucho Que No Lo Veía, Y Me Debía Unos Cuantos Favores. Así, Lo Llamé Y Nos Juntamos Para Tomar Algo.

La Primera Parte De Mi Plan Estaba En Marcha, Pero En Un Momento Me Frené Y Pensé Mejor Las Cosas. Quizás Era La Cordura, En Un Intento De Salvarme. Sabía Que No Iba A Ver Vuelta Atrás. Pero Al Ver En Facebook Una Foto De Ella En Bikini Toda Cordura Se Fue. Ella, Aquella Nena, Iba A Ser Mía. 

Mi Amigo Algunos Problemas Económicos, Y Me Debía Mucha Plata Y Muchos Favores. Así, Que Le Intercambié Algunos Favores Para Que Me Dejara Entrar En El Galpón Por La Puerta Trasera, Sin Que Nadie Me Viera. Él Aceptó, Y Por Suerte No Me Preguntó Para Qué Quería Entrar Por La Puerta De Atrás.

Finalmente, Llegó El Sábado. La Ansiedad Recorría Todo Mi Cuerpo, Mientras Que La Adrenalina Bombeaba Sangre Desesperadamente. Sabía Que Tendría Que Hacerlo Ahora O Nunca. Ella Tenía Que Ser Mía. Al Recordar El Escote, Mi Erección Apareció.

En Mi Auto, Tenía Todo Lo Necesario Para Trabajar. Llevaba El Cloroformo, Las Sogas; Y Aunque No Creyera Que Fuera Necesario, Una Navaja Y Mi Pistola. Robé Una Matricula Para Que Cualquier Metido No Identificara Mi Coche. Para No Ser Reconocido, Me Puse Un Bigote Y Una Peluca Falsa. Ante El Espejo, Era El Plan Perfecto.
Gracias A Que Siempre Llegó Temprano Al Trabajo, Revise Los Archivos Para Ver Bien La Dirección De Micaela. Empecé A Vigilarla. Resulta Que Vivía A Unas Cinco Calles De La Escuela, Por Eso Tomaba El Camino Mas "Cómodo", Alejado Del Mas Transitado. Salía De Su Casa A Las 6:50, Y Llegaba A La Escuela A Las 7:05, Aproximadamente.
Como Era Otoño, Ya Los Días Eran Más Cortos, Por Lo Que A La Hora En Que Tendría Que Salir De Su Casa Todavía Estaría Oscuro. Era El Momento Perfecto.
El Día Estaba Nublado, Y Al Parecer Iba A Haber Tormenta. Eso Me Favorecía, Pues En La Zona Del Galpón Todo Se Inundaba Y No Iba A Haber Curiosos Que Nos Estorbaran. Agarre Mi Auto Y Temprano Lo Conduje Hasta La Esquina De La Casa De Micaela. Por Precaución, Nunca Llevo Mi Coche Al Trabajo (Nunca Falta Un Chistoso Que Te Lo Raye O Que Haga Cosas Peores), Así Que No Lo Podría Reconocer. A Los Cinco Minutos De Espera, Micaela Salió De Su Casa. Lentamente Enciendo El Motor.
Aquel Día, Quizás Por Casualidad O Broma Del Destino, Micaela Iba Más Hermosa Que Nunca. Todo Lo Que Me Enloquecía Resaltaba Más. No Prestó Atención Al Coche, Pues Ella Iba Con Los Auriculares.
A Las Dos Cuadras De Seguirla, Me Fui Acercando A Ella Con El Coche. Cuando Se Acercó A La Esquina, Aceleré Y La Intercepté. Ella Se Asombra Primero Por El Volantazo; Pero Luego Se Asusta Cuando Me Ve Bajar Del Coche Con La Navaja En La Mano. Su Cara De Susto Y De Desconcierto Es Preciosa.
La Agarro De Las Muñecas Y La Estrelló Contra La Pared. Pega Un Grito De Sorpresa Y Dolor Cuando Se Golpea. Apenas Atina A Defenderse. “¡Basta! Déjame Por Favor” Intenta Forcejar Mientras Mis Manos Recorren Sus Pechos, Su Cola. Se Pone Más Nerviosa Cuando Meto Mi Mano En Su Entrepierna Y Le Acaricio Su Conchita.
-¡¡No Mamita!! ¡¡Al Fin Te Tengo!! ¡¡Hoy No Te Salva Nadie! Decía Con Tono De Alegría Y Triunfo.
En Ese Momento, Le Pego Un Puñetazo En Su Estomago. Mi Niña Se Inclina Hacia Delante, Sorprendida Y Dolorida. La Agarro Del Pelo Y Al Levantarla Con Fuerza, Le Pongo La Navaja En Su Bello Cuello. Ahí, Ella Se Quiebra Y Se Larga A Sollozar: “¿Por Qué? ¿¡Quién Sos!?
Cuando Veo Las Primeras Lágrimas, Mi Erección Es Más Que Evidente. Golpeando Su Cabeza Contra La Pared Le Digo:
-Quédate Tranquila, Puta, Que Si Te Hacés La Loca Te Mato. ¿Vas A Hacer Todo Lo Que Te Diga O Te Tengo Que Matar?
Ella, Llorando Y Tragando Saliva, Todavía Desconcertada E Incrédula Ante La Situación, Asiente Con La Cabeza. Sus Ojos Me Miran Desorbitados De Pánico. Agarrándola Del Cabello, La Meto Con Fuerza En El Coche Y La Ato Con Las Sogas. Me Tengo Que Apurar. No Se Si Algún Chismoso Haya Visto Algo De Lo Que Pasó.
Mientras Con Una Mano Le Ato Piernas Y Manos, Con La Otra Le Mantengo El Cuchillo Sobre Su Cuello. Una Vez Atada, La Acuesto En El Asiento Trasero Y La Empiezo A Manosear, Primero Las Tetas Y La Conchita. Con Las Manos, Le Rasgo La Remera Y Sacó Los Pechos Para Afuera. Que Hermosos Que Eran: Blancos, Firmes, Con Un Pezón Rosado Que Invitaba A Besarlo Y Morderlo. Desesperado, Le Levanto La Falda Escocesa Y Extasiado, Miro Que Lleva Una Tanga Blanca.
-Mira La Tanguita Que Tenés, ¿Te La Pusiste Para Calentarme No? Le Preguntaba Sacado Gritando, Excitado. Ya Estaba Fuera De Mí
Ella Lloraba Con Más Fuerza, Revolviéndose Y Mirándome Con Odio Y Miedo. -¡¡Ya Soltame, Déjame Por Favor!! Empezaba A Suplicar.
No Se Ve Ni Un Alma, Ni Un Pájaro, Nada Alrededor. Se Ven Los Montes, Los Pastizales, Se Escucha El Viento Pasar Por Los Campos. Un Hermoso Día.
¡Al Fin La Tengo! Al Fin Ella Es Mía Y Puedo Cumplir Con Mis Deseos De Poseerla. Asegurándome De Que Nadie Nos Siguiera, Agarré El Camino Más Directo Hacia El Galpón. ¡¡No Aguantaba Más Las Ganas De Cogérmela!!
Luego De 15 Minutos De Viaje, Y Súper Caliente Al Imaginarme Todas Las Cosas Que Le Haría A Mi Alumna Favorita, Llegamos Al Galpón. Cuando Apague El Motor, Le Dije: -Ya Llegamos Al Lugar Donde Te Voy A Coger Hasta Que Me Canse, Puta De Mierda. No Te Olvides Que Si No Haces Lo Que Te Digo, Te Voy A Matar. ¿Me Entendés?
Para Mostrarle A Micaela Que Esto Iba En Serio, Saque El Arma De La Guantera Y Le Apoye El Cañón En La Concha.
-Déjame En Paz Loco De Mierda!! Gritó Sacando Valor De Donde No Tenia.
-Cállate Puta!! Le Grité Y Le Pegue Una Cachetada. Tenía Que Dominarla Ahora, Pues Tenía Que Bajarla Del Coche. La Saqué Agarrándola De Los Pelos. Cuando La Saque Y La Puse De Pie, La Empecé A Manosear De Nuevo. ¡Me Encantaba Agarrar Esos Pechos Enormes, Amasarlos, Estrujarlos, Apretarlos! Ella Gemía De Dolor Y Me Pedía Que La Deje, Que No Le Iba A Contar A Nadie, Pero Que No La Viole. Arrastrándola, La Lleve Hacia Adentro, Por La Puerta Trasera Que Mi Amigo Dejó Abierta. Ya No Había Vuelta Atrás.
La Arrastré Por El Galpón Y La Tiré Al Suelo. Mi Niña Seguía Llorando Y Suplicándome, Pero Yo Estaba Fuera De Mi Mismo. Estaba Como Poseído Mirando Los Pechos, Las Piernas Y La Diminuta Tanga Que Llevaba Puesta.
-Nooooo!! ¡¡Noooo Por Favor!! Soy Virgen. - Gritó Suplicando Nuevamente. Escuchar Eso Me Calentó Demasiado. ¡Iba A Ser El Que La Estrene! Yo Era El Primer Hombre En Ver Su Hermoso Cuerpo Desnudo, En Probar Esos Pechos Y Esa Conchita…
-Grita Todo Lo Que Puedas, Putita Mia. Nadie Nos Va A Escuchar.
Me Acerqué A Ella Bajándome Los Pantalones Y Sacándome La Verga Afuera. Micaela Empezó A Sollozar Muerta De Miedo Y Miró Para Un Costado Encontrándose Con Mi Miembro Gordo Y Cabezón, Abriéndo Los Ojos De La Impresión.
Me Incliné Sobre Ella, Y Con La Navaja Terminé De Rasgarle La Remera Y El Corpiño. Retiré Los Jirones De Su Ropa Y Empecé A Pasarle La Lengua Por Su Cara, Sus Mejillas, Su Cuello De Cisne Y Sus Hombros. Mi Niña Lloraba Y Me Pedía Que Me Detenga. 
Llegue A Las Tetas Con Las Que Tanto Había Soñado Y Empecé A Besarlas Apasionadamente, Les Pasaba La Lengua Y Las Apretaba Con Mis Manos Y Mis Dientes. Los Apretaba, Los Movía En Círculos, Los Juntaba Y Los Separaba. Se Los Besaba Sin Parar. A Los Pezones Se Los Mordí Hasta Hacerlos Sangrar. Ella Solo Lloraba. No Podía Parar De Llorar. Yo Le Pasaba La Lengua Por Las Mejillas, Tratando De Probar El Sabor De Sus Lágrimas.
- ¡Que Buenas Tetas Que Tenés! ¿¿¿Te Calienta Puta??? Le Pregunté.
-Bastaaaaa... Déjeme Ir...
La Levanté De Los Pelos Y Le Grité: ¡Ahora Me Vas A Chupar La Verga, Puta!
Ella Me Suplicaba, Sin Dejar De Llorar: No…Por Favor…
-Abrí La Boca Mierda!!
Luego, La  Agarro Del Cuello Y La Llevo Hacia Mí, Refregando Mi Pija Sobre Su Cara De Nena. Ella Cerró Mis Ojos E Hizo La Cara Hacia Un Lado.
En Ese Momento, Le Agarro El Mentón Con Fuerza Y Le Digo:
-¡¡Si Intentas Algo Estúpido Te Mato!!
Luego Comencé A Pegarle Con Mi Pija Cada Vez Más Fuerte En Su Cara. Con La Mano, Le Apreté Con Fuerza Una Teta Y Ella Gritó De Dolor. Entonces Aproveche Y Puse La Punta De Mi Pija En Sus Carnosos Labios Empujando De A Poco. Ella Parecía Mirarme Como Diciendo: ¿Por Qué A Mí?
Ella Respiraba Agitadamente, Ya Que Estaba Muerta De Miedo. La Tenía Totalmente Dominaba Y Eso Me Calentaba Demasiado. Cada Vez Se La Metía Más Fuerte En La Boca. Ella Colaboraba Con Asco Y Con Miedo, Ya Que Me Pasaba La Lengua Por La Pija Y Por Los Huevos. La Tenía Toda Para Mí. En Esos Momentos Era Mia, Mia Para Gozarla A Mi Voluntad, Y Para Satisfacer Cualquier Capricho De Mi Deseo Sexual. Ella Lo Sabía Y La Afectaba Más Psicológicamente Que Cualquier Cosa. Humillada, Lloraba Constantemente.
El Glande Entraba Hasta Casi El Final De Su Boca Y Salía, La Sacó, Y Un Hilo De Saliva Quedó Colgando Desde El Pene Hasta La Boca, Cuando Se Desprendió Fue A Parar Al Pecho De Mi Niña. Una Vez Que Me Di Por Satisfecho, La Agarré De Los Pelos Y La Volví A Tirar Al Suelo. Ella Estaba Muy Agitada, Asustada, Y Lloraba Mucho. No Sabía Que Le Podía Llegar A Pasar.
-Bueno, ¡Ahora Llegó El Momento Que Más Esperaba! ¡Te Voy A Convertir En Mi Puta! Dije Acostándome Sobre Ella.
-¡No Por Favor! No Me Lastimes Más. Dejáme Ir, Prometo No Decirle Nada A Nadie.
Ningún Ruego O Promesa Iba A Frenar Esto. Estaba Demasiado Caliente. Y Sus Súplicas Me Calentaban Más. Y Ella Lo Sabía, Pues Me Miraba Con Bronca E Impotencia. Le Separe Las Piernas Y Me Aproxime A Su Dulce Vagina. Quería Beberla, Tomarla, ¡Comerla!
Le Empecé A Lamer Los Muslos Mientras Le Acariciaba La Cola Y La Concha. Estaba Demasiado Caliente Como Para Detenerme.
-¡¡Noooooooooo, Por Favor!! Gritaba Pataleando. Se Revolvía Y Se Agitaba Con La Respiración Entrecortada.
Empecé A Cogerla Con Los Dedos, Pero La Situación Hacía Que Estuviera Seca, Lo Que Dificultaba Mi Tarea Y Hacía Que Todo Sea Más Doloroso Para Ella. Entonces, Me Ensalivé Los Dedos Y Se Los Pase Por La Vagina, Para Que Al Penetrar Mis Dedos Y Mi Lengua Todo Fuera Más Fácil.
-¡Noo! ¡Por Favor! ¡No Lo Haga! ¡Dejeme! ¡Por Favor! ¡Asi No! ¡Soy Virgen! ¿Por Qué?- Decía Llorando Micaela.
Continué Masturbándola Un Rato Cuando De Repente Le Metí Dos Dedos Y Comencé A Meterlos Y A Sacarlos Muy Rápido. Eso Logró Que Soltara Unos Gemidos Muy Fuertes Y Comenzara A Moverse Mucho.
-¡¡Noooooooo!!! ¡Aaaaaahhhhhh!! ¡¡Nooooo!! – Chillaba De Todas Las Formas Posibles.
Ella Intentaba Acurrucarse En Forma Fetal, Pero Luego De Dos Bofetadas Recordó El Lugar Que Ocupaba En Esos Momentos. Y Ahora, Justamente, Venía El Gran Momento. Me La Iba A Coger Toda La Mañana!!
En Esos Momentos, Me Acerco A Ella Y Le Abro Las Piernas Con Violencia. La Pobre Micaela Se Lo Veía Venir Y Empezó A Llorar Con Cada Vez Más Fuerza Y Resignación. La Iba A Violar, La Iba A Poseer, Y Ella No Podía Hacer Nada Al Respecto.
Gracias Al Buen Bucal Que Le Di, La Conchita De Mi Hermosa Micaela Iba A Estar Bien Lubricada. Me Acerqué A Ella Y Le Di Un Fuerte Beso En La Boca. Le Pase La Lengua Por Toda Su Mejilla. Justo Cuando Iba A Penetrarla, Sonó Un Teléfono. El Mío No Era, Pues Lo Tenía En Vibrador. Tenía Que Ser El De Ella.
Le Apunte Con La Pistola En La Cara, Y Le Pregunte: -¿Quién Mierda Te Llama?
-No Sé, Debe Ser Mi Mama…Por Favor, Ya No Me Lastime Más…
En Esos Momentos, El Morbo Ya Me Había Tomado Por Completo. Tomé Su Celular, Que Era Muy Básico, Descartando La Posibilidad Del Gps. Atendí El Teléfono Y Resultó Ser La Mamá.
-¿Hola, Hija? ¿Ya Estás En La Escuela?
-Disculpe, Señora, Pero En Este Momento A Su Hija Me La Estoy Cogiendo. No La Puede Atender.
-¿Quién Sos? ¿Qué Le Estás Haciendo A Micaela, Hijo De Puta? ¡¡Micaaa!!!
Entonces, Puse El Altavoz Y La Empecé A Coger Para Que Tanto Mica Como La Mamá Lo Disfrutaran. ¡Como Me Encantaba Cogerme A La Nena Esta!
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyy!!! Aaaaaaaaaagggggggggggyyy!!! Aaaggyy!!!
Sus Gritos Eran Ensordecedores, Lo Cual Me Estaba Excitando Cada Vez Más.
-Toma! Toma, Puta De Mierda! Gritaba Como Un Loco
-Paraaaaaaaaa!!! Aaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyy Paraaaaa Un Pocoo!! Aggggyyyyyyyyyyyyyyy!!!!
Mientras, La Mamá Gritaba Por Teléfono: -¡Dejála Hijo De Puta! ¡¡Dejala!!
--Nooooo Por Favorrrrrrrrr!! Grite Desesperada. En Ese Momento, Su Himen Se Desgarró Y Empezó A Correr Sangre. Ella Era Mi Juguete, Y Claro Que La Iba A Disfrutar.      
Muy Lejos De Detenerme, Yo Seguía Empujando Toda Mi Verga En Su Interior, Cogiéndola Y Atravesándola. Podía Escuchar Sus Gemidos De Dolor Y Mi Risa Al Violarla. Y Comencé A Bombearme Con Más Fuerza, La Sacaba Casi Toda Y La Volvía A Meter Hasta Los Huevos De Un Empujón, No Sé Cuanto Duró Todo Eso Pero Para Mí Fue Una Eternidad De Placer Como Un Infierno Para Ella Y Su Mamá. Las Escuchaba Rogar Y Llorar A Las Dos. Estaban Destrozadas, Nunca Volverían A Ser Como Antes. Y Yo Era El Causante.
Mis Penetraciones Eran Cada Vez Más Fuertes, Y Si Bien Hasta Ahora Había Tenido Suerte, No Quería Arruinarlo Con Alguien Descubriéndome. Aceleré Mi Ritmo.
-Aayyyygggggggg!!! Aggyyyyyy!! Gritaba Micaela Con Los Ojos Cerrados.
-¡¡Bassssstaaaaaaaaaaa!!! Gritaba La Madre…
En Esos Momentos, Eyacular Era Casi Inevitable. Pero No La Quería Dejar Embarazada, Por Lo Que Rápidamente, Saqué Mi Verga Y Le Acabé En La Cara Y En Las Tetas. A Punta De Cuchillo, Le Ordené En Voz Fuerte A Micaela (Para Que La Mamá Me Escuche) Que Me Limpiara Bien La Verga. Acerqué El Teléfono A La Boca De Mica Para Que Su Madre Escuche Todo.
Una Vez Que Me Limpió, La Empujé Al Suelo. Cortando Abruptamente La Llamada, Empecé A Sacarle Fotos A Micaela. Algunas Eran Para Mí, Otras Para Su Mamá. Al Teléfono Me Lo Quedé, No Quería Dejar Cabos Sueltos. Mi Querida Alumna Quedó Llorando, En Posición Fetal, Tratando De Taparse Pese A Las Ataduras. Mi Erección Volvió, Pero No Quería Retenerme Más Tiempo. Una Vez Que Terminé, Me Vestí Rápidamente Y Huí Del Lugar Eufórico.

Pasaron Varias Semanas Desde Que Violé A Mi Estudiante Favorita. Ahora Que No Va Al Colegio, Mi Entusiasmo Por La Clase Decae. Haciéndome El Tonto, Pregunto Por Ella Cada Vez Que Paso Lista. Sus Amigas Me Dijeron Únicamente Que Algo Malo Le Había Pasado Y Se Mudaron A Otra Ciudad. Al Parecer, Ellas No Sabían Que Le Pasó. Al Menos Tampoco Hubo Una Denuncia Policial Ni Salió La Noticia En Los Medios.
Ahora Hay Otro Problema…No Se Como Decírselos. Su Ex Compañera De Banco, Lucía, Tiene Una Sonrisa Que Me Hace Recordar Mucho A La De Micaela.














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